or segunda vez desde que el pasado 9 de mayo decayó el estado de alarma, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) ha denegado el toque de queda solicitado por el Gobierno foral. Si entonces la Sala criticó la falta de fundamentos sólidos para justificar la restricción de movilidad, ahora es si cabe más contundente en su rechazo a limitar un derecho fundamental como lo es la libre circulación y vuelve a incidir en la ausencia de datos aportados por el Ejecutivo de Chivite en la orden foral para tener encerrada en sus domicilios, entre la una y las seis horas de la madrugada, al conjunto de la ciudadanía de aquellos municipios que presenten una situación de riesgo muy alto por Covid-19.

El TSJN subraya que el Gobierno de Navarra debería haber identificado la relación de las localidades afectadas, así como los datos concretos de contagios. Añade que tampoco son suficientes los informes policiales que se refieren a la dificultad que existe para evitar los macrobotellones que se vienen sucediendo como forma actual de ocio nocturno. En definitiva, es tal la falta de argumentos expuestos por el Departamento de Salud para solicitar una medida tan restrictiva que el TSJN explica que no está en disposición de pronunciarse sobre si se trata de una "medida idónea", si es "imprescindible" para la finalidad pretendida y si es "proporcionada" de acuerdo con las circunstancias que se dan en estas localidades.

Un tirón de orejas judicial en toda regla a la orden foral presentada el pasado viernes por el Gobierno de Navarra, que al menos sí ve atendidas las otras dos medidas solicitadas, que ya están en vigor desde esta pasada medianoche. Una es la que limita las reuniones en espacios públicos a un máximo de 10 personas no convivientes. Y la otra es la que prohíbe la celebración de pasacalles o kalejiras, las comidas populares y los espectáculos taurinos en espacios no catalogados como plazas de toros. Dado que el Ejecutivo considera necesario e imprescindible acotar la movilidad nocturna para combatir la expansión del virus, su vicepresidente primero, Javier Remírez, se apresuró ayer a anunciar que en breve se emitirá una nueva orden foral solicitando el toque de queda. Habrá que esperar a ver si está suficientemente motivada para que salga adelante.