Osasuna nunca se rinde. Y la afición tampoco. 6.167 aficionados acudieron a El Sadar ayer por la noche para arropar a las jugadores rojillas, que se enfrentaban contra el mejor equipo de España. A medida que el Barcelona metía goles, la grada osasunista se encendía más y más, y no se apagó hasta que las jugadoras de Kakun Mainz salieron del césped.
Una seña de identidad de Osasuna es su afición, y ayer las rojillas lo vivieron en sus carnes. Cada vez que una jugadora navarra cogía la pelota en campo contrario, la parroquia osasunista estallaba en gritos. Cada vez que una futbolista de Osasuna robaba un balón a una catalana, los más de seis mil aficionados se hacían notar. Con el 0-2, la grada no se vino abajo, es más, se vino más arriba todavía. Los goles del Barcelona parecían un trozo de madera más que encendía a los aficionados en una noche fría.
Minuto 72, 0-7 en el marcador, los rojillos y las rojillas protagonizaron el gesto que resumía lo que estaba siendo la noche, una noche de espectáculo en la que el hecho de poder estar ahí animando a Osasuna ya era un premio en sí. Todas las personas que acudieron, las 6.197, hicieron la ola.
Los goles del Barcelona fueron 9, pero incontables fueron los aplausos que recibieron las rojillas al término del partido, quienes dieron una vuelta completa al estadio para agradecer la presencia de las miles de personas que les acompañaron esa noche.
“Cuando teníamos el balón, sentíamos cómo la afición gritaba, animaba y empujaba”
La capitana de Osasuna, Miriam Rivas, valoró “el esfuerzo que ha hecho la gente por venir, sabíamos que era un horario complicado”. La defensa aseguró que sabían que era un “partido duro”, pero “cuando teníamos el balón, sentíamos cómo la afición gritaba, animaba y empujaba”. “La afición es muy importante para nosotras, un chute de moral. Era un partido ilusionante, bonito y, a pesar del resultado, seguro que han disfrutado de una bonita noche de fútbol. Estamos súper agradecidas de tenerles cerca”, añadió.
La central Josune Urdaniz también agradeció la asistencia de los rojillos y rojillas: “Que hayan venido 6.000 personas a vernos un martes y a estas horas es digno de valorar y apreciar. Estamos muy contentas.
Su compañera en la zaga, Irati Urruzola, aseguró tras el encuentro que “el calor de la afición siempre se nota y es de agradecer”. “Me gustaría dar las gracias a toda esa gente que ha venido, se nota mucho que están y da montón de fuerzas”, comentó agradecida la central rojilla.
En la banda izquierda de El Sadar, Merche Izal pudo sentir ese calor de la grada en su primera vez jugando en el templo rojillo: “Es increíble cómo ha respondido la gente, nos han acogido genial”. La lateral del conjunto navarro quiso destacar el hecho de que los aficionados animaran a pesar del marcador: “Esto es Osasuna, la afición de este club es increíble y a pesar del resultado nos ha apoyado hasta el final”.
