a cumbre extraordinaria del Consejo Europeo que se celebra hoy y mañana en Bruselas, la primera presencial desde el inicio de la pandemia, negocia mucho más que el instrumento de recuperación, el Next Generation EU, o incluso que el Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-2027 del que dicho instrumento finalmente depende, ambos propuestos en mayo por la Comisión Europea y a expensas de su aprobación por los estados. Lo que la cumbre debe alumbrar en los próximos dos días, pese a las enormes diferencias que parecen separar a los estados miembro, es en realidad el futuro de Europa. Es cierto que sobre la mesa del Consejo está el fondo de 750.000 millones de euros para la recuperación de las economías europeas, 500.000 millones de ellos en ayudas directas no reembolsables, y sobre todo las condiciones que los estados deben cumplir para acceder a dichas ayudas, así como la supervisión de las políticas que se financiarán con esos fondos. También lo es que ese debate mantiene desde hace meses dividido al Consejo, que debe analizar los cambios introducidos por su presidente, Charles Michel, a la propuesta de la Comisión Europea presidida por Ursula von der Leyen tras matizar la que en su día ya aprobó el Parlamento Europeo. Pero lo que se dirime no es si Holanda o Suecia son reacias a aportar fondos destinados a Italia o España, aunque también, sino la capacidad de control del Consejo Europeo. Es decir, de los Estados, en el inmediato futuro europeo; si la supervisión de las políticas a desarrollar con dichos fondos la lleva a cabo la Comisión, el gobierno de la Unión Europea, en consonancia con las necesidades conjuntas de la UE, o si por el contrario dichas políticas dependen de la unanimidad del Consejo, con lo que las decisiones en el futuro a medio plazo de la UE siguen siendo dependientes de los estados y sus condicionantes políticos. Así que no se trata únicamente de los préstamos o los fondos, sino del mismo diseño de Europa. Y, como escribía el propio Charles Michel en la carta de invitación a la cumbre, "ha llegado la hora, un acuerdo es esencial. Necesitamos hallar soluciones factibles y llegar a un acuerdo para el mayor beneficio de nuestros ciudadanos". Europa no se terminará de construir entre hoy y mañana, pero del resultado de esta cumbre dependerá que su Unión se culmine algún día.