Tras la rueda de prensa ofrecida el día 23 de este mes por el alcalde de Iruñea, Joseba Asiron, y el concejal Joxe Abaurrea, parece que el grueso de la artillería del tripartito contra el derribo va a ser dirigido contra las víctimas y el colectivo memorialista navarro, debido a su supuesto enroque en su coherencia y en la defensa de la eliminación de todo el conjunto arquitectónico de ese monstruo de los Caídos, el monumento más execrable de Navarra, tal y como lo definen, paradójicamente, sus resignificadores en la nueva ley de memoria aprobada ad hoc en interés de su acuerdo tripartito.
Por sus palabras, han dedicado una ingente cantidad de horas a este tema desde aquella rueda de prensa de enero de 2024, ofrecida por el alcalde y la consejera Ana Ollo, en la que marcaban el rumbo a seguir. Y nos preguntamos: ¿sólo consideraron necesario destinar una hora para acercarse a los colectivos de víctimas y al memorialista navarro, siendo, según ellos, un objetivo fundamental, con el fin de hacerles “partícipes” de su postura y de su apuesta por conservar los Caídos, el monumento más execrable de Navarra?
Una única hora, allá por mayo del 2024, tras más de dos meses de haberla solicitado por parte de nosotras, en la que nos contaron una milonga: a saber, que todas las alternativas eran posibles, también el derribo, y que no existía ningún condicionante por parte del PSN relacionado con la moción de censura. Tras aquella reunión, emitieron una nota de prensa que en absoluto reflejaba lo hablado, y que tuvimos que enmendarla nosotras mismas.
Decimos milonga porque el tiempo ha demostrado, efectivamente, que ese “acuerdo” existía, y aunque sin definirlo, era el compromiso de no derribo del edificio y la apuesta por la resignificación. Un acuerdo que no se atrevieron a hacer público, y mucho menos tras la salida a la palestra de las asociaciones de víctimas y colectivos memorialistas, unidas a favor del derribo.
Si algo distingue al colectivo memorialista navarro a lo largo de toda su existencia ha sido ese trabajo ímprobo, anónimo y altruista por traer la memoria y recuperar del olvido a todas las víctimas masacradas y vilipendiadas tras el golpe militar del 36: recopilando testimonios pueblo a pueblo, ubicando fosas una a una, excavando y recuperando los cuerpos de los asesinados, buscando y señalando a los asesinos y colaboradores, denunciando a los que robaron y a sus cómplices, y propiciando y construyendo lugares de memoria donde se rinde homenaje a las víctimas, todo ello realizado en auzolan.
El libro Navarra. De la esperanza al terror expresa una parte de ese inmenso trabajo, puesto al servicio de la sociedad y convertido, además, en una fuente imprescindible de la que se han nutrido muchos investigadores e historiadores profesionales.
Verdaderamente una lucha contra el fascismo de carácter totalmente popular, dentro del barro, ajeno muchas veces a la institucionalidad.
Con todo este bagaje de décadas, que los responsables políticos municipales hayan dedicado una sola hora en año y medio a comunicarse con el colectivo memorialista lo podemos calificar como un desprecio y ninguneo clamorosos.
Hace pocos meses, tres responsables políticos de EH Bildu, además de letrados, nos apabullaron mediante un artículo de prensa, exponiendo una larga lista de inconvenientes legales que, según ellos, imposibilitaban cualquier actuación en los Caídos.
Sin embargo, el concejal de Urbanismo, Joxe Abaurrea, afirma ahora que la protección del edificio se puede modificar casi arbitrariamente y sin problema alguno por parte del ayuntamiento, proponiendo su calificación en grado 3 (lo que solo impediría modificaciones en la fachada).
Dos hitos son argumento para ello: uno urbano, conservar su carácter de cierre de la plaza, y el segundo como hito histórico (la insultante apología del franquismo, el monumento más execrable de Iruña) que, por arte de birlibirloque, pasará a ser un hito histórico por su futuro contenido.
Así, sin más, Joxe Abaurrea, como portavoz del ayuntamiento, nos aseguraba que, con esta actuación, el edificio queda despojado de su significado franquista y de toda glorificación a los asesinos, violadores, ladrones y colaboradores de la escarda política en nuestra Nafarroa.
