Comienza un nuevo curso escolar y ante él se presentan numerosos retos y buenos deseos para todos los miembros de la Comunidad Educativa, incluidos cómo no, los consejeros de Educación y Universidades, los señores Gimeno y Cigudosa.
A dichos actores principales que han cogido la batuta y dirigirán nuestra particular orquesta durante los próximos cuatro años, desde UGT les deseamos acierto en su gestión y nos ponemos a su disposición para hacer aportaciones en los diferentes foros como el Consejo Escolar, la Mesa Sectorial y los diferentes Consejos Sociales como el de la UPNA, un propósito que esperamos sea tenido en consideración.
Aunque hemos comenzado un nuevo periodo, hay diversos aspectos que a modo de “asignaturas pendientes” debemos retomar sin dilación. Entre ellas, se encuentra, por ejemplo, la histórica reivindicación de UGT de avances en el cuerpo único de docentes. Una vez superada la diferenciación entre diplomaturas y licenciaturas desde que Bolonia estableciera las titulaciones de grado, su correspondiente reflejo en que se incorpore todo el personal docente al subgrupo funcionarial A1 se está desarrollando a un ritmo muy lento, adagio. Por ello, pedimos al señor Gimeno agilizar este proceso, pasar a un ritmo más allegro, rápido y vivaz.
También solicitamos nuevamente al consejero que se retome la negociación a tres bandas (patronal, administración y sindicatos) en el ámbito de la enseñanza concertada. No es de recibo el excluir a los representantes de los trabajadores de las mesas negociadoras.
Como asignatura pendiente, también se encuentra el desarrollo de la figura del coordinador/a de Bienestar, figura recién creada para la que hemos solicitado reiteradamente una dotación de horas y medios dada la importancia creciente de atender la salud emocional de nuestro alumnado.
Los efectos de la pandemia y los retos sociales actuales demandan un esfuerzo decidido en esta atención e invertir en coeducación y en los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030.
La disminución de las ratios y acometer la modificación normativa del Decreto de Admisión es, igualmente, un asunto prioritario en un inicio escolar en el que es posible que se repita el repunte de matrícula sobrevenida del curso pasado, que no sólo tensionó la ya sobrepasada carga de los y las docentes sino que afectó al grupo-clase que requería mayor dotación de apoyos y desdobles.
En cuanto al proceso de estabilización para el cual aún hay margen hasta diciembre de 2024, es imprescindible una reconsideración de las vacantes ofertadas y que salgan plazas que se han quedado en el tintero.
Esto es posible gracias a la última modificación por decreto de la Ley 20/2021 de medidas para reducir la temporalidad en el empleo público y que da una segunda oportunidad para plazas como la cátedra de txistu del Conservatorio que esperemos que salgan ahora de ese tintero. Además, es necesario que los estudios de danza se trasladen a la Ciudad de la Música y se promuevan sinergias artísticas entre ambas especialidades.
Por su parte, al señor Cigudosa le pedimos que también se sume a esta segunda oportunidad en la estabilización, ya que en la UPNA se estableció una política de profesorado ambiciosa para retener el talento, pero dudamos de que se esté manteniendo el impulso inicial.
Nos preocupa enormemente, entre otras, la bolsa de profesorado ayudante-doctor para la que se tenían mayores expectativas. Estamos a tiempo de cumplir los objetivos marcados y reducir la temporalidad al 8% real para diciembre de 2024.
La estabilización del profesorado cuenta con muchos aspectos positivos como aumentar el compromiso del profesorado y por ende la calidad educativa, además de contribuir a la dignificación de los y las docentes.
La consideración social que se profesa a la función docente en países como Finlandia, donde los y las docentes son considerados como la élite social, es la que pedimos desde UGT para nuestro entorno educativo.
En este sentido, abogamos por la consolidación del complemento directivo para hacer atractiva la función directiva y que en el ámbito educativo predomine la máxima de “A igual trabajo, igual salario”, de tal manera que se equipare el salario del profesorado asociado proveniente del ámbito público con el del ámbito privado.
Con estas primeras reivindicaciones queremos dar inicio a un curso escolar cargado de ilusiones y buenos propósitos, con el claro objetivo de trabajar para que nuestros responsables políticos den un espacio prioritario a la Educación y estén a la altura de lo que los tiempos demandan.
La autora es miembro del Consejo Escolar de Navarra y vocal del Consejo Social de la UPNA por UGT