Nos aproximamos a una convocatoria de elecciones municipales y autonómicas, y no me resisto a unas reflexiones que tienen que ver con la Mancomunidad y que quizás puedan ser tenidas en cuenta por quienes van a presentar su candidatura a las mismas. Las he dividido en tres partes (movilidad, residuos y abastecimiento). Vaya por delante que son temas importantes pero un tanto áridos y pido disculpas de antemano por el ladrillo.

Por parte de la ciudadanía, colectivos y no pocas entidades locales hay una demanda cierta de que la Mancomunidad asuma nuevos retos, para lo que habría que modernizar sus Estatutos, que están algo desfasados, de forma que se incluya la movilidad como tal, no solo bus y taxi. Los ayuntamientos de la Comarca deberán refrendar este año si desean que la Mancomunidad sea un agente que pueda intervenir más decisivamente, por ejemplo, en la movilidad ciclista o en desarrollar aspectos del PMUS de la Comarca de Pamplona. No podemos olvidar tampoco que buena parte de las poblaciones no urbanas de la Comarca no tienen ningún tipo de transporte público viable. Es una situación que hay que revertir, y conseguir que no dependan de los coches particulares para acudir a la ciudad, lo que beneficiaría a los pueblos y a la ciudad. Quizás sería una buena idea que fuera la Mancomunidad la que gestionara todo el transporte de viajeros en su ámbito territorial. Piénsenlo.

Hoy por hoy la Mancomunidad gestiona el transporte público de Pamplona/Iruña por cesión del Ayuntamiento de la capital, y también el del resto de ayuntamientos del área metropolitana por cesión del Gobierno de Navarra, que es el competente. Si se confirma la tendencia actual, es probable que en este 2023 se vuelvan a alcanzar los 40 millones de desplazamientos pre-pandemia, en torno a unas 140.000 personas cada día. Todo es mejorable (paradas, recorridos), pero es una tasa de uso mayor que la de ciudades de nuestro tamaño y tiene una valoración muy buena por parte de la población usuaria (un 8’1 sobre 10 en 2022). Su coste es muy razonable y también inferior al de ciudades de nuestro entorno.

El mayor apremio sobre el servicio viene dado por las incesantes demandas de mejoras de frecuencia, oferta nocturna y cobertura. Demandas justificadas que, en la mayor parte de las ocasiones, no pueden ser hoy por hoy atendidas por falta de recursos económicos. Todos los recorridos y medios (personal, autobuses, logística) están técnicamente medidos y ajustados, y cualquier pequeña modificación suele suponer un coste inasumible. El servicio debe de crecer en autobuses, instalaciones y personal para atender a una población creciente, cada vez más expandida y, se supone, con un cada vez menor uso del coche privado.

Y eso evidencia la necesidad de revisar la financiación del servicio. Exceptuando las ayudas extraordinarias actuales, que tienen un carácter temporal, los billetes cubren algo menos de la mitad del coste (45%), el resto se financia con aportaciones de los ayuntamientos (20%) y del Gobierno de Navarra (35%). Se precisan más ingresos si queremos ampliar servicios. Una posibilidad es permitir a la Mancomunidad establecer una tasa de movilidad en la Comarca, como se hace en la mayor parte de Europa y otros enclaves como el área metropolitana de Barcelona. La otra opción pasa inexcusablemente por una mayor aportación económica de ayuntamientos y Gobierno.

Esto es así, no se puede soplar y sorber a la vez. No se puede apostar por más movilidad pública y menos coches privados, y no proporcionar a la Mancomunidad más recursos o la posibilidad de obtenerlos. Debe dotarse al transporte público urbano de un marco financiero estable y previsible, que no esté cada año al filo de la navaja, pendiente de una subvención. Si el transporte público debe crecer, si nos lo creemos, debe aumentarse la inversión en el mismo y en acomodar el espacio público (carriles bus, priorizaciones..) para que sea veloz.

En resumen, la Mancomunidad cuenta con una implantación territorial y un fuerte y contrastado aparato técnico que se puede aprovechar aún mejor, dotándola de medios económicos y legales para atender la movilidad de la ciudadanía. Yo lo aprovecharía.

El autor es presidente de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona por Independientes. Alcalde del valle de Ollo