os casos se triplican por días. A este paso las vacaciones en agosto las vamos a pasar confinados... Dos tercios de los positivos en covid de esta semana tiene menos de 30 años; de 18 a 22 en el último brote, conectado "con la vida social y de ocio nocturno en Pamplona". La consejera de Salud decía ayer que los chavales no deben confiarse, que el virus también deja secuelas a nivel físico y psicológico. No sólo eso. La mayoría tiene un vínculo (incluso vive) con personas mayores. Y salir para pasar el rato puede salir caro. Así que no va a ser fácil lidiar este verano. Tampoco para los padres. El Gobierno foral ha decidido el cierre de bajeras y piperos. Vale, de acuerdo, pero en calles, aceras y puerta de bares seguirán encontrándose después de tres meses confinados. Nos podemos volver locos limpiando las escaleras de las piscinas porque a la salida se arremolinarán sin guardar distancia. No sólo ellos. En celebraciones familiares o de amigos nos parece que no nos contaminamos. En realidad preferimos volver a confinarnos veinte veces en un año pero poder salir y desfogarnos cuando nos sueltan cuerda. No somos Finlandia. Tampoco entiendo muy bien la razón por la que no se identifican los brotes por barrios o zonas por muy reponsabilidad que sea de tod@s. Información clara. ¡Y vacuna ya!