La estrategia del Gobierno de Navarra de anticiparse al adoptar diferentes medidas y restricciones para tratar de adelantarse al virus y frenar su expansión se está demostrando acertada en esta tercera ola, viendo la situación actual y los datos de la pandemia en la Comunidad Foral. Datos en cualquier caso "inquietantes y preocupantes" según la titular de Salud del Gobierno de Navarra, Santos Induráin, quien ayer ofreció un nuevo análisis sobre el momento actual de la pandemia. Así explicó que, aunque se observa una "cierta ralentización" en el crecimiento de contagios se ha consolidado una tendencia alcista tras el punto de inflexión que supuso el periodo navideño que exige no bajar la guardia en las medidas para evitar la saturación de los hospitales y los problemas que ello conllevaría. De ahí la decisión de mantener quince días más la actuales restricciones, entre las que se incluyen, entre otras, el cierre del interior de la hostelería y la limitación de reuniones en espacios privados a una unidad de convivencia. En definitiva, seguir apostando por la limitación de la interacción social como medida más eficaz para frenar los contagios, junto al mantenimiento de la distancia social y el uso de mascarilla, a la par que avanzar en el proceso de vacunación, un proceso iniciado hace un mes a un ritmo condicionado por el suministro de las dosis por parte de las farmacéuticas y en el que Navarra ha marcado su propia hoja de ruta a corto y medio plazo, por lo que una vez avanzada la vacunación en el sector sociosanitario, en el sanitario y grandes dependientes, priorizarán a la población mayor de 80 años y más tarde a la mayor de 70 años. Con todo ello en marcha, Navarra se encuentra en mitad de esta tercera ola en una situación de riesgo alto que puede llegar a muy alto si no se cumplen de manera estricta todas las restricciones marcadas y dan los frutos esperados y para ello sigue siendo clave la respuesta de la ciudadanía, cuya colaboración, en palabras de Santos Induráin es de "agradecer" porque es decisiva para el objetivo común de superar la pandemia. En este contexto poco o nada ayudan intervenciones políticas como la del alcalde a Pamplona Enrique Maya al cuestionar el cierre del interior de la hostelería porque dice "no conoce estudios que lo avalen". Una declaración que en nada contribuye ni a frenar la expansión del virus, ni a la recuperación de un sector duramente dañado, y al que hay que apoyar con ayudas y hechos, no con palabras oportunistas.