Mai Garde recogió este jueves el Trofeo Fermín Ezcurra, galardón que anualmente entrega la Federación de Peñas de Osasuna, recogiendo el testigo de los anteriores ganadores del galardón: Enrique Martín Monreal (2019), Pedro Mari Zabalza (2020), Osasuna (2021) y Juan Carlos Unzué (2022). La candidatura de la que fuera futbolista y capitana de la entidad hasta que anunciara su retirada la pasada temporada, que ahora ejerce de coordinadora del fútbol base femenino del club, resultó ganadora. En la entrega, que tuvo lugar en el Bar Bigaroa de la Rotxapea, Garde estuvo acompañada de familiares, amigos y César Muniáin.

Nada más recoger el galardón, la excapitana de Osasuna profirió un discurso en el que recordó sus inicios, donde “era muy complicado que de pequeñita una mujer futbolista pensara en grandes retos. Éramos más supervivientes y con el paso de los años me di cuenta de que poco a poco se iba avanzando. Tenía el sueño de jugar en Osasuna, la primera etapa no fue ni buena ni bonita ni positiva, pero gracias a esta junta directiva fue una apuesta. No pude dudar mucho en volver a Osasuna, que es el equipo de mi vida, y doy las gracias por todo lo que he vivido porque de pequeña no me lo imaginaba”. 

Es por ello que “para las mujeres de mi generación no soy consciente de lo que estoy viviendo. Me dedicaba a jugar y pasármelo bien. Jugar en El Sadar nos ha marcado a las más veteranas, es algo que se nos va a quedar para siempre”.

Durante su etapa como futbolista, y una vez colgadas las botas, Mai Garde no ha dejado de recibir condecoraciones, algo de lo que se muestra sorprendida, al mismo tiempo que agradecida, y quiere hacerlo extendido al resto de compañeras con las que ha compartido vestuario porque, asegura, “al final parece que me los llevo yo, pero está claro que las protagonistas son mis compañeras. Entiendo que es un premio, no sólo a una futbolista, sino a una persona que lleva por bandera el nombre de Osasuna allá dónde va. Es un orgullo”.

Ahora, esta generación se está convirtiendo en referentes e iconos de las niñas en Navarra, algo que, apunta Garde, “igual a mis compañeras jóvenes se están acostumbrando pronto. A mí me ha tocado tarde, jamás tuve una mujer deportista como referente y hacía falta tener mujeres referentes en la sociedad”. 

Este galardón le llega a Mai Garde al tiempo que la Federación Navarra de Fútbol anunció que se han duplicado las licencias en el fútbol femenino, una radiografía que ha tenido una duración de “prácticamente dos años. En Gipuzkoa nos cuatriplicaban. Había que hacer algo, hemos empezado a trabajar la base y a dar más oportunidades de que haya más niñas jugando a fútbol. Esto mejora el fútbol femenino y lo hará crecer”, apunyaba Garde, que se mostraba “muy contenta”, con su nueva vida, en la que está “en el día a día con mis compañeras. Los partidos de casa los veo todos, los de fuera no, porque veo a la base. Es un poco raro porque no entro al vestuario, pero poder dedicarme a esto es el sueño de mi vida. Decido retirarme cuando tenía pocas ganas de seguir, pero ahora soy feliz”.