Lo cierto es que no es la primera vez que los amanuenses de orden hablan de la transmutación del presidente del gobierno español en funciones en su otrora vicepresidente y fundador de Podemos. Pero, tras la arenga de Sánchez a sus fieles con acta a punto de caducar, se ha vuelto a sacar a paseo la analogía.

ABC lo hace a todo trapo en primera página, con un titular que no solo es el de apertura sino también el de su editorial, algo que solo se hace en ocasiones excepcionales. El enunciado no puede ser más corto y directo: “Sánchez ya es Podemos”. En la letra menuda de la pieza se refrita la idea y, por supuesto, no quedan sin mencionar los comodines habituales: “Y ahora, cuando los socialistas navarros simulan dignidad frente a Bildu para no estropear más las pobres expectativas electorales de Sánchez, vuelve Otegi a levantar el velo socialista de la mentira con una frase cruda y directa: «Creen que la gente es boba... llevamos cuatro años haciendo las cosas juntos», dijo. Y tiene razón, porque además de apoyar los presupuestos o la memoria histórica, Bildu ha sido miembro fiel de la coalición parlamentaria del Gobierno. Esas «cosas» que Sánchez y Otegi han hecho juntos son las que no van a desaparecer en esta súbita campaña con la que los socialistas aspiran a una amnesia colectiva de los españoles. Y menos aún, con el Sánchez más populista jamás visto”.

"Sólo les falta una lista única de PSOE-Podemos-Sumar para concurrir juntos al 23J, porque sus discursos son ya indistinguibles"

Julián Quirós (ABC)

El director del vetusto diario, Julián Quirós, insiste en la identificación del aspirante a la reelección con los morados: “Sólo les falta una lista única de PSOE-Podemos-Sumar para concurrir juntos al 23J, porque sus discursos son ya indistinguibles, sobre todo desde el alarde de victimismo, incitación al miedo y frentismo con el que el presidente del Gobierno se dirigió ayer a su grupo parlamentario. Sánchez ya es como Pablo Iglesias, cuando habla de sus enemigos «que dominan los grandes medios de comunicación y los programas de máxima audiencia»”.

Suma y sigue, Ignacio Camacho también avienta la comparación y, por medio, deja caer la (interesante idea) de que, en realidad, la estrategia trumpista es la del líder del PSOE y la de Podemos: “El candidato se ha lanzado a una ofensiva populista a base de palos de ciego y lo mismo apela al voto del miedo que arremete contra los medios calcando el discurso antistema –trumpista– de Podemos. Se avecina una campaña brutal, espasmódica, desquiciada; un oleaje de juego sucio, trabado, feo en busca del enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Spoiler: en 'Moby Dick' la aventura del arponero terminaba en el fondo del océano”.

El Mundo dice lo mismo, pero con una variante formal. El titular de su primera plana es “Sánchez radicaliza el PSOE ante el desierto que deja Podemos”. Curiosamente, en la noticia de referencia del interior el encabezado es otro: “Sánchez resucita el dóberman”. Y en el editorial, la alusión al hoy activista mediático y líder en la sombra del partido que fundó: “El mensaje, que recuerda al Pablo Iglesias que comenzó su carrera política en las tertulias, es peligroso. Un presidente del Gobierno debería gobernar para todos los ciudadanos y no descalificar a los que lo han votado”.

"También se parece al Pablo Iglesias desesperado de la fallida alerta ultra contra Ayuso en 2021"

Leyre Iglesias (El Mundo)

Justo en la página anterior, Leyre Iglesias repite esa analogía, y añade otras de su cosecha: “Parecía un discurso norcoreano con todos los diputados y senadores dejándose las palmas. Ha sonado a morir matando, pero quién sabe. Lo que Sánchez hizo ayer ya lo conocemos. Es el Sánchez de aquella entrevista con Jordi Évole en 2017 cuando se empleó a fondo en radicalizar a las bases del PSOE para borrar a los barones que le habían obligado a dimitir. Lo consiguió. También se parece al Pablo Iglesias desesperado de la fallida alerta ultra contra Ayuso en 2021”.

Por ahí va también el editorialista de El Español (normalmente, Pedro J. Ramírez en persona), solo que la alusión a al entusiasmo de los acólitos no es a Corea sino a China. Y claro, Iglesias también aparece citado: “De la intervención de Pedro Sánchez ayer ante sus diputados tras la debacle del PSOE en las elecciones municipales y autonómicas queda la duda de qué resulta más inquietante: si la media hora de soflamas radicales y acusaciones infundadas contra la oposición, o si los dos minutos y medio de efusivos aplausos de los parlamentarios socialistas, que proyectaron una imagen más propia de China que de España. Con su podemización, Sánchez no sólo regala el centro a Feijóo. El candidato socialista debió sacar algo en claro de la derrota de Iglesias en la Comunidad de Madrid. Al echarse al monte, Sánchez se lo pone fácil a los españoles”.

En El Debate, Ana Samboal también lo dice con tres palabras en el título: “Pablo era Pedro”. He aquí la explicación: “Sí, algunos estábamos equivocados. Creíamos que era Pablo el que ponía en la diana a los profesionales de la información. Y al parecer, lo suyo sólo eran las rabietas propias del niño mimado. Eras tú el que se escondía tras su coleta”.

" El día que Sánchez se unió en un abrazo a Pablo Iglesias se firmaba el acta de defunción política de miles de responsables socialistas"

Alfonso Guerra (Te objective)

Y para terminar, les copio y pego parte de la azotaina que le inflige a Sánchez el incombustible Alfonso Guerra en The Objective. Y, por supuesto, también hay referencia a Iglesias: “Abandonar el socialismo liberal que había impregnado la acción del PSOE durante 140 años para substituirlo por una alianza de radicales, populistas, independentistas y herederos del terror significaba un cambio brutal en la tradición y el pensamiento del PSOE. (…) El día que Sánchez se unió en un abrazo a Pablo Iglesias se firmaba el acta de defunción política de miles de responsables socialistas”.