Las mujeres van a frenar a Vox. Estoy convencido. O al menos creo que el movimiento feminista es al día de hoy el mejor articulado para plantar cara a la ofensiva ultraderechista. Y eso que está en su punto de mira. O precisamente por eso mismo. Pienso que Vox ahí se ha equivocado en su estrategia. Ha usado la misma táctica utilizada por ellos con otros colectivos diana vulnerables como los inmigrantes o los catalanes a los que sólo posturas muy coherentes, pero minoritarias, de defensa de los derechos humanos y los principios democráticos pueden salvar. Su sistema es burdo, pero funciona. Porque encuentra un buen caldo de cultivo en el suelo español y en una clase política de derechas con poca trayectoria democrática. O al menos no parangonable con otros estados de Europa donde han irrumpido partidos de este tipo pero se han quedado en la periferia institucional. Los ultraderechistas primero apuntan ideológicamente y luego, disparan comunicativamente lanzando propuestas xenófobas, fascistas, machistas y ultranacionalistas españolas. Logran ponerse en el centro de la escena, cambian la agenda política y se quedan a medio camino con pactos indecentes que acaban haciendo involucionar a toda la sociedad. Su receta es una especie de salir del armario sin complejos a la búsqueda de la “vox” que muchos llevan dentro. Todo ello adobado con algoritmos y redes sociales. Pero me da que con su ofensiva machista se han equivocado. Puede que a corto plazo les resulte rentable conectar con un sector social del macho ibérico que ha visto amenazado su territorio con los avances en materia de igualdad y que también que ciertos feminismos se lo han puesto a tiro en una dinámica de acción-reacción, pero a la larga les va a salir caro. Porque a la vista de lo que sucedió con la impresionante huelga del 8-M existen pocos movimientos y causas más transversales desde todos los puntos de vista (ideológico, socioeconómico, geográfico, cultural, generacional...) que el de la mujer y de defensa de la igualdad. Y me da que Vox va a tener pan para hoy y hambre para mañana. Y que va a sufrir un efecto boomerang. Y que las mujeres van a abrir el camino de una respuesta global al avance de los retrocesos que impulsan este tipo de partidos. El futuro democrático será femenino o no será.