a semana pasada, el delegado del Gobierno en Navarra, en la clausura de una jornada sobre el trabajo policial, elogió la labor realizada por el Gobierno de España en dos asuntos que entendemos de importancia: el aumento del número de efectivos de Policía Nacional y de Guardia Civil, tanto en el conjunto de España como en Navarra, así como el incremento de la remuneración de los agentes de ambos cuerpos, que han alcanzado la equiparación salarial con la Ertzaintza y los Mossos d’Escuadra. Suponiendo conocidas nuestras reivindicaciones en ambos asuntos, desde APF queremos manifestar lo siguiente:

1º.- Los datos facilitados por el señor José Luis Arasti apuntan que en Navarra, entre diciembre del 2017 y diciembre del 2021, se han incorporado un total de 187 nuevos efectivos de PN y GC, llegando así a un total de 2.280. En Policía Foral, somos en la actualidad 9 efectivos más que en el año 2011, sumando un total de 1.093.

2º.- Desde el más escrupuloso respeto al trabajo que desarrollan el resto de cuerpos policiales, no nos cansaremos de reiterar la carga de trabajo que soportamos los policías forales, seguramente por eso de ser la policía de referencia. Y para ello basta acercarse a los Informes de Criminalidad2020 y 2021 para conocer que esos 1.093 efectivos de la Policía Foral, que suponen el 25% del total de policías que operan en Navarra, atendimos el 45 % de los delitos graves que se denunciaron. En cuanto a la seguridad vial, las estadísticas apuntan que atendemos entre el 65 y el 75% de los accidentes de tráfico, subiendo hasta el 80% en investigaciones con accidentes mortales.

3º.- Según reconoció el propio Arasti, el Gobierno de España ha invertido 600 millones de euros en estos tres últimos años en la modernización de instalaciones policiales y en el Acuerdo de Equiparación Salarial de las policías estatales con la Ertzaintza y los Mossos d’Escuadra, entendiendo que el capital humano es el “activo más valioso”. Esas importantes mejores retributivas (de las cuales nos congratulamos), han agravado la brecha salarial entre la Policía Foral y estos cuerpos de seguridad, obviando el derecho de “a igual trabajo, igual salario”. Incluso resulta más a cuenta ser agente de policía municipal en muchos municipios de Navarra, ya que gracias a los acuerdos que alcanzan en sus respectivas negociaciones colectivas, cuentan con beneficios (consideración de los sábados como festivos, días de fiestas patronales, bolsas de horas, indemnización por vestuario de paisano...) que a nosotros se nos niegan.

Y 4º.- Portavoz cualificado del ministro del Interior, el delegado del Gobierno no ha necesitado la habilitación legal del Ministerio de Hacienda que nuestro consejero de Interior dice precisar para aprobar el desarrollo reglamentario de la Ley 23/2018 de Policías de Navarra. Nos referimos a esa habilitación legal que tanta polvareda ha levantado y de la que nadie sabe nada acerca de su presunta tramitación. Como tampoco la han necesitado los alcaldes de Alsasua, Azagra, Berriozar, Burlada, Castejón, Cintruénigo, Corella, Egüés, Estella, Pamplona, Peralta, San Adrián, Tafalla, Tudela o Villava. Todos ellos, y en no pocas ocasiones atendiendo reclamaciones de los sindicatos de clase, han aplicado los correspondientes estudios de puestos de trabajo que se establecen en la Ley 23/2018.

En el horizonte inmediato de la Policía Foral se encuentra el día de nuestro patrón, que celebraremos el 11 de junio ante la imposibilidad de haberlo celebrado en su momento por mor de la pandemia. Esa jornada nos ofrece un momento y un marco idóneo para trasladar a nuestras autoridades la opinión de nuestro colectivo acerca de su gestión de los recursos humanos, sobre ese “activo tan valioso” que somos los hombres y mujeres que integramos la Policía Foral. A día de hoy, ya decimos, esa opinión resulta negativa, pero creemos que hay tiempo suficiente para que cambie. Solo es preciso que se avance definitivamente en la aprobación de la reglamentación pendiente de la Ley 23/2018 y que se haya hecho realidad, aunque con cuatro meses de retraso, el adelanto de la edad de nuestra jubilación, que el señor consejero de Interior fijó en el mes de mayo. Si hay voluntad política, entendemos que tampoco pedimos tanto.

*Sindicato APF