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La carta del día

6 de julio: En el Chupinazo, no te olvides del Sáhara Occidental

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El 6 de julio, en el Chupinazo que da inicio a las fiestas de San Fermín, la Plataforma Yala Nafarroa por Palestina llevará a cabo un acto que va más allá de la fiesta. Este gesto simbólico tiene como objetivo recordarnos que, mientras la fiesta se celebra en las calles de Pamplona, otros pueblos siguen luchando por su libertad, por su dignidad y por su derecho a decidir su futuro.

En las manifestaciones por Palestina, es común ver banderas saharauis ondeando junto a las palestinas, un símbolo claro de la hermandad entre ambas luchas. Los pueblos saharaui y palestino no solo comparten una lucha por la autodeterminación y la justicia, sino también una solidaridad profunda que trasciende fronteras.

Palestina sufre la ocupación desde 1948, cuando la creación del Estado de Israel desplazó a millones de palestinos de sus tierras. A lo largo de los años, el pueblo palestino ha vivido bajo un sistema de apartheid, con restricciones de movilidad, violencia constante, y la imposición de asentamientos ilegales en tierras que son suyas por derecho. A pesar de los esfuerzos por alcanzar una paz duradera, la ocupación israelí continúa y la comunidad internacional sigue siendo incapaz de poner fin a la injusticia.

Desde 1975, cuando España, el poder colonial que controlaba la región abandonó el territorio, el pueblo saharaui ha estado luchando por su derecho a la autodeterminación. Sin embargo, el Sáhara sigue siendo un territorio no autónomo y bajo ocupación marroquí, que se niega a reconocer el derecho del pueblo saharaui a decidir su destino.

Ambos pueblos, aunque separados por miles de kilómetros, comparten una historia de resistencia contra ocupaciones extranjeras que buscan borrar su identidad y su historia. Palestina lucha por recuperar su territorio, mientras que el pueblo saharaui lucha por la autodeterminación de su tierra, que sigue siendo considerada un territorio no autónomo por la ONU. Ambas luchas se centran en un principio fundamental: el derecho inalienable a la autodeterminación de los pueblos, que sigue siendo vulnerado por potencias extranjeras y gobiernos cómplices.

El acto del 6 de julio no solo tiene un valor simbólico, sino que resalta la necesidad de mantener viva la llama de la solidaridad internacional. El pueblo saharaui no debe ser olvidado mientras la fiesta de San Fermín estremece las calles de Pamplona. El chupinazo de Yala Nafarroa por Palestina no solo será un recordatorio de la lucha palestina, sino también un grito de apoyo al pueblo saharaui. La historia de resistencia de ambos pueblos es una llamada a la acción y a la solidaridad.

Este 6 de julio, cuando se lance el chupinazo, pensemos en aquellos que no pueden celebrar. Pensemos en aquellos que siguen luchando por su libertad, por su tierra y por sus derechos.

Plataforma No te olvides del Sáhara Occidental