PAMPLONA. Como Lolo no se prodiga mucho ante los medios de comunicación, sus reflexiones, en las que se presenta como un jugador de club, encantado de Pamplona y con ganas de seguir aquí, resultan refrescantes, interesantes.
¿Llevar 77 partidos en Osasuna en tres temporadas es una buena cifra?
Creo que está bastante bien, aunque no he tenido continuidad de titular, quitando esta última parte en exceso, he contado para el míster y tanto Camacho como Mendilibar me han dado oportunidades y he jugado bastantes minutos.
También suma más de un centenar de encuentros en Primera.
Sí, hace unas fechas llegué a los cien partidos en Primera División. Es una cifra difícil de conseguir, pero tengo mucho margen de mejora y espero sumar muchos más.
¿Más mediocentro que defensa?
En el centro es la posición en la que más he jugado en Primera, quitando los dos años anteriores de Osasuna, en los que he jugado casi siempre de central. Mi sitio es el mediocentro porque me ha formado para esa demarcación, es el sitio en el que yo quiero jugar, sobre todo porque creo que puedo ayudar más al equipo.
¿Por qué ese cambio en Osasuna?
A lo largo de mi carrera, en Sevilla he jugado de central, de pivote defensivo y esa polivalencia hacía que pudiese jugar en sitios distintos, pero cada entrenador me ha considerado de una u otra manera y me ha puesto donde más le ha interesado, como en Osasuna.
Pero en el centro del campo incluso ha hecho goles.
Sí, tanto en Málaga como en Sevilla hice goles. La primera campaña del Málaga en Primera hice cuatro goles en un año fantástico, y en Sevilla también jugué en Champions, ganamos la Copa del Rey, la verdad que fue una temporada muy buena.
Dice que se siente cómodo, que le gusta jugar ahí y por fin se le está viendo en Osasuna en esa zona.
Sí, sobre todo porque participas más, te asocias más con los compañeros. Siempre me ha gustado jugar con los compañeros, asociarme con ellos y de central es una demarcación más especifica en la que no puedes combinar tanto.
Llegó con Camacho, lleva un tiempo Mendilibar. ¿Cambian las cosas solo por los entrenadores o por las circunstancias del equipo?
Cambian por las circunstancias, han venido compañeros nuevos, se han ido otros pero lo bueno es que Osasuna mantiene sus señas de identidad. Es un equipo que pelea cada balón, que lucha mucho todos los partidos, nos está costando mucho ganar fuera, que es nuestra asignatura pendiente, pero en casa somos un equipo bastante fuerte.
¿Qué le está pasando a Osasuna para hacer esta temporada tan irregular?
Hemos pagado el mal inicio. Empezamos la Liga jugando fuera de casa contra dos equipos recién ascendidos, que en las primeras jornadas tienen una motivación añadida y en sus estadios quieren que sea una fiesta, y el primer partido en casa contra el Barcelona estuvimos a punto de ganar, perdimos en los últimos minutos y esos tres partidos, metiéndonos con cero puntos a pesar de haber hecho las cosas bien, creo que nos ha llevado a tener estos problemas.
¿Se debe decir que el fútbol está siendo injusto con Osasuna porque se hacen buenos encuentros a los que no acompañan los resultados?
Sí, es curioso que se le achacaba al equipo que no sabía jugar la pelota, que no quería el balón y que se dedicaba a defender y a dar pelotazos, y últimamente llevamos tres partidos con dominio del balón, quizás contra el Atlético de Madrid no tanto, pero también haciendo ocasiones de gol. Creo que se trata de materializarlas y eso es lo que nos ha costado para no conseguir puntos.
Volviendo a usted, ¿nunca había jugado tantos partidos seguidos en Osasuna como centrocampista?
No, más de dos partidos seguidos como mediocentro no había tenido aquí en estos tres años. Que el equipo haya reaccionado a partir de que juegue en esa posición creo que tiene que ver, sobre todo, con que todos hemos dado un paso adelante, ahora somos mucho más ambiciosos con balón, combinamos mucho más entre nosotros y no abusamos de los balones en largo. También ha venido gente que tiene buen trato de balón y todo eso ayuda.
