Hoy se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, una fecha clave para recordar la necesidad de aprovechar mejor los recursos alimentarios. A nivel global, se estima que un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano se pierde o desperdicia anualmente, lo que equivale a 1.300 millones de toneladas de comida. En Navarra esto significa que más de 115.000 toneladas de alimentos acaban cada año en la basura.
El impacto del desperdicio alimentario no es solo económico, sino también ambiental. Desperdiciar alimentos conlleva un mal uso de recursos naturales valiosos, como el agua y la energía, y contribuye al cambio climático. Según datos de la ONU, entre el 8% y el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero están vinculadas a los alimentos que no se consumen. Además, es un problema social y ético, ya que mientras se pierden toneladas de alimentos, muchas personas en el mundo continúan sufriendo desnutrición o no pueden acceder a alimentos de calidad.
Para hacer frente a esta realidad, la Agenda para Reducir el Desperdicio Alimentario en Navarra 2022-2027, enmarcada en el Plan de Residuos de Navarra, propone una serie de acciones que buscan reducir el volumen de alimentos que se pierden tanto en los hogares como en otros eslabones de la cadena alimentaria como en restaurantes y servicios alimentarios, en la industria agroalimentaria, la transformación y la fabricación, la venta minorista y otros tipos de distribución de alimentos. Las áreas de trabajo incluyen la generación de conocimiento, sensibilización y formación, fomento de buenas prácticas, colaboración con agentes clave, adaptación normativa y de fiscal, y la investigación e innovación.
La divulgación entre la ciudadanía es un aspecto clave, ya que los hogares son responsables de aproximadamente el 42% del total de desperdicio alimentario. Extrapolando las cifras del Panel de Cuantificación del Desperdicio Alimentario en los Hogares españoles, los datos en Navarra muestran un avance positivo en la reducción del desperdicio. Se estima que en 2022 los hogares navarros generaron unas 16.809 toneladas de desperdicio, lo que representa un 12,4% menos que en 2019. Per cápita, en 2022 el desperdicio en Navarra fue de 25,31 kg/persona, lo que equivale a una disminución de 4,01 kg/persona desde 2019. Esta reducción refleja una mejoría en la gestión de productos de nuestros hogares, aunque queda mucho trabajo por hacer, especialmente en lo que respecta al desperdicio de platos cocinados o productos ya utilizados en recetas. Desde la Agenda para Reducir el Desperdicio Alimentario en Navarra se promueven acciones prácticas que pueden ser adoptadas por toda la ciudadanía. Entre estas, se destacan mejorar la planificación de las compras, el almacenamiento adecuado de los productos, o el aprovechamiento de las sobras, entre otros. Estos simples hábitos no solo ayudan a reducir el desperdicio en los hogares, sino que también contribuyen a un uso más sostenible de los recursos y a la reducción de nuestra huella ambiental.
El Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos es un momento para reflexionar sobre los cambios que podemos realizar en nuestra vida cotidiana para ser más responsables con los alimentos. La colaboración entre los hogares, el sector alimentario y las instituciones es clave para seguir avanzando en la lucha contra el desperdicio. En Navarra, con el apoyo de la sociedad pública GAN-NIK, la Agenda busca seguir impulsando acciones que permitan reducir de forma sustancial la generación de residuos alimentarios a lo largo de toda la cadena de valor. Cada pequeño gesto cuenta para avanzar hacia un modelo más sostenible y justo.
La autora es técnica del Área de Economía Circular de la sociedad pública GAN-NIK y técnica de la Oficina de Prevención de Residuos e impulso a la Economía Circular (OPREC) del Gobierno de Navarra