abrá Sanfermines en 2022. Que no lo ha dicho Enrique Maya, sino Bill Gates, profeta del nuevo tiempo, gurú del siglo XXI. Lo ha sugerido con otras palabras, pero le hemos entendido, ¿no? Porque todo lo que dice el creador de Microsoft es recibido como si fuera una extensión moderna y terrenal de los secretos de Fátima. Lleva Gates desde comienzos de 2000 lanzando predicciones que en su mayoría tienen que ver con los efectos provocados por los avances tecnológicos, tanto en su parte industrial como científica. Algunos de ellos, como la progresiva sustitución de la mano de obra humana por robots son previsibles, así como la aplicación de avanzados mecanismos al cuerpo humano. Pero lo que ha colocado a Gates a la altura de Nostradamus es su recordada conferencia en 2015 cuando anticipó la posibilidad de que surgiera un virus con efectos devastadores. Por tanto, si en una entrevista con El País afirma que el próximo año "países como España habrán recuperado casi totalmente la normalidad y se podrán celebrar grandes actos públicos" es que el final está más cerca. Y recuperar los Sanfermines también.

En realidad no sé si es bueno o malo tomarse al pie de la letra este vaticinio; bueno porque va poniendo fecha al final de esta pesadilla, y malo porque la gente está esperando que se aflojen las restricciones para lanzarse a tumba abierta como si abrieran las puertas de El Corte Inglés en el día del comienzo de rebajas. Y eso, como ya se ha demostrado otras veces, entraña mucho peligro y seguir todos metidos en un círculo vicioso de desescaladas y medidas restrictivas y otras desescalada y luego nuevas medidas restrictivas. La solución está en las vacunas, aunque la de AstraZeneca está causando efectos secundarios durante uno o dos días -ya sabían lo que hacían al no administrarla a las personas de más edad€-; porque, como ya dijo Gates, habría que fabricar solo dos vacunas, las más eficaces, y a gran escala. Pero bueno, aquí hay mucho dinero en juego y las farmacéuticas reclaman su parte del pastel, aunque luego tengan problemas de suministro.

En fin, Gates también dijo, asumiendo un gran riesgo, que en 2019 estaría en circulación una vacuna contra el cáncer: no hay noticias de su aplicación. Si había algo en marcha se habrá detenido, como sucede con la atención a otras patologías porque la covid lo ocupa todo. Pero Gates nos ha dado un hilo de esperanza. Yo lo propongo para que lance el Chupinazo. En 2022.

Si Gates dice que el próximo año "países como España habrán recuperado casi totalmente la normalidad y podrán celebrar grandes actos públicos" es que el final está más cerca