Arco y el arte en general goza de buena salud, esa era la sensación en las primeras horas de la feria que ayer abría sus puertas en Madrid. Sin obras excesivamente polémicas y con la mirada puesta más en el coronavirus que en el mercado, con paseantes que no dudaron en vestirse la mascarilla, evidentemente más como complemento para lucir entre galería y galería que como ningún tipo de recomendación, el arte se ha librado de cancelaciones y cuarentenas y el primer evento comercial del arte contemporáneo en el Estado, que reúne a miles de personas, se ha celebrado hasta la fecha con normalidad.

Una edición marcada por el tiempo y las palabras. Por la mezcla de ambas. Tiempo como referencia temática sobre la que reflexionar desde el punto de vista del arte y la creación ante la ausencia de país invitado, y como sensación general de que hoy en día casi todo "Es solo cuestión de tiempo / It s just a matter of time", como reza el lema elegido. Palabras como reflexión necesaria ante la deriva comunicativa de nuestro tiempo, ante la inevitable pérdida de significado de muchas de ellas por su uso y abuso y la nueva incorporación de algunas que acaban imponiéndose.

Una de las obras más significativas de este año, ante la que merece detenerse, es la de Antoni Muntadas, un artista que llega a Arco de la mano de la galería de Moisés Pérez de Albéniz (sin duda la mejor referencia del arte navarro en la feria) y que presenta en el Stand de El País una readaptación de su obra Palabras, que ahora ha renovado para acoger términos como fake news, objetividad, responsabilidad, opinión, demagogia o miedo.

Palabras que no pueden faltar hoy en día en un medio de comunicación, unas como referencia, otras como lugares a los que no llegar y que nos llevan de nuevo de la mano del arte a la realidad social, al tema que marca la actualidad, a las numerosas fake news que circulan por las redes en torno al COVID-19, que no son noticias falsas sino noticias falseadas de manera intencionada, creadas con una clara intención de confundir y generar miedo ante un tema tan sensible como la salud. Difundir la verdad es nuestra responsabilidad, la de los medios, pero también la de cualquier persona, incluidas las que alegremente dan a la opción de reenviar sin saber lo que mandan.