Un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona, con participación del CSIC, ha analizado los hábitos alimenticios de una población de bisontes europeos (Bison bonasus) en el monte mediterráneo y ha demostrado su capacidad para adaptarse a las condiciones bioclimáticas del sur de la península Ibérica.

El bisonte es el mayor mamífero europeo y, tras casi extinguirse a lo largo del siglo XX, ahora se encuentra en la Lista Roja de especies amenazadas y está protegido en toda Europa.

Su amplia distribución geográfica en el Holoceno, que corresponde con el fin de la última glaciación hace 12.000 años, y el éxito de su introducción en varios enclaves europeos revela su capacidad adaptativa a nuevos hábitats y a un amplio rango bioclimático.

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Península Ibérica

El estudio, publicado en la revista Biodiversity and Conservation, se ha realizado en Jaén, en una finca de 1.000 hectáreas de monte mediterráneo. Se ha analizado la dieta comparada de tres grandes herbívoros: el bisonte, el ciervo común y el gamo.

En 2020 se introdujeron 18 bisontes, que han convivido con unos 400 ciervos y 200 gamos. La principal conclusión extraída es la distribución de recursos tróficos (plantas leñosas, gramíneas, leguminosas y forbias) entre estas especies, lo que evidencia su capacidad de convivir.

La comparación del comportamiento alimenticio mostró que el bisonte consume significativamente más gramíneas (21%), mientras que las leguminosas son las preferidas del gamo (32%) y que el ciervo es el que menos herbáceas come, solo es un 8% de su dieta.

También se ha comprobado la capacidad del bisonte europeo para adaptarse a las condiciones del monte mediterráneo distinto a su hábitat original, boscoso y frío.

La gran duda

La llegada de bisontes europeos a la península comenzó como una colaboración con los planes europeos de recuperación de la especie. Luego pasó a ser un proyecto de reintroducción de un animal que hace 12.000 años habitaba en la península Ibérica. Las pinturas rupestres de Altamira en Cantabria o de Santimamiñe en Bizkaia lo atestiguan. Así, al lado de ésta, en el refugio de Basondo viven dos ejemplares.

Además se plantea como un plan para resilvestrar la España vaciada con el regreso de una especie autóctona que beneficia y recupera el ecosistema. Ayudaría a limpiar entornos rurales además de servir como alimento a especies carroñeras.

Pero algunos sectores ecologistas y científicos han planteado dudas. La especie recién llegada es el bisonte europeo y la que existió en la península es el bisonte de la estepa (Bison priscus), ahora extinto en todo el mundo.

Por esto hablan de introducción de una nueva especie. De hecho, el Ministerio de Transición Ecológica, de acuerdo con el articulo 55 de la Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, aprobó en 2018 una lista de especies de flora y fauna desaparecidas de todo el medio natural español en tiempos históricos que se pueden reintroducir. El bisonte no está entre ellas, por lo que sería foránea y no le otorga el estatus de protección.

Además se cierne a largo plazo sobre el bisonte la amenaza del cambio climático, que hace peligrar el ecosistema mediterráneo.

Otras reintroducciones

La reintroducción del bisonte no es la primera. En los años 80, una piscifactoría de esturiones en el Guadalquivir propuso repoblar ese río con ellos ya que antaño lo poblaron. El plan se desechó en 2011 ya que el esturión local era el Acipenser sturio y el recién llegado era Acipenser naccarii. Esta iniciativa sí se lleva a cabo en el Ebro, donde en enero se liberaron 44 juveniles de Acipenser sturio, que sí está en la lista del Ministerio de Transición Ecológica.

Otro ejemplo es el de los pigargos europeos (Haliaeetus albicilla) liberados en 2021 en Asturias. No hay aún estudios sobre su impacto, pero sí críticas por los efectos que causa en su entorno. Está en la lista del ministerio.

La que no está es el castor europeo (Castor fiber), del que fueron liberados de forma clandestina individuos en el río Aragón entre Navarra y La Rioja en 2003. Se han extendido por esta cuenca y han pasado al Ebro. No está claro cuándo se extinguió, pero sí se cataloga como especie protegida.