Huarte/Uharte, en euskera ur-arte: entre aguas o isla. Como otros muchos municipios, tiene un enclave natural muy atractivo, rodeado a modo de gran meandro por el río Arga que baña sus huertas, protegido al norte por el monte Oihana/Miravalles. Situado muy cercano a la capital pero separado lo suficiente para que mantenga su vida propia. Muy bien comunicado, dispone de una red de caminos peatonales hermosos, la naturaleza está al lado y penetra en su interior. Un pueblo que tuvo su primer crecimiento importante en los años 60 y que supo integrar a las gentes de un lado y de otro, manteniendo una población estable todavía en 1999 de 2.809 habitantes. Y en tan solo ocho años su población se dobló. Ocho años de gobierno por mayoría absoluta de una derecha local compuesta por gente del pueblo de buena fe, pero dirigidos por un líder de pretensiones grandilocuentes que todo le parecía poco en un momento de boom inmobiliario bestial que arrasaba con todo, que fagocitaba cualquier terreno urbanizable y que no se pudo parar hasta que la burbuja inmobiliaria explotó. En esa locura por el crecimiento se hicieron cosas bien, regular y mal, muy mal, a mí entender:

• Lo que se hizo bien fue la parte del crecimiento anexo al casco urbano existente. Se prolongaron calles y la conexión visual y física ha ayudado a la integración de la gente nueva. Se hicieron dotaciones importantes y necesarias para un municipio en crecimiento como fue la ampliación del colegio Virgen Blanca, la ampliación de las instalaciones deportivas y la conexión-salida hacia el polígono industrial de Areta, la ejecución de viviendas sociales de alquiler, así como la realización de caminos peatonales verdes.

• Lo que se hizo regular fue las pavimentaciones rugosas de difícil tránsito peatonal, las aceras de insuficiente anchura y con múltiples obstáculos (parterres, señales, farolas…) sin pasos rebajados adecuados, la instalación del centro comercial Itaroa muy mal comunicado peatonalmente y dotaciones de difícil mantenimiento para una población tan pequeña (Centro de Arte Contemporáneo, pista de hielo con spa-gimnasio urbano).

• Lo que se hizo mal, muy mal, fue el asentamiento residencial de Itaroa anexo a Gorraiz y alejado del casco urbano de Huarte (vecinos y vecinas que no conviven en el pueblo). Se derribaron multitud de casas antiguas de gran valor estético y cultural. Se urbanizaron dos polígonos industriales (el 1º anexo a Olloki y el 2º anexo al cementerio) sin uso, vacíos y abandonadas las parcelas. Se amplió con la estructura-galería para la ampliación del centro comercial Itaroa que Hipercor compró medio patio y el resto resulta de muy difícil o imposible venta. Se construyó una escuela infantil que incumplía normativa y que está cerrada. Se cedió terrenos públicos para que se asentara el Foro Europeo pero en terrenos inundables, nunca pudieron usar ni el sótano ni el salón de actos porque se les llenaba de agua, ahora el gran edificio está vacío y abandonado. Todo ello supuso unas inversiones millonarias que nunca se podrán recuperar.

Pero además, lo que se hizo regular se ha tenido que corregir posteriormente, lo que ha supuesto otra inversión millonaria: se tuvo que hacer la rotonda de Zokorena para regular el intenso tráfico de la PA-30 y así facilitar la entrada y salida del pueblo. Se ha hecho la pasarela que conecta Itaroa residencial con el centro comercial y se tiene pensado la remodelación del tramo desde dicha rotonda hasta Olaz, creando carriles bici y aceras seguras peatonales. El Centro de Arte contemporáneo tuvo que ser rescatado por el Gobierno de Navarra y lo mismo se espera de la pista de hielo, porque si no, está abocada al cierre. El centro spa-gimnasio se tuvo que rescatar por el propio ayuntamiento, lo que también supone unas pérdidas importantes.

Se oye cada cierto tiempo que mantener estas dotaciones culturales (Centro de Arte) y deportivas (pista de hielo) por el Gobierno de Navarra es un error porque se considera a Huarte como periferia de la periferia de la capital. Sin embargo, para ir de compras al centro comercial Itaroa eso ya no es periferia… No todo puede ni debe estar en el centro de Pamplona, para eso somos Comarca mancomunada en muchos servicios comunes (basura, transporte urbano, taxi, agua…), ¿por qué no también en cultura, deportes, servicios sociales…?

Huarte, como muchas otras poblaciones, fue a la vez agraciada por un crecimiento necesario y víctima de los desmanes de un periodo lleno de soberbia, megalomanía, corrupción y mala planificación. Como dice la escritora Rosa Ribas, cuando miramos esta herencia: “Es todo lo contrario de lo que nos pasa contemplando las ruinas de un castillo, donde intentamos ver cómo fue la vida en el pasado, porque frente a las ruinas inmobiliarias tratamos de imaginar la vida que podría haber sido”. Cada cual imaginará lo que quiera, pero lo evidente es que esa herencia vació las arcas públicas y condenó a sus habitantes a no tener una buena planificación dotacional y de servicios acorde a sus necesidades: no tenemos un espacio escénico en condiciones, no tenemos una sala de exposiciones digna, necesitamos la ampliación de la biblioteca y salas de estudio, tenemos unas aceras intransitables en sillas de ruedas, nos urge la variante de la PA-30 porque tenemos un tráfico de camiones pesados y coches bestial y muy peligroso, tenemos un comercio local agonizante, un magnífico frontón sin uso, un plan urbanístico de hace 42 años sin actualizar, se deberían peatonalizar más calles para dar preferencia al peatón, necesitamos un mayor mantenimiento de los paseos naturales, etcétera…

Después de más de 15 años de todo aquello, de una recuperación económica, Huarte bien merece que se actúe (en algunos casos conjuntamente con el Gobierno de Navarra), que se corrijan aquellos desmanes, se dé vida a lo abandonado y se complete con lo que cualquier otro municipio de Navarra ya lo tiene.