El gobierno de Mariano Rajoy afrontó la pasada crisis financiera con recetas neoliberales que, lejos de acompañar a las personas, las dejaron desprotegidas en momentos de extrema dureza.

El Partido Popular optó por transferencias mil millonarias a los bancos que tuvieron que ser rescatados con dinero público y se olvidó de las clases medias y trabajadoras de nuestro país, que eran las que realmente estaban padeciendo la crisis. Quiero recordar, porque la memoria a veces nos juega malas pasadas, que hace diez años la tasa de paro era del 26% y que había 6 millones de personas desempleadas en España. La tasa de paro juvenil se situaba en un indecente 57% y muchos de nuestros jóvenes se veían obligados a emigrar en busca de oportunidades laborales.

Se tardaron más de 8 años en recuperar los niveles previos de PIB y 10 años, los de empleo.

En marzo de 2020 el mundo se paralizaba debido a la COVID-19. La pandemia puso en riesgo nuestro estado del bienestar y nuestra economía y obligó al Ejecutivo a tomar decisiones muy complicadas y a adoptar fórmulas de gestión valientes para impedir que fueran los ciudadanos quienes, una vez más, tuvieran que soportar toda la carga de la crisis. Es decir, decidimos poner en el centro de nuestras políticas y decisiones a las personas.

Así, se aprobaron los ERTE, que permitieron salvar más de 3,5 millones de empleos y miles de empresas, ayudas directas a trabajadoras y trabajadores autónomos o ayudas a los sectores más perjudicados por la pandemia.

Con la respuesta económica y social del Gobierno de España, ya hemos conseguido recuperar el nivel de empleo y prácticamente los niveles del PIB previos a la covid y todo ello, sin aumentar la desigualdad.

El 24 de febrero se cumplió un año del comienzo de la invasión de Ucrania. Un conflicto bélico a las puertas de Europa que nos ha traído inestabilidad económica y más incertidumbre. El Gobierno de España aprobó un ambicioso plan de respuesta a la guerra que está movilizando más de 45.000 millones de euros con el único objetivo de seguir protegiendo a las personas. Este enorme esfuerzo y medidas como la bajada del IVA para moderar la subida de la energía y de los alimentos, la solución ibérica que limita la repercusión del precio del gas en el precio final de la electricidad, ayudas a las familias, PYMES y sectores estratégicos, o el apoyo al transporte público nos han permitido, a pesar de los agoreros, acabar el año 2022 con un incremento del PIB superior al 5%, con la inflación más baja de toda Europa y con niveles récord de empleo.

España es un país que no sólo ha hecho los deberes, sino que toma la iniciativa y aporta soluciones. Que, por primera vez en un escenario global de crisis, encabeza el crecimiento en Europa. Que lidera la ejecución del Plan de Recuperación. Que atrae inversión extranjera en sectores de futuro. Un país que es líder mundial en turismo y que en 2023 batirá un nuevo récord al llegar a los 85 millones de turistas, por encima de las cifras previas a la pandemia. Un país empeñado en liderar la transición energética, que acoge ya el 20% de todos los proyectos relacionados con el hidrógeno verde en el mundo.

Vamos a seguir protegiendo a las grandes mayorías de los efectos de la guerra y vamos a seguir avanzando hacia una España que se reindustrialice y que sea más sostenible, más cohesionada y más justa.

Gracias a la reforma laboral, se han creado casi 500.000 nuevos empleos durante 2022 y se han triplicado los contratos indefinidos.

Hace unos días fue aprobada con los votos de una gran mayoría del arco parlamentario del Congreso de los Diputados la ley que va a permitir revertir la reforma de las pensiones de 2013 del Partido Popular y que condenaba a la pérdida de poder adquisitivo a más de 10 millones de pensionistas. Otro éxito más del diálogo y la concertación social que caracterizan al gobierno de Pedro Sánchez.

A pesar de todos los palos en las ruedas que los partidos de la oposición están intentando poner al ejecutivo y a la imagen exterior que pretenden trasladar de nuestro país, ni ha llegado el apocalipsis ni se le espera. Los datos son tozudos. La economía española creció durante el año 2022 un 5,5 %, muy por encima de las previsiones y de los malos augurios.

En Europa, hoy España exporta soluciones frente a la crisis energética y de los precios.

Hace 10 años se importaban rescates a los bancos quebrados y recortes en nuestro estado del bienestar.

Las medidas adoptadas frente a las crisis están funcionando y nos están permitiendo seguir con nuestros objetivos: proteger y avanzar.

Está claro que no es igual quién gobierne.

El autor es Delegado del Gobierno en Navarra