Arrepentidos los quiere la diestra, como Ximo Puig, que después de pregonar aquí y allá “Bajar impuesto, caca”, ayer anunció una rebaja tributaria de toma pan y moja en la comunidad que (todavía) preside. Imagen la rechifla de los amanuenses al fondo a la derecha.

"Hay que reconocer que Ximo Puig es listo. Se ha dado cuenta de que Ayuso y Moreno tienen razón al adoptar rebajas fiscales"

Francisco Marhuenda (La Razón)

Los principios de Ximo, el camaleón”, se guasea Francisco Marhuenda en el encabezado de su pieza en La Razón. Y después del coscorrón, el azucarillo como premio por copiar a los que saben: “No hace tanto que Puig era uno de los más destacados palmeros presidenciales. Hay que reconocer que es listo. Se ha dado cuenta de que Ayuso y Moreno tienen razón al adoptar rebajas fiscales. Por tanto, las medidas del PP le parecen muy bien”.

En el editorial del diario azulón, un combinado de hiel y miel para el preseidente valenciano por haber comprendido que el PP es el camino, la verdad y la vida en materia fiscal: “El anuncio hecho por el propio Puig, el hombre que más ha subido la presión fiscal a los valencianos, de un programa para deflactar el IRPF, junto con otras medidas de reducción de impuestos, no sólo supone una enmienda frontal a las políticas impositivas de La Moncloa, sino una suerte de justicia poética para quienes han venido apostando por una reducción de la cargas fiscales, como la mejor vía para compensar los efectos de una inflación disparada”.

El director de ABC, Julián Quirós, no cree que Puig haya abrazado por convicción la fe fiscal fetén para meterse a cofrade de Ayuso y Moreno: “Ximo Puig, que lleva años gastando mucho y mal, subiendo los impuestos para financiar televisiones que nadie ve y manipular la identidad valenciana, pocos días después de pedir que se castigue a las autonomías del PP que rebajan la presión fiscal, nos sorprende imitando a Ayuso y Moreno Bonilla. Este también recibe informes demoscópicos y puede más conservar la poltrona que la coherencia”.

En Libertad Digital, y bajo la firma de Emilio Campmany, risas indisimuladas. No tanto por el anuncio de rebaja como por la vía de agua que abre en Moncloa: “Lo más gracioso de la movida de Ximo Puig es lo descolocado que ha dejado a sus correligionarios del Gobierno haciendo lo contrario que dice éste que hay que hacer, bajar impuestos y ajustarlos a la inflación. Es divertido ver lo poco que dura la solidaridad socialista cuando llegan las elecciones. En ese momento, cada cual corre hacia donde cree que encontrará los votos que las políticas del Gobierno les hacen perder. Y a Sánchez, que le den”.

"El movimiento de Ximo Puig invalida el discurso fiscal de su partido"

Pedro J Ramírez (El Español)

Por ahí va también Pedro J. Ramírez en su editorial de El Español, titulado “Ximo Puig dinamita los planes de Sánchez”. Y lo explica así: “El movimiento de Puig invalida el discurso fiscal de su partido, pero, sobre todo, evidencia que es el Ejecutivo el que se niega a bajar impuestos en un momento de recaudación récord por la inflación (el Gobierno recaudará este año 30.000 millones de euros más que en 2021)”.

El Mundo se pone más tremendo y asegura que esto no es una salida de pata de banco de un verso suelto socialista, sino de un alzamiento de los barones en toda regla. “Rebelión fiscal contra Sánchez”, se titula la pieza. Aquí tienen la miga: “La ruptura de sus barones con la línea oficial del PSOE –que tacha de «populismo fiscal» las rebajas de impuestos en Madrid, Andalucía y Galicia– desarbola la autoridad de Sánchez. Patxi López se apresuró a advertir contra las «competiciones a la baja» y abogó por un «Estado fuerte». La quiebra se produce a dos días de que Hacienda presente una subida fiscal para 2023, que irá más allá del tributo a las grandes fortunas”.

A río revuelto, ganancia de venjajistas, como Gorka Maneiro. El que fuera Gunga Din de Rosa Díez en la pecaminosa Baskonia aprovecha el viaje para cargar en Vozpópuli contra los chupasangres del norte: “La eliminación de los regímenes privilegiados a través de un acuerdo entre los dos grandes partidos es lo único que no se plantea, a pesar de ser una antigualla histórica que rompe la igualdad en España. Y es extraño que dos partidos políticos que se dicen nacionales mantengan este elemento de desigualdad social”. Y dale.

Y ya que vamos sin freno, terminamos con Ignacio Ruiz-Jarabo, que se casca una filípica en The Objetive en la que acaban convergiendo ETA, el GAL y la política fiscal de Sanchez. Se lo juro: “También fueron una pequeña proporción de españoles los que resultaron víctimas directas del terrorismo de ETA y no por eso deja de ser execrable lo realizado por los etarras. Mutantis mutandis, el terrorismo de Estado es terrorismo por mucho que sus víctimas sean escasas como sucedió en el caso de los GAL, incluso aunque lo fuera solo una. Si el ámbito en el que se produce la extralimitación dolosa del Estado es el campo impositivo ¿cabría hablar de terrorismo fiscal?”. Y ahí lo deja el individuo...