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Tribunas

Tomemos las calles contra la violencia machista

Tomemos las calles contra la violencia machistaPatxi Cascante

En las últimas semanas hemos sido testigo de varias agresiones en Navarra: una violación grupal en la fiesta de carpas de la UPNA, la violación de una menor en Sarriguren, implicación de un policía en la eliminación de pruebas de una agresión, una red de explotación en Tudela y otras agresiones recientes, como los tocamientos a una mujer en Errotxapea.

Ante estos casos de violencia machista hemos salido a la calle; los hemos denunciado y seguiremos trabajando firmes en esta lucha. Pero hay algunas reflexiones que nos vienen a la cabeza, y es que la conciencia política de buena parte de la sociedad está cambiando: el machismo se está normalizando y la lucha contra la violencia machista se está apagando a nivel social. Creemos que es nuestra labor revertir esta tendencia y volver a situar la lucha contra el machismo en primera línea.

Por un lado, la ideología fascista continúa normalizando el machismo, tal y como demuestran los últimos hechos en Iruñea. No se han pronunciado ante las agresiones ocurridas y solamente han dado voz a aquellas cometidas por personas magrebíes. Mientras tanto, no parece preocuparles que un policía, cuya labor debería ser protegernos supuestamente, haya destruido pruebas para favorecer a un agresor. Las mujeres les importamos un bledo a estos fascistas y sus actos son la clara prueba de ello: cuando impulsan leyes que atentan contra nosotras, cuando minimizan la gravedad de los asesinatos machistas diciendo que solo mueren 48 mujeres al año.

Han instrumentalizado la violencia contra las mujeres para expandir un discurso reaccionario y racista. Llevamos tiempo diciendo que combatir estas ideas fascistas, racistas y machistas es prioritario. Y es que utilizan la violencia machista como pretexto para fomentar la criminalización y el odio contra los sectores más vulnerables de la clase trabajadora y aumentar las fuerzas policiales.

Por otro lado, la respuesta social contra la violencia machista se ha atenuado. Cada vez tenemos más normalizadas las agresiones machistas, lo que ha hecho perder la conciencia y la respuesta contra ellas.

Hace 10-15 años la lucha feminista tenía una gran fuerza social: provocó la activación de un amplio sector. Ejemplo de ello fueron las movilizaciones multitudinarias en respuesta contra La Manada, aquí en Iruñea. Sin embargo, a raíz de la institucionalización de las luchas sociales, en parte, la capacidad movilizatoria ha perdido su fuerza, y el rumbo político para acabar con la violencia machista se ha perdido, limitándose a la gestión del problema.

Sin embargo, la política institucional ha mostrado sus límites en los últimos años: por un lado, su incapacidad estructural para dar una respuesta radical a las mujeres ha mantenido nuestra situación de desigualdad; por otro lado, la política institucional ha sustituido al movimiento de calle, vaciándola y abriéndole camino al fascismo.

Vivimos esta situación con responsabilidad y no creemos que sea momento de mirar hacia otro lado. Tenemos que construir una fuerza política que combata el fascismo y el machismo: es momento de responder a los discursos fascistas y machistas que se está normalizando en las instituciones, en las redes sociales y en la calle. Orientando la lucha contra su denominador común: el capitalismo y los aparatos de Estado que permiten y fortalecen el fascismo y el machismo. Tenemos que recuperar las calles, no para activar la máquina del voto, sino para activar respuestas colectivas. La potencialidad de la lucha contra el machismo está en la calle y en la militancia, no en las instituciones ni en los despachos.

No nos vamos a conformar con reducir o gestionar la violencia machista; si la mujer va a ser libre, tenemos que construir una sociedad socialista en la que la violencia machista termine definitivamente y plantear nuestra lucha en esa dirección. Es imprescindible reforzar la conciencia contra el machismo y tomar las calles contra la violencia machista.

Las autoras son compañeras de Itaia