Si realmente existe un sector popular motivado e interesado en la creación de un museo contra el fascismo y la denuncia, concretamente, de los victimarios del fascismo-franquismo, ese es el de las víctimas y el conjunto del colectivo memorialista. Muchísimo del trabajo realizado hasta hoy en ese campo ha sido obra suya.
Si de verdad ven la necesidad de un museo contra el fascismo de todo tipo, nosotras lo vemos imprescindible, y si se quiere contar con todo el apoyo posible, víctimas, colectivos memorialistas, gremios, etcétera, no creemos que la mejor forma de plantearlo sea a modo de una trampa para la resignificación de los Caídos, conservando el grueso del edificio, impelidos por la controversia e intereses políticos que hoy lo rodean.
Ojalá exista esa verdadera voluntad de crear un museo de esas características en otro lugar de Iruñea, los hay varios, pues podría contar no solamente con las aportaciones de los expertos designados en este caso, sino además con otros muchos, tanto locales como foráneos, que consideran que la resignificación de los Caídos no es sino una manera de perpetuar su simbolismo franquista para siempre.
Búsquese otro lugar y no les quepa ninguna duda de que el colectivo memorialista hará su máxima aportación. Pero no intenten el engaño mediante este señuelo.
Desde el principio de esta campaña por el derribo éramos conscientes de que, cuando llegase el punto álgido de la decisión entre la demolición y el dejarlo más o menos como está, iba a plantearse, por parte de la institucionalidad política y académica, la trampa de la resignificación u otra palabreja similar para perpetuar en el espacio público ese edificio de exaltación al fascismo.
Poner en un brete a las víctimas y al colectivo memorialista ante la elección de seguir peleando e insistiendo en la eliminación del edificio o dejar en el espacio público un elemento simbólico tan execrable de alabanza y loa al fascismo, y a los matarifes del 36, no tiene difícil respuesta. Ya se la saben.
El alcalde hacía mención en su rueda de prensa a su invitación y “mano tendida” al colectivo memorialista a participar en el proceso. Lo hizo en 2024 y en sucesivas ruedas de prensa, para posteriormente, como hemos detallado desde el principio, no querer tener relación alguna con nosotras. Aunque ahora sí, ahora lo dice “de verdad”.
Elegir el restaurante, la cocina, marcar el menú y los platos, nombrar a los cocineros, también a los camareros, etcétera, para posteriormente invitar al colectivo memorialista... ¿Habrán decidido que nuestra aportación será elegir si la cortinilla que va a tapar las pinturas va a ser manual o automática?
En fin, un mero paripé.
Estas tres fuerzas políticas presumen continuamente de su carácter progresista, y los números les dan para tomar cualquier decisión. ¿Acaso una fuerza minoritaria como el PSN, dentro de este tripartito, puede poner pie en pared, como lo está haciendo en todo el Estado español, marcar el paso y lograr que EH Bildu y Geroa Bai acepten sumisos su postura?
Pues esa es la realidad.
Los abajo firmantes, miembros de colectivos memorialistas así como del mundo de la izquierda abertzale, nos oponemos frontalmente a la pretensión de que la carga de la pésima gestión de este tema por parte de la dirección de EH Bildu recaiga sobre las víctimas y el conjunto del colectivo memorialista.
Al igual que hemos planteado otras veces, retomen el tema, paralicen el proceso, establezcan una moratoria y abran un debate con todas las opciones abiertas y, por favor, absténganse de responsabilizar a las víctimas y al colectivo memorialista de sus propios errores.
*Joaquín Iraizoz Vizcar (Toki), Carlos Urra de Andres, Xabi Preciado Sainz, Jesús Nieto García (eme), Manuel García Niebla, Gotzon Garmendia Amutxastegi, Ángel Rincón Huerta, Javier Ayape Zaro, Manu Biurrun Urrestarazu, Koldo Amatria Zudaire, Txema Leston Mavarez (Familiares de asesinados y miembros de asociaciones memorialistas de Iruña, Cortes, Falces, Larraga, Cáseda, Gares, Cendea de Olza, Monreal)