El New Club fue una escisión temporal de la Sportiva y sin apenas actividad
el distanciamiento entre los fundadores de la sportiva FC pudo deberse a causas políticas
PAMPLONA. Ha sido una cantinela durante años que Osasuna nació de la fusión de Sportiva y New Club. A la luz de los datos, en el origen de Osasuna no hay más cimiento que la Sportiva, ya que las gentes del New Club que aparecen citadas en documentos formaron parte de la Sportiva, incluso desde el momento de su fundación, en mayo de 1919. Sería aventurado señalar las causas de aquella separación temporal -se prolongó casi un año-, aunque entre líneas cabe interpretar que latían motivos políticos.
En aquellos días, la militancia futbolística tenía bastante que ver con la afinidad política. Entre los miembros más relevantes de la Sportiva había filovasquistas ("éramos nacionalistas", remarcó Inocente San José, contador de la Sportiva y luego tesorero de Osasuna, en una entrevista en Navarra hoy, el 03-02-88) y también gentes que después tendrían destacada militancia en las filas republicanas. Su encarnizado rival en el campo, la Deportiva, estaba integrada por miembros de las Juventudes Jaimistas (carlistas). "Se formaba un ambiente increíble (...) porque se enfrentaban dos facciones políticas", incide San José.
El tema de la afinidad política no es baladí, ya que era asunto de comentarios en la calle. De hecho, el 16 de noviembre de 1920, una comisión de Osasuna visitó las redacciones de los periódicos de la ciudad. El Pensamiento Navarro recoge que "en contra de lo que se va diciendo por la calle" no son una sociedad política. Diario de Navarra pone el acento en que "la nueva sociedad se ha desligado de toda política" y El Pueblo Navarro, auténtico inspirador desde sus páginas de la formación del nuevo club, va más allá y relata que "hay elementos interesados en hacer creer a las gentes -especialmente a los futbolistas militares- que la sociedad Osasuna es una derivación de la Juventud Nacionalista". Resalta este periódico que el artículo 15 del Reglamento del club "prohíbe a sus componentes suscitar polémicas de carácter político". Marcos Aizpún, en las páginas de El Pueblo Navarro, llega a retar a la Deportiva a que "demuestre que no es una ramificación de los requetés".
Había serias diferencias entre unos y otros; por ejemplo, Primitivo Olazarán, elogiado como el mejor futbolista de la Deportiva, nunca jugó con Osasuna y era, según crónicas de la época, "objeto de los ataques de los seguidores de Osasuna" cuando se enfrentaban los dos mejores equipos de la capital.
Si la política estuvo o no en aquella ruptura de los primeros integrantes de la Sportiva, es difícil de afirmar categóricamente. Las diferencias, con todo, no eran tan insalvables. Incluso la elección por unanimidad de un nombre en euskera para el nuevo club expone por dónde iban los sentimientos de aquellos pioneros.