La competencia para jugar en el centro de la defensa y en el medio es muy grande.
Sí, nunca lo he tenido fácil porque siempre ha habido compañeros que optaban al puesto. Tanto como de central como de pivote, el equipo tiene mucho donde elegir, y el míster puede decidir a partir de mucha gente.
¿Se siente ahora un fijo en el equipo?
No creo. Esto cambia de un día para otro. Antes de ser titular llevaba dos o tres partidos en los que no iba ni convocado. Todo cambió en el partido de Copa con el Valencia, y lo mismo le puede pasar a otro compañero, que ahora está sin jugar y tenga su oportunidad, la aproveche y que se vea que nadie es imprescindible.
¿Le está redescubriendo Osasuna como mediocentro?
La gente ya me está viendo, de cabeza nunca he tenido problemas y a la hora de jugar la pelota, a cada encuentro me siento más cómodo y con ganas de ayudar al equipo. Sé que al equipo le costaba echar el balón abajo y yo, sobre todo, con mis características, he intentado ayudar en esa zona.
Quedan diez encuentros para el final, ¿cómo se plantean estos últimos partidos que deciden la temporada?
Un equipo como Osasuna no puede renunciar a ningún partido. Todos los encuentros van a ser muy difíciles porque todos los equipos nos jugamos muchas cosas y tenemos que ser fuertes en casa como lo hemos sido, quitando estos dos últimos partidos, y ganar algún encuentro fuera porque solo con lo de casa no nos vale. Tenemos que conseguir los 42 ó 43 puntos que todos los años marcan la permanencia. Todos los años decimos lo mismo, que la salvación puede estar mucho más barata, pero al final todos los equipos aprietan.
¿Cómo están viviendo estos encuentros en el Reyno con casi 20.000 espectadores?
Para nosotros el apoyo de la afición es primordial, somos un equipo humilde, con gente trabajadora, que no tenemos cracks, y cuando más apoyos recibimos del público, es un plus que tenemos a nuestro favor.
¿Está contento de cómo le van las cosas en Osasuna?
Sí, aunque me gustaría de que el equipo no estuviera en la situación en la que se encuentra en este año, de mi carrera deportiva no me puedo quejar. Quitando este año, en que estamos sufriendo un poco más, estoy bastante contento.
Tiene un año más de contrato, ¿le gustaría seguir más tiempo aquí? ¿Cómo se plantea el futuro?
Mi objetivo es siempre terminar mi contrato aquí y, si es posible, aumentarlo. Tanto mi familia como yo nos hemos acostumbrado muy bien a Pamplona, el trato de la gente ha sido siempre genial y se puede vivir muy bien. Siempre me he considerado un jugador de club, me gusta estar fijo en una ciudad, donde me siento querido, y ojalá pueda jugar muchos partidos, que el equipo logre muchas victorias para que pueda renovar aquí.
¿Tiene una niña que nació aquí, que es pamplonesa?
Sí. Mi familia se ha adaptado bastante bien, nos hemos comprado una casa, mi hija ha nacido aquí y es síntoma de que estamos muy contentos.
También la grada ha conectado con usted en los últimos partidos, ¿es por el rendimiento, por la continuidad...?
Con la afición nunca he tenido ninguna queja, cada uno es libre de expresar su opinión como quiera. El socio siempre es respetable. Siempre me he llevado bien con esta afición que cuando las cosas van mal, apoya.
Usted es de Huelva, pero cuando va para el sur...
Mi familia está en Huelva, pero mi casa la tengo en Sevilla porque con 14 años me fui a vivir allí. A Huelva bajo a visitar la familia, mis padres y mis hermanos.
Un canterano del Sevilla en Osasuna...
Sí, porque a los 14 años me fui al Sevilla y me formé en los equipos inferiores.
Y los malos tiempos con Osasuna los ha vivido entonces desde el otro lado.
Desde la grada. No sé si estaba en los juveniles o en el Sevilla Atlético, y la verdad que eran partidos muy intensos porque los dos equipos se jugaban bastante.