Hoy, 21 de septiembre, se celebra internacionalmente el Día de la Paz. Ante el elevado número de guerras y conflictos bélicos en el mundo o el genocidio de la población palestina, la Asamblea Antipolígono hacemos un llamamiento a resolver los problemas de forma pacífica. Siempre hemos defendido la paz, y aunque estos postulados son diariamente barridos por el belicismo, los intereses geopolíticos y la industria militar, seguimos defendiendo la resolución no violenta de los conflictos.

La comunidad internacional se sumó a la denuncia a Rusia por su invasión de Ucrania y muchos organismos, también deportivos, adoptaron sanciones contra Rusia. A su vez, organizaciones civiles y sociales denunciamos esa invasión, y se organizaron envíos solidarios de comida y otros bienes a Ucrania.

Deseamos hacer lo mismo ante el genocidio de Palestina. Sin embargo, el poder de Israel y el terrorismo de Hamas están impidiendo los necesarios contundentes posicionamientos institucionales internacionales frente al genocidio y movilizaciones aún más masivas y unitarias en contra del genocidio de la población de Gaza. No es nuestra intención analizar la crítica situación en Oriente Próximo. No obstante, volvemos a criticar el terrorismo como injustificable y también la respuesta de Israel, que guerra tras guerra y día a día está colonizando de manera ilegal territorios palestinos, atacando hospitales y periodistas o utilizando el hambre como arma de guerra. Como colofón, a la hora de escribir este artículo Israel, con el acuerdo de Estados Unidos, está destruyendo totalmente la ciudad de Gaza enviando al exilio forzoso a miles de palestinos que huyen de las bombas y condenando a muerte y destrucción a los que se quedan. La ONU, tras dos años de exhaustiva investigación, ha concluido que lo que Israel hace en Gaza es un genocidio.

Desde la Asamblea Antipolígono con motivo del Día de la Paz hacemos un llamamiento en contra de la violencia, del terrorismo, de la guerra y del genocidio. Y a su vez pedimos que Navarra y Aragón sean territorios de paz y para la paz. Nos preocupa el uso del polígono de tiro de las Bardenas, donde se llevan a cabo maniobras aéreas y terrestres la mayoría de las veces con munición de fogueo, pero de manera creciente, también con fuego real. En este sentido alertamos de los peligros que sufrimos como consecuencia de la actividad militar. Muchos han sido los accidentes de aviones de guerra en los que hemos tenido que lamentar la muerte de los pilotos. Uno de los accidentes más graves es el que se produjo cuando chocaron en pleno vuelo dos cazas bombarderos, cayendo a escasos segundos de vuelo de la población de Ejea de los Caballeros. ¿Qué hubiera ocurrido si los restos de los aviones caen en Ejea? Ese riesgo existe en todas las poblaciones de la zona.

También alertamos del uso del aeródromo de Ablitas, donde los grandes aviones de transporte hacen vuelos rasantes a muy baja altura sobre poblaciones o centros industriales. Hace años ya tuvimos que lamentar la caída de un contenedor de grandes dimensiones, que se desprendió de un avión de carga militar. ¿Qué puede suceder si un contenedor o un avión caen sobre una población?

Nuestra apuesta pacifista y ecologista, de respeto a las personas y a la naturaleza, nos lleva a no tener mucho que celebrar este Día de la Paz, y sí a exigir el cese de la invasión de Ucrania y la asunción de medidas contra el estado genocida y violento de Israel. A su vez, con motivo de este día, volvemos a reclamar unas Bardenas en paz y para la paz, pidiendo el desmantelamiento del polígono de tiro de las Bardenas, cuyas bombas y aviones que nos sobrevuelan nos recuerdan que pertenecemos a un tablero geopolítico de cuyo entramado e intrigas bélicas no queremos formar parte.

Portavoces de la Asamblea Antipolígono