as/los abajo firmantes, cargos y excargos públicos, activistas culturales y sociales, expresos, militantes todos de la izquierda abertzale, queremos exponer a las organizaciones cercanas y a todo Euskal Herria nuestro apoyo a la iniciativa que centenares de músicos y agentes culturales de nuestro país han hecho para la recuperación de la primera estrofa del Gernikako Arbola, como himno nacional de los siete territorios.

Aplaudimos la iniciativa porque intenta, en palabras de Telesforo Monzón, recomponer el jarrón roto, hacer país, unirlo y dotarlo de lo que todos los pueblos del mundo poseen, un himno para cantar unidos y expresar sus anhelos de libertad. Durante siglo y medio el Gernikako Arbola representó esos anhelos, dentro del foralismo para unos, de la solidaridad internacionalista y del laicismo para otros y del independentismo finalmente. El carlismo y el liberalismo fueron los primeros en cantarlo; siguieron luego los republicanos y las izquierdas; luego lo cantaron los bizkaitarras y así llegó a las primeras generaciones de la moderna izquierda abertzale. La apuesta vital que hicimos en estos últimos cincuenta años, representada en nuestro himno, el Eusko Gudariak, no nos hace olvidar que un pueblo necesita referencias que lo representen en su conjunto, como es la lengua, el mapa territorial, los medios de comunicación, las tradiciones, la memoria colectiva, la(s) bandera(s) y, por supuesto, un himno nacional, todo ello con el máximo consenso posible.

Como decían los músicos impulsores de la propuesta, ningún texto en euskera, ninguna melodía, ningún himno vasco, ha tenido la transversalidad, la épica, la presencia en todo el territorio y la proyección internacional del Gernikako Arbola. Desde las guerras forales hasta la destrucción de Gernika y el exilio posterior, el himno ha estado presente en todos los momentos históricos y reivindicativos de nuestro pueblo.

Esta necesidad de símbolos que articulen al país es más sensible aún en herrialdes como Nafarroa o Iparralde, donde en estas décadas han sufrido el acaparamiento, por parte de la Comunidad Autónoma Vasca, de símbolos y conceptos que pertenecían a todos y por los que hemos luchado con denuedo. Es lo que ha ocurrido con el topónimo Euskadi que ha quedado relegado en exclusividad a las tres provincias, e incluso el concepto País Vasco se aplica solo a esa parte reducida del país, gracias a los poderosos medios de comunicación vascos y españoles. En Nafarroa Garaia, la ikurriña está cada día más perseguida y cuestionada; el gentilicio vasco en desuso. La división administrativa y territorial que nos impusieron en la Transición ha ido separando el país y hasta el asociacionismo vasco-navarro, existente hasta en el franquismo, ha desaparecido.

El Gernikako Arbola ha sido defendido y cantado por todos los partidos de Euskal Herria, los de antes y los de ahora. A nosotros nos legaron su testimonio Eli Gallastegi, Telesforo Monzón, Federico Krutwig o Txabi Etxebarrieta, entre otros. En esta nueva etapa política, por las circunstancias que todos conocemos, sabemos que ni el Gora ta gora, ni el Himno de las Cortes de Navarra, ni nuestro querido Eusko Gudariak, ni mucho menos cualquier otro canto, va a convertirse en un himno nacional, aglutinador de todos los vascos y vascas. Respetemos a todos ellos en sus respectivos espacios, pero de la misma manera que hemos recuperado el topónimo Euskal Herria para abarcar a los siete territorios, creemos que es factible y necesario volver a recuperar el himno que más ha unido el Zazpiak bat durante generaciones.

Y como estamos seguros de que la clave está en la actitud que adopte la Izquierda Abertzale, le animamos a que asuma con decisión el histórico Gernikako Arbola como himno nacional de toda Euskal Herria, e invite a recuperarlo a toda nuestra sociedad. Ojalá que en el próximo Aberri Eguna o en el próximo partido de cualquier selección vasca, podamos cantarlo unidos.

Firman este artículo: Adolfo Araiz (Tafalla); Laura Mintegi (Algorta-Getxo); Eugenio Etxebeste(Donostia); Miguel Castells(Donostia); Itziar Aizpurua (Deba); Joseba Asiron (Iruñea); Filipe Bidart (Baigorri); Txutxo Abrisketa(Ugao-La Habana); Alfonso Etxegarai (Plentzia); Kristian Etxaluz (Domitxine); Tasio Erkizia(Lesaka); Karlos Almorza (Amasa); Grazi Etxebehere(Ortzaize); Javier Salutregi(Ea); Julen Aginako(Urduña); Patxi Urrutia(Amaiur); Gloria Rekarte(Iruñea); Iñaki Ruiz de Pinedo (Gazteiz); Xabier Alegría(Pasaia); Elena Bartolomé (Bilbo); Iñaki O`Shea (Barakaldo); Koldo Gorostiaga (Hiriburu); Iñaki Egaña (Donostia); Jesús Casajús (Murtxante); Arantza Arruti (Zarautz); Francisco Letamendia "Ortzi" (Algorta-Getxo); Koldo Lakasta(Beire); Izazkun Rekalde (Tolosa); Angel Rincón (Cortes); Camino Mendiluze(Altsasu); Jose Mari Esparza(Tafalla); Santi Lorente(Tudela); Mariné Pueyo (Falces); Santi Kiroga (Uharte); Jose Ramon Etxebarria(Gernika); Jose Angel Urteaga (Santurtzi-La Habana);Txemi Gorostiza (Sestao-Uharte); Iñaki Aldekoa (Amorebieta); Sagrario Alemán(Etxaleku); Hartzea López (Angelu); Kiko Lako (Agoitz); Allande Etxart(Maule); Joseba Alvarez (Donostia); Elena Urabaien (Eguzkitza); Sabino Cuadra (Amurrio-Iruñea); Joxe Iriarte "Bikila" (Oiartzun); Patxi Zabaleta (Leitza); Ibon Arbulu (Bilbo); Iñigo Iruin (Donostia); Teresa Toda (Hernani); Jose Luis Elkoro (Bergara); Karmelo Landa(Ea); Patxi Erdozain (Agoitz); Kontxi Erro(Lesaka) y Joxemari Olarra(Amasa)