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La semilla de la igualdad

Vamos avanzando, despacio pero hacia adelante. Con paso firme y decidido, con el presente como escenario y el futuro como horizonte. Queda camino, mucho, pero tanto o más es lo que ya hemos andado. No sin tropezones. No sin obstáculos. Nadie nos dijo que fuera fácil, pero el ánimo sigue intacto arropado por la fuerza colectiva. Generación tras generación. Es tiempo de reconocer el esfuerzo de quienes hacen posible que las cosas cambien. Paso a paso. Sumando. Con el trabajo de todos y todas. La igualdad como la felicidad no se consigue de un día para otro; es un destino al que llegar cada día, sin bajar la guardia, sin retroceder, sin descuidar lo importante. No es un gesto, es la manera en que vivimos y nos relacionamos. Tristemente todavía muchos hombres no creen en ella y se les nota en sus gestos, en sus palabras, en sus conductas, aunque las disfracen. La igualdad entre hombres y mujeres es la semilla para crecer en una sociedad libre de violencia contra las mujeres, una sociedad donde nadie se crea con derecho a aplastar los derechos de nadie. Una sociedad donde quienes ejercen la violencia no tengan espacio. Donde se eduque en igualdad y respeto. Donde cualquier desigualdad, sea del grado que sea, se denuncie para que se actúe contra ella con todos los recursos con los que cuenta el Estado de derecho. Donde las víctimas se sientan respaldadas, nunca solas; donde se les crea y no se les juzgue en una doble victimización. Este no ha sido un año cualquiera, ha sido el año en el que las mujeres, y también otros tantos hombres, por suerte, tomamos las calles en un emocionante 8-M que ya es historia; ha sido el año en el que la sentencia contra los cinco miembros de La Manada, juzgados por violación múltiple y condenados por abuso sexual con prevalimiento, convirtió las ciudades y pueblos en un grito sin precedentes en apoyo a las víctimas de violencia machista. Ha sido el año en el que la Justicia ha quedado en entredicho en lo que a la aplicación de la ley se refiere cuando se juzga el abuso cometido contra una mujer. Por todo esto, este Día contra la Violencia contra las mujeres llega en un momento en el que más que nunca la fuerza femenina abre un nuevo futuro, en el que ojalá este día, todavía negro por las muertes de más de 40 mujeres asesinadas este año solo por el hecho de ser mujeres, deje de tener sentido.