Expresidentes de gobierno, exministros, exsecretarios de estado y demás gente de bien han estado, siguen estando, y como las puertas giran y giran sin parar, seguirán estando en los diferentes consejos de administración de empresas energéticas y no energéticas. Antes han promulgado leyes sospechosamente favorables a sus empresas de destino, en este caso contratos que no se pueden leer ni con lupa, nos los tenemos que tragar, siendo un abuso enorme para los consumidores, porque sino firmas no tienes ni gas, ni electricidad, ni nada que se les antoje.

En Falces (en los demás pueblos lo desconozco), las cajas de contadores de gas están empotradas en las fachadas de las viviendas, o sea en la calle, a una altura de metro y medio más o menos, las cajas de plástico, de PVC, o de lo que sea, parecen compradas en un bazar oriental y se rompen las cerraduras. Cuando anda un poco de aire las tapas vuelan y los contadores con las llaves de paso se encuentran al alcance de todo el mundo que pasa por allí. Si alguien que quiere divertirse te cierra la llave, y si te estás duchando en esos momentos, el agua te refresca, sobre todo si es invierno. Si en vez de querer divertirse quiere otra cosa y pone una cerilla, en vez de refrescarte no quiero pensar lo que puede pasar. Hago una llamada diciendo que la cerradura está rota y me dicen que ellos son la comercializadora, que de esos menesteres se encarga la distribuidora, pero que amablemente ellos se lo van a comunicar. A los pocos días recibo una carta de la comercializadora que dice entre otras cosas: el distribuidor nos indica que no se hace cargo de las consecuencias de la avería, la responsabilidad y el mantenimiento de la instalación a partir de la Caja General de Protección, incluida ésta, hasta cada suministro, corresponden a los propietarios del inmueble. En caso de no estar de acuerdo podrá dirigirse a la Junta Arbitral de Consumo. En caso de poner la cerilla, ponerla antes del contador, que es responsabilizad de la empresa. Digo yo.

Comentando el caso con un amigo y con otra persona allegada me dicen que a ellos la tapa de la Caja de protección les voló. Por ello, como no me ha pasado a mí solo en el pueblo, envío una sugerencia al ayuntamiento para ver si pueden hacer algo y la contestación es igual o parecida a la de la distribuidora, solo que añade: no obstante, nos hemos informado y una solución posible es que se contrate por los vecinos afectados un instalador particular para que renueve las cajas estropeadas. Muy buena idea, muchas gracias por la ocurrencia, pero para eso no me dirijo al ayuntamiento, los vecinos ya sabemos hacer eso solitos.

Señores y señoras, que cada cual piense lo que quiera, que solo se lo pueden imaginar, o eso es lo que creemos, pero si desde las instituciones no intentan hacer nada, ajo de Falces y agua de lluvia, que buena falta hace. Ah, y derecho al pataleo.

Conclusión: como no espero ninguna solución factible, lo mejor sería devolver los recibos del gas, como la caja de protección es nuestra, la caja de protección no podrá manipularla nadie de la compañía del gas y no nos cortarán el suministro, tendremos gas gratis para toda la vida, aunque si yo lo hago, lo haré en verano, para por si acaso no pasar frío.