Hora de reconocer la especialidad de Atención Primaria
El día 2 de diciembre de 2024, amanezco con un mensaje de una compañera enfermera.
Se ha publicado el BON la convocatoria para la provisión, mediante concurso-oposición de 248 plazas de enfermería.
Procedo a leerlo, con una falsa esperanza de que por fin las cosas hayan cambiado. Lamentablemente, me doy cuenta de que un año más, esto no es así.
Me remonto al año 2022, donde hubo 7.915 inscritos al examen EIR (Enfermera Interna Residente), una oposición a nivel nacional a la que nos presentamos las enfermeras para poder optar a formación sanitaria especializada, yo entre ellas.
A día de hoy, estas son dichas especialidades:
-Enfermería Ginecológica y Obstétrica (Matrona).
-Enfermería Pediátrica.
-Enfermería Familiar y Comunitaria.
-Enfermería de Salud Mental.
-Enfermería del Trabajo.
-Enfermería Geriátrica.
De todos los inscritos, fuimos 1.822 personas las que adquirimos una de las deseadas plazas y dio comienzo lo que es una carrera de fondo. Más de 25 rotaciones por diferentes servicios sanitarios. Entre 700 y 1.000 horas de guardia entre servicios como Urgencias Generales, Urgencias Extrahospitalarias, Pediátricas… (aparte, por supuesto, de la jornada completa). He perdido la cuenta de cursos, sesiones clínicas, reuniones, congresos, investigaciones… 2 años de muchísimo trabajo, que por cierto, no cuenta como tiempo trabajado en bolsa.
No tenemos listas específicas que funcionen correctamente. No tenemos ninguna preferencia respecto a las enfermeras generalistas. Actualmente, en bolsa existen ciertos listados especializados como quirófano, diálisis, oncología… ¿Las enfermeras con la formación específica más completa actualmente a nivel nacional somos de segunda?
Que la puntuación que se le da a esta formación tan completa y específica durante 2 intensos años puntúe menos que un máster e igual que un experto no es sólo humillante para las especialistas, además, es inconsciente por parte de los altos cargos sanitarios e injusto para toda la población, merecedora de una sanidad pública de calidad.
Quiero matronas para cuidar de mi salud sexual y reproductiva. Quiero que todos los niños/as de mi comunidad puedan ser atendidos por su enfermera especialista en Pediatría. Que todos los trabajadores/as cuenten con unidades de prevención laboral, lideradas por enfermeras especialistas del Trabajo. Quiero que nuestra comunidad, cada vez más longeva, cuente con enfermeras especialistas en Geriatría. Quiero enfermeras especialistas en Salud Mental para el cuidado de toda la población a la que cada vez, más falta le hace. Y por supuesto, quiero una Atención Primaria (pilar esencial del sistema sanitario) de calidad, con enfermeras especialistas en Atención Primaria y Comunitaria.
¿Hasta cuándo tenemos que esperar para un reconocimiento digno de las especialidades?
¡Esto es una lucha de todos/as!
Por un sistema sanitario público y de calidad.
La autora es enfermera especialista en Familia y Comunitaria