Recientemente pudimos leer que las factorías de Landaben y Palmela (Portugal) son las únicas del grupo Volkswagen en Europa que pueden competir con fábricas de Europa del Este y China. “Ambas pueden mantenerse a la par con los costes de fabricación de las plantas de Europa del Este, e incluso con las de muchas chinas”, según el consejero delegado del grupo Volkswagen, Oliver Blume.

El mismo día, el consejero de Industria, Mikel Irujo, se mostraba muy preocupado con el delicado momento de la industria germana. Le generaba “inquietud”, según sus palabras.

Irujo insistió en que hay que estar atentos para saber hacia dónde dirigir las políticas públicas que apoyen el tejido industrial de Navarra, debido a la vinculación de las multinacionales alemanas con la economía foral.

No vamos a buscar incongruencias entre estos dos puntos, puesto que no sabemos si el consejero Irujo se refería únicamente a la delicada situación de la automoción o a todo el entramado industrial germano. No obstante, como bien sabemos por estas tierras, cuando se habla de dirigir políticas públicas a apoyar el tejido industrial vinculado a multinacionales alemanas, a la ciudadanía solo se le ocurre un nombre como beneficiario para esas ayudas. Y ahí van los datos que confirman la sospecha.

Entre 2017 y 2024, VW Navarra ha percibido el 84,5% del dinero por ayudas a la contratación de personas menores de 30 años. El 4 de julio de 2017, el Gobierno de Navarra a través del Servicio Navarro de Empleo-Nafar Lansare, donde además del propio gobierno, participan UGT, CCOO y la CEN, aprobó la convocatoria de subvenciones “para el fomento de la contratación de personas jóvenes desempleadas menores de 30 años”.

El objetivo declarado era reducir la altísima tasa de paro juvenil, que alcanzaba por aquel entonces el 24,9% y que se cebaba en los jóvenes “con un bajo nivel de estudios”.

El Servicio Navarro de Empleo argumentaba entonces que “la falta de oportunidades laborales de este colectivo, sumada a su baja cualificación y capacitación profesional, restringe sus posibilidades de incorporación al mercado del trabajo”.

Para favorecer la inserción de este colectivo, decidieron incentivar mediante subvención la contratación de menores de 30 años en empresas navarras con más de 50 personas en plantilla, y cuya actividad esté incluida en áreas económicas prioritarias (automoción, cadena alimentaria, energías renovables, salud, turismo e industrias creativas y digitales).

Este desvío de dinero público vino para quedarse. Entre 2017 y 2021, con pequeñas modificaciones en la convocatoria de ayudas, se vinieron subvencionando todos los contratos, tanto indefinidos como eventuales, que tuvieran una duración mínima de 6 meses, excluyendo los de prácticas y los de formación y aprendizaje.

Ya en 2022, y ante la exigencia europea y posterior reforma laboral para limitar la gran tasa de eventualidad, se resuelve que solo serán subvencionables los contratos indefinidos. Y no lo serán “los contratos fijos discontinuos y los contratos indefinidos adscritos a obra”.

La cuantía de las subvención por contrato ha variado poco en estos años y va de los 11.880 euros al año por contrato de un trabajador indefinido a los 13.200€ de una trabajadora indefinida. Con la obligatoriedad de retribuir a la persona trabajadora, como mínimo, con el 1,75% del SMI.

Si bien es cierto que era loable la intención de ayudar en la contratación de personas jóvenes paradas con dificultades en la inserción laboral, en los pliegos de condiciones no se ha introducido ninguna medida para incentivar esta contratación, pasando a ser subvencionable cualquier contrato indefinido para menores de 30 años.

En estos 8 años tampoco hemos encontrado una valoración del impacto que estas ayudas han tenido en la disminución de la tasa de paro juvenil o la inserción de jóvenes desfavorecidos en el mercado laboral para poder justificar su continuidad o no.

En resumen: de 2017 a 2024, en Navarra se han concedido 7.861.505 euros en ayudas públicas por contratación de menores de 30 años; y VW Navarra ha percibido el 84,5% de este dinero público: 6.641.550 euros, concretamente. La empresa navarra que le sigue en cuantía ha recibido en estos años algo más de 250.000 euros. Un trasvase de dinero público a unas concretas empresas privadas (sectores prioritarios), que seguramente serán las que menos lo necesitan.

Este año, hasta el 18 de octubre, VW Navarra ya ha realizado 157 contratos indefinidos, con la posibilidad de ser subvencionados (pero solo 23 mujeres, un exiguo 17%) por los cuales recibirá una nueva partida económica. Por lo que se ve, la multinacional alemana aprovecha muy bien el dinero público navarro, que tan generosamente le entregan este y los anteriores gobiernos.

El autor es delegado de ELA en VW Navarra