los datos de la evolución del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea a lo largo de estos últimos cuatro años son contundentes en los resultados de la apuesta del Gobierno de Barkos por comenzar a revertir las consecuencias de la gestión anterior de UPN en la que las privatizaciones y los recortes acabaron devaluando la calidad y el nivel histórico de las prestaciones públicas de la sanidad navarra. Como señala el propio consejero Fernando Domínguez, “cuatro años parecen mucho, pero no son nada para reorientar el sistema sanitario, sobre todo si venimos de un Gobierno anterior de muchos años con una visión contrapuesta a la que tenemos nosotros”. De hecho, esa visión contrapuesta aún lo es más si se tiene en cuenta que ya no solo la gestión del Gobierno de Barcina había impuesto un modelo que acabó debilitando a la sanidad pública navarra, sino que los actuales socios de UPN, el PP y Ciudadanos, se muestran públicamente partidarios de profundizar en la privatización de la sanidad y la educación públicas. Según el informe que hoy publica DIARIO DE NOTICIAS, en cuatro años se han ofertado casi 1.300 plazas de oferta pública de empleo en Osasunbidea y se ha reducido el índice de temporalidad hasta el 38%. Se ha logrado trasladar también a la sanidad pública el derecho a la interrupción del embarazo en los parámetros de la ley, se ha multiplicado por 2,5 el presupuesto para investigación y se ha aumentado el 170% de ingresos en hospitalización domiciliaria. Es decir, se han revertido buena parte de los recortes anteriores del Gobierno de UPN en la sanidad pública y se han reducido las listas de espera de Primera Consulta hasta un 27,5% tras aumentar el presupuesto de Salud un 16,4%. Además de lograr la reivindicación histórica de poner en marcha una Facultad de Medicina en la UPNA. En efecto, los datos son positivos, aunque más allá de los logros alcanzados quedan aún retos pendientes como la falta de facultativos y profesionales sanitarios en las diferentes áreas y especialidades. Pero más allá de los datos, la última encuesta sobre Osasunbidea resalta la alta valoración y satisfacción que la sociedad navarra mantiene del nivel y calidad de las prestaciones de atención sanitaria del Servicio Navarro de Salud pese al ruido político de la oposición. La salud navarra, pública y concertada, funciona bien porque forma parte de un modelo fiscal de solidaridad y progresivo y del valor político del autogobierno foral que permiten una gestión eficaz y eficiente de los propios recursos.