a pandemia por coronavirus constituye una crisis sanitaria de primera magnitud, pero aunque algunos se empeñen en hacernos creer que esto es una guerra, no lo es. Se trata de un problema sanitario contra el que hay que implementar medidas sanitarias y el resto sólo cuando fuesen estrictamente necesarias. En cualquier caso, se esté o no de acuerdo, es momento de mantener la unidad para hacer más eficientes las medidas adoptadas y remar todos en el mismo sentido. Tiempo habrá para analizar en profundidad errores y aciertos de todos en la gestión de la pandemia. Pero ya se pueden hacer algunas reflexiones.

Todos los informativos abren haciendo referencia al número de contagiados, fallecidos,€. para mostrar a continuación imágenes de hospitales de Madrid insistiendo en el "colapso en los hospitales españoles". Extrapolar la información de la Comunidad de Madrid a todo el Estado provoca que la información no sea exacta y merece un primer comentario.

En estos momentos los profesionales sanitarios españoles, de cualquier comunidad, tienen una sobrecarga asistencial brutal, y trabajan sin los suficientes medios de protección individual y con evidente riesgo de contagio. Pero lo asumen por su gran compromiso con la salud de la ciudadanía y porque los sanitarios consideran, consideramos, el riesgo de contagio como algo inherente a la profesión. Vaya mi reconocimiento, agradecimiento, felicitación y apoyo a todos ellos.

Se extrapolan las informaciones de Madrid a todo el Estado y se han aplicado iguales medidas a todas las CCAA con objeto de no colapsar el sistema sanitario. Pero ni el sistema sanitario ni la situación actual son iguales en todas ellas. El modelo de gestión de la sanidad pública en Madrid no es ejemplo de buen modelo de sistema sanitario público, sino más bien de todo lo contrario.

Vamos a los datos hasta este momento, sabiendo que pueden cambiar en horas, y por lo tanto dejar de tener validez todo lo demás. El pasado día 25, Navarra era la tercera comunidad del Estado con mayor incidencia acumulada de casos confirmados en los últimos 14 días sólo superada por la comunidad de La Rioja y Madrid (datos del Instituto de Salud Pública de Navarra). Ese día en Madrid había 14.597 casos confirmados sobre algo más de 6,6 millones de habitantes (224,6 casos por cada 100.000 habitantes, o, lo que es lo mismo para una mejor comprensión, estaba confirmado el coronavirus en 0,22% de la población). En La Rioja había 928 casos en una población de algo más de 315.000 habitantes (294 por 100.000, o lo que es lo mismo 0,29%), y en Navarra se habían contabilizado 1.197 sobre unos 640.000 habitantes (185,9 por 100.000, es decir 0,18 %).

Estas cifras suponen un gran número de enfermos para los que los sistemas sanitarios no pueden estar preparados, sobre todo en recursos como camas de cuidados intensivos que requieren estos enfermos, mayoritariamente mayores y pluripatológicos, pero también jóvenes con una grave afectación.

¿Pero a qué puede deberse que mientras en Madrid están colapsados los hospitales no sea así ni en Navarra ni La Rioja con una incidencia acumulada similar de casos positivos de coronavirus? Hace 4 días la presidenta de Navarra, María Chivite, afirmaba "no contemplamos que puedan darse situaciones de colapso del sistema sanitario", y aunque reconocía problemas de abastecimiento de material médico aseguraba que todavía "tenemos un amplío margen". El gerente del Servicio Riojano de Salud (Dr. Alberto Lafuente) el día 20 aseguraba "no existe riesgo de colapso del sistema sanitario riojano por la pandemia".

¿Se puede pensar que las diferencias radican en la fortaleza de los distintos sistemas sanitarios públicos de nuestro país, ya que existen diferencias en ratios de camas y profesionales entre las distintas CCAA? ¿La progresiva privatización del sistema en detrimento de la sanidad pública llevada a cabo en Madrid un modelo inadecuado, peligroso e inaceptable? Parece que sí.

Ya en 2016 Eurostat (Oficina Estadística de la Unión Europea) recogía que Madrid contaba con 277,09 camas por 100.000 habitantes, la mitad de las que contaba Atenas y casi la cuarta parte de las de Budapest. El 14 de mayo de 2019 publicaba La Vanguardia un artículo titulado La privatización del PP deja la sanidad madrileña en la UVI, en el que afirmaba que la legislatura se iba a cerrar con 793 camas menos en los hospitales públicos madrileños.

Según el informe de la FADSP (Federación de Asociaciones de la Sanidad Pública) de agosto de 2019, el ratio de camas en hospitales públicos en Madrid era de 3,37 por cada 1.000 habitantes, mientras en Navarra era de 3,61 por 1.000 habitantes.

Según este mismo informe también hay diferencias en el número de profesionales. Por ejemplo, en atención especializada en Madrid había 2,14 médicos y 3,73 enfermeras por cada 1.000 habitantes mientras en Navarra había 2,6 médicos y 4,88 enfermeras. Todo eso llevaba a situar entre las mejores a la sanidad pública navarra y calificar como "deficiente" a la de la Comunidad de Madrid.

¿Después de conocer estos datos es descabellado pensar que el colapso de los hospitales madrileños en estos momentos de crisis pueda deberse a un modelo de gestión del sistema sanitario público inaceptable? ¿Realmente, a día de hoy, su situación es extrapolable a otras comunidades autónomas?

El autor es exconsejero de Salud del Gobierno de Navarra. Doctor en Medicina y Cirugía.