Eusko Ikaskuntza acaba de publicar el libro Diversidad y convivencia en Navarra. El euskera y las identidades nacionales. En él, las y los autores realizan esta reflexión, entre otras: “La valoración del euskera en la Administración (...). Hoy en día es precisamente la valoración del euskera en los puestos de trabajo públicos el tema que más polémica social genera (…). No estamos hablando solamente de miedos identitarios sino, fundamentalmente, de temas materiales, relacionados con problemáticas laborales (...)”. Dicen también que hay que “promover el diálogo sosegado y racional” sobre el tema.

Bueno, para tener un diálogo sosegado y racional, primero es necesario conocer cuál es la realidad. En la etapa del gobierno de Geroa Bai, años 2015-2019, UPN, PSN, UGT y otros muchos agentes nos hicieron creer que el Gobierno estaba “imponiendo” el euskera y que el euskera tenía una importancia “excesiva” a la hora de acceder al empleo público. ¿Era verdad? No, por supuesto. Fuera del Departamento de Educación, el euskera, en general, no fue ni requisito ni se valoró como mérito en el empleo público. Se puede ver claramente en el artículo de Miguel Izu titulado Aviso a votantes, NOTICIAS DE NAVARRA, 2019-5-23. Miguel Izu es uno de los mayores expertos en legislación de política lingüística en Navarra, y miembro de Izquierda Unida; poco sospechoso, por tanto, de ser un abertzale talibán.

Pues Miguel Izu explicaba que en 2011 (con gobierno de UPN) eran bilingües el 9,3% de las plazas de la plantilla de la administración del Gobierno de Navarra, casi en su totalidad del Departamento de Educación. En 2018 (con gobierno de Geroa Bai), eran un 8,3%; también entonces la gran mayoría eran de Educación. “Alguien dirá que, aunque no se exija, se puntuará tan alto conocerlo que sólo quienes hablen euskera podrán obtener la plaza, pero, en realidad, la mayoría de los procesos de ingreso en la función pública se hacen por oposición, es decir, no se valoran méritos, tampoco el conocimiento de euskera”.

Se podrían hacer muchos matices, se podría decir que en Osasunbidea sí se valora (no siempre), que existen convocatorias donde se valora el alemán y no el euskera, se podría explicar que en este tema el peor gobierno ha sido el de PSN... pero sería desviar la atención de la foto general: fuera de Educación, en general, el conocimiento de euskera no es requisito ni se valora como mérito.

Con Geroa Bai en el gobierno, un conocido mío era maquetador en el Boletín Oficial de Navarra, pero sin plaza fija. Le pregunté: “Qué, ¿has empezado a estudiar la oposición?”. Me respondió: “No, es inútil. Como para todos los puestos se pide EGA y yo no sé euskera... Tendré que buscar trabajo en el sector privado”. No me lo podía creer: “Pero ¿qué dices? ¡Nunca piden euskera! ¡Deberías saberlo, ya que maquetas muchas convocatorias!”.

El hecho es que UPN, PSN y otros decidieron difundir esas mentiras para desgastar el gobierno, y les salió bien. Así que en este tema primeramente sería necesario que esos agentes dejaran de mentir, pero como eso no va a ocurrir, las y los euskaltzales debemos desactivar esas mentiras para empezar a abordar el tema.