l Gobierno de Navarra ante el momento "delicado y crítico" que se está viviendo en Navarra tras el fuerte repunte de casos positivos, que en el día de ayer superaron los 500, ha decidido dejar en suspenso durante al menos 15 días cuestiones flexibilizadas en la última Orden Foral en relación con el ocio nocturno y la hostelería, que deberán adelantar el cierre a la 1 de la mañana. Una medida que a la luz de los datos y de la situación excepcional a la que se enfrenta Pamplona por las fechas de San Fermín parece de entrada que se queda corta. Le toca al Gobierno mover ficha y hacerlo de manera coherente y sin contradicciones, como alguna de las últimas medidas todavía vigentes, y adelantarse a lo que puede ser una situación más complicada dentro de unos días, a tenor de la previsiones de interacción social propias de los días 6 y 7 de julio en Pamplona. La consejera de Salud del Gobierno de Navarra, Santos Induráin, en una rueda de prensa arropada por los dos vicepresidentes Javier Remírez y José María Aierdi, hizo un "llamamiento urgente" a la ciudadanía a "actuar con la máxima prudencia" para que evite situaciones de riesgo de contagio. En esa misma dirección se pronunció el alcalde de Pamplona, ante la "preocupante" situación. Desde el Ayuntamiento este año no se ha organizado ningún tipo de acto y al contrario se hace una llamada a la población para evitar el centro de la ciudad y por tanto las zonas de posible aglomeración. Apelar en definitiva a la responsabilidad colectiva para tratar de evitar que la curva se dispare, ya no solo entre los jóvenes sino entre el resto de la población. Difícil papeleta también la que le cae a la hostelería, con la responsabilidad de que se cumplan la medidas sanitarias en todos los locales en unos días en los que el riesgo es mucho más alto. Lo cierto es que Navarra ha llegado a su fecha más crítica del verano en un mal escenario por la alta incidencia de contagios entre los jóvenes, tras los viajes de fin de curso a Salou y otros lugares turísticos. Contagios que hasta el momento no se han traducido en una mayor presión hospitalaria, pero que ponen a la Comunidad Foral de nuevo en una situación delicada. La rápida y acertada decisión del Departamento de Salud de cribar a todos los jóvenes esta permitiendo por el momento sacar a la luz los casos positivos y aislarlos, pero es esencial que la cifra no se dispare. Responsabilidad y sentido común, además de extremar las medidas sanitarias y de protección, son los únicos ingredientes que hoy deberían estar sobre la mesa.