ablar de derechos humanos suele ser lo que acompaña a todos los discursos políticamente correctos. Todos los grupos políticos los protegen y defienden. Se ha decretado el estado de alarma para evitar los contagios y luchar contra la pandemia del coronavirus COVID-19, y no podemos olvidar a tantas familias que malviven hacinadas en una habitación, todos sus miembros y pertenencias, mientras la institución pública, ayuntamientos y Gobierno de Navarra, así como instituciones privadas, bancos, sus inmobiliarias y la iglesia mantienen muchos de sus pisos vacíos y cerrados y/o edificios semideshabitados.

Sí, vacíos y cerrados mantiene el Ayuntamiento de Pamplona-Iruña 57 pisos municipales en el Mercado del Ensanche y en la vieja Estación de Autobuses, también está vacío el súper piso de 10 habitaciones en paseo Sarasate, mientras no hay un solo lugar público donde pueda ser acogida una familia desahuciadacon niños.

Mientras, el Gobierno de Navarra paralizado y sin decidirse a comprar pisos usados para ampliar urgentemente el parque de vivienda pública de alquiler.

Pisos vacíos también los que mantiene la Iglesia, y no sólo pisos, residencias y conventos enormes, vacíos o semivacíos, infrautilizados.

Qué decir de las entidades bancarias, con mucha obra social en marcha, pero con todos los pisos de familias desahuciadas a la venta en sus inmobiliarias y sin intención de que la vivienda cumpla con su función social de uso, sino persiguiendo especular y ganar dinero con ella.

La brecha entre quienes tienen un hogar y quienes malviven hacinadas en pisos patera es importante. Sin vivienda no hay posibilidades de inclusión. Son más de 280 las solicitudes recogidas por la Oficina de Vivienda Municipal para poder acceder a un piso de emergencia habitacional. Son más de 2.300 las familias que viven en habitación que han sido cuantificadas por los servicios de Cáritas en toda Navarra.

Y ahora viene el coronavirus, una pandemia, y afloran las miserias sociales de una sociedad desigual. Nos preguntamos si es posible vivir, con cierta higiene, con bebés, niños y niñas, algún adolescente, aislados en 9 m2 durante dos semanas, porque "una habitación no es un hogar". Nos preguntamos cómo cerrar la puerta al coronavirus si vives en pisos donde cohabitan 12-14 o 16 personas, espacios tan pequeños, sin ventilación, sin calefacción, con muchas humedades. O cómo vivir solo y aislado en una habitación.

Infancia recluida en habitación por el coronavirus

Vivir en habitación disminuye la protección de los menores. Vivir en habitación fría obliga a menudo a compartir espacios íntimos o incluso el lecho con personas adultas, sean familiares o no. Si a ello se añade la no presencia de un adulto responsable de referencia por horarios laborales y tener que permanecer al cuidado de adultos desconocidos... es más que previsible que el riesgo de desprotección y de producirse ciertos atropellos y abusos aumente.

Vivir en habitación condena a la infancia a un espacio pequeño (porque no se tiene derecho a más dependencias) y significa que se le impide, entre otras actividades, jugar y disponer de juguetes. Si sabemos que del juego se derivan importantes consecuencias sobre el desarrollo cognitivo, motriz, social y afectivo, y que el mismo adquiere una particular trascendencia en la formación de su carácter y de sus hábitos, de autonomía, de higiene..., se puede afirmar que también dicho desarrollo queda comprometido.

En general, se están vulnerando los derechos recogidos en la Convención de Derechos del Niño que España firmó en el año 1989. El art. 27.3 establece que los estados proporcionarán "en caso necesario, asistencia, material y programas de apoyo, particularmente con respecto a la nutrición, el vestuario y la vivienda".

Nos preguntamos si la Fiscalía del Menor está actuando para defender el interés superior de estos menores condenados a vivir en habitación.

El coronavirus aflora las politicas públicas de vivienda como insuficientes

Vivir en una sola habitación y protegerse del coronavirus es prácticamente imposible. Compartir un único cuarto de baño para todas las familias que conviven en un piso patera y no infectarse, un milagro. Luchar contra esta enfermedad si un miembro de la familia está infectado es radicalmente imposible. ¿Cómo aislarlo del resto de la familia si no tienen más que una habitación?

Las cosas son así porque las políticas públicas de vivienda no son suficientes y no llegan al sector de población del que hablamos. La ley de derecho subjetivo a la vivienda queda en una ayuda económica y no facilita el acceso a la vivienda. Es tarea urgente objetivar, cuantificar y censar esta realidad de exclusión residencial a fin de conocer, con rigor, su alcance. Para ello los servicios sociales de base, colegios, centros de salud y cualesquiera otras entidades afectadas deberían ir elaborando un censo de mujeres, personas y familias que se encuentren en situación de emergencia habitacional, que malviven en habitaciones realquiladas y/o residen en infraviviendas sin atreverse a denunciar a quien se lo alquila.

La pobreza extrema, junto a la injusticia de los pisos cerrados y vacíos, un despilfarro que ahora con el coronavirus va a mostrar su repercusión en la salud y también va a hacer aflorar a esa clase política o de poder, incluso eclesial, que sostiene sin avergonzarse a las gentes en situación de pobreza severa y de grave vulnerabilidad social, como si fuera ley de la naturaleza guardar el orden de pisos vacíos sin gente y familias hacinadas con todas sus pertenencias en una habitación.

Por ello solicitamos que en el protocolo de acciones del Ayuntamiento de Pamplona por el coronavirus se ordene, de forma inmediata y urgente, para hacerlo en unos días, la revisión y apertura de todos los pisos municipales posibles, para ubicar en ellos a las familias solicitantes de vivienda de emergencia habitacional que actualmente viven en habitacion realquilada de pisos patera o en local o bajera, o en infravivienda.

Plataforma de Afectados por Hipoteca, Desahucios de Alquiler e Infravivienda del Casco Viejo de Pamplona

Qué decir de las entidades bancarias, con mucha 'obra social' en marcha, pero con todos los pisos de las familias desahuciadas a la venta en sus inmobiliarias

Solicitamos, de forma urgente, la revisión y apertura de todos los pisos municipales posibles, para ubicar a las familias solicitantes de vivienda de emergencia habitacional