El héroe del momento en Diestralandia es el Banco de España. ¿Motivo? Pues, según la interpretación más común, haberle bajado a Pedro Sánchez y Yolanda Díaz de la nube presupuestaria.

Presupuestos en papel mojado”, titula el editorialista de El Mundo una pieza que arranca justo con esa idea: “La previsión de crecimiento apuntada por el Banco de España no solo cuestiona una vez más las previsiones macroeconómicas del Gobierno, sino que convierte su proyecto de presupuestos en papel mojado”.

En ABC, la técnica es la misma. El titular (“Correctivo a los presupuestos”) se incluye tal cual en la primera frase: “Con la parsimonia que caracteriza a la institución, el Banco de España aplicó el miércoles un severo correctivo a los números de los Presupuestos que la coalición de Gobierno del PSOE y Podemos dicen haber pactado y vocean durante estos días”.

"El único consuelo que queda es la certeza de que los Presupuestos se hacen para no cumplirse"

Editorial de La Razón

Unos Presupuestos de muy corto vuelo”, dice el encabezado del editorial de La Razón. Esta vez no hay cita de refuerzo en el texto, que avanza en ziz-zag hasta llegar a una curiosa conclusión. Lo bueno es que los presupuestos no se van a cumplir: “Dado que parece altamente improbable que desde La Moncloa se atiendan a estas señales de alarma y el proyecto presupuestario experimente correcciones en su recorrido parlamentario, el único consuelo que queda es la certeza de que los Presupuestos se hacen para no cumplirse. Al menos, al presidente Sánchez, ya le han servido para alimentar las calderas de la propaganda”.

En El Español, Pedro J. Ramírez no pasa por alto la mención al jarro de agua fría vertido sobre las cuentas por la auoridan bancaria española: “Que Pedro Sánchez ha elaborado unos Presupuestos Generales (PGE) abiertamente electoralistas y que caminan en sentido contrario a las necesidades de la economía española lo ha reconocido incluso el Banco de España, que ha alertado del riesgo que supone subir las pensiones linealmente, es decir, independientemente de su cuantía, en aproximadamente un 8,5%, el IPC interanual previsto para noviembre”.

Suma y sigue, Pilar Cernuda pone nombre propio en The Objective al supuesto cantador de las verdades del barquero, que en este caso, sería, del banquero. “De Cos no se casa con nadie”, titula la veterana opinadora una pieza que comienza así: “No debe ser plato de buen gusto que a las pocas horas de hacer público el Gobierno su proyecto de Presupuestos Generales del Estado, salga el Banco de España con unos pronósticos de futuro que echan abajo las previsiones de Calviño y Montero que servían de base para esos presupuestos. El gobernador, que no se casa con nadie, que es lo que debe hacer un buen gobernador de banco central, pone los puntos sobre las íes triunfalistas de los sanchistas, pero no hace falta ser doctor en Economía para llegar a la conclusión de que Hernández de Cos acierta más que el equipo de Moncloa”.

Para no eternizarnos, terminamos (antes de la propina) con Ana Samboal, que en El Debate eleva la media de vitriolo de lo que hemos visto hasta aquí: “Ahora, cuando ni siquiera puede pisar la calle porque los abucheos son atronadores y todas las encuestas de intención de voto le dan la espalda, se juega la reelección en unos Presupuestos que, en el mejor de los casos, dan risa. En el peor, dan miedo. Ni 24 horas han tardado el Banco de España y el servicio de estudios de BBVA en enmendar las cuentas de arriba a abajo”.

"Si crees que el presidente Sánchez es un hijo de puta la solución no es llamarle «hijo de puta», sino fijarte en lo hijo de puta que es"

Salvador Sostres (ABC)

Ojo, que llega el sabroso bonus track. Según Salvador Sostres, todo lo anterior son lloriqueos de quien no sabe enfrentarse a Pedro Sánchez como se debe. Su columna de hoy en ABC es una especie de manual para hacer frente al Real Madrid de la política española. Y hasta le llama hijo de puta como quien no quiere la cosa. Verán que no me invento nada: “Pedro Sánchez es el Real Madrid y parecéis el Barça quejándose del árbitro. El fútbol va sobre ganar y la política sobre el poder, que es lo mismo. Si crees que el presidente Sánchez es un hijo de puta la solución no es llamarle «hijo de puta», sino fijarte en lo hijo de puta que es, aprender a serlo más que él y hacerte con su poder para llevar a cabo las políticas que consideres oportunas y por las que igualmente serás odiado por la otra mitad de España”.