Ya lo dice la canción "Dale Osasuna dale, te sigo a todas partes,yo te quiero, por ti daría la vuelta al mundo entero...", y quémejor que, una temporada más en la que el equipo busca la heroica,en este caso en Cornellá frente al Espanyol, la afición de Osasunapara llevar en volandas a los rojillos hacia la salvación.

No importa si el equipo que llevas en el alma esté en TerceraDivisión, en Segunda, en Primera, dispute la Copa del Rey o juegueen Europa, cualquier excusa es buena para animar a Osasuna alládonde vaya. La marea de aficionados rojillos es el jugador número12 que, tanto en los buenos como en los malos momentos, ha estadometiendo los goles que tantas alegrías nos han dado. Una mareaque nos ha mantenido en Primera durante 14 años y que hoy lovan a volver a demostrar en Barcelona.

Son cerca de 1.000 aficionados los que, en autobús, tren, avióno coche, viajarán hasta la Ciudad Condal para dejarse ver y oírpor los aledaños del estadio Cornellá-El Prat hasta las 19.00,hora en la que comienza un nuevo reto, un partido en el que Osasunase juega la salvación, y en el que la marea roja no dejará deluchar junto al equipo.

Siempre juntos

La afición osasunista ha acompañado a su equipodesde los orígenes. De la época más reciente, la primera granmarcha que se recuerda data del 24 de junio de 1969. El destinofue Zaragoza en un partido que desplazó a más de 12.000 navarrospara apoyar a un equipo que se jugaba el ascenso a Segunda División.El rival fue el San Andrés de Barcelona y los aficionados vivieronuna fiesta de color rojo protagonizada por los tantos de Sagastay Jordana (2-0).

También con el objetivo del ascenso a Segunda división, en latemporada 1971-72, vez fueron 4.000 aficionados los que se dejaroncaer por la localidad turolense de Andorra, aunque no hubo suerte,Osasuna perdió 2-1 y el ascenso tuvo que esperar una semana más.

Llegó Murcia

Otro de los puntos álgidos de la historia rojillaes el ascenso a Primera División el 1 de junio de 1980 en Murcia.El equipo no estuvo solo en la Condomina, ya que 4.000 seguidoresle acompañaron para celebrar juntos el gol de Rández, que lepermitió al club jugar durante 14 temporadas en la élite delfútbol español, hasta que en 1994 volvió a vivir el drama deldescenso.

Pero la angustia se convirtió en felicidad 6 años más tarde cuandoOsasuna asciende a Primera División gracias a un gol de Trzeciaken la última jornada del campeonato, en un encuentro que vencióen el El Sadar al Recreativo de Huelva (2-1) y los rojillos regresaron,por méritos propios, a la Liga de las Estrellas.

Aunque no debemos olvidar, que gran parte de la salvación vinoacompañada del punto cosechado en Gijón gracias a un gol de IvánRosado en los minutos finales del partido. Un tanto que empujarona la red 7.000 aficionados rojillos que se desplazaron al Molinóny que hicieron del estadio una auténtica olla a presión.

NOS VAMOS A MADRID

A partir de ese momento, el equipo ha idocreciendo y se han podido ir celebrando muchos más éxitos. Delas satisfactorias permanencias en las primeras temporadas, adisputar la final de la Copa del Rey en el 2005 por primera vezen su historia. Fue ante el Real Betis, en el estadio VicenteCalderón el 11 de junio de 2005, en el que cerca de 25.000 seguidoresnavarros se dieron cita en Madrid para acompañar al equipo. Sinduda se trata del desplazamiento más numeroso, con diferencia,de la historia del Club, aunque la película se convirtiese enun drama mientras avanzaba la trama. Osasuna perdió el partidopor dos goles a uno, después de que Aloisi empatase el encuentroen el minuto 82, un tanto que hizo retumbar los cimientos delestadio madrileño y que llevó al equipo a disputar la prórroga.Dani marcó el definitivo tanto de los béticos dando el triunfoa los sevillanos y dejando a los rojillos con el subcampeonatode esta competición, que no obstante les supuso la clasificaciónpara disputar la previa de la Copa de la UEFA.

El primer destino fue Francia, concretamente una ciudad situadaa 308 kilómetros al oeste de París, en línea recta, Rennes. Unaciudad con gran cantidad de estudiantes de muchas partes delmundo que vieron como una gran marea roja de 1.800 seguidoresanimaron al equipo en su segunda andadura Europea.

ALEMANIA

La culminación de un Osasuna consolidado en la élitedel fútbol llegó en la temporada 2005-06. Después de 38 jornadasde competición, el equipo que entrenaba Javier Aguirre finalizóen el cuarto lugar de la clasificación, sólo superado por elBarcelona, Real Madrid y Valencia. Esta posición posibilitó queel equipo rojillo, por primera vez en su historia, tomase parteen la fase previa de la Liga de Campeones, en la que se vio lascaras con el Hamburgo. Fue en Alemania donde comenzó el tourrojillo por tierras europeas, con cerca de 1.000 incondicionalesosasunistas. La ocasión de ver a los rojos estrenarse en la Championsse presumía como un viaje al que no se podía faltar, había queestar en la ciudad alemana costase lo que costase. Aunque laafición siguió al equipo de cerca, la suerte no le acompañó yel sueño de los campeones se terminó.

POR EUROPA CON OSASUNA

Esa misma temporada la trayectoria delos rojillos en la Copa de la UEFA fue todo un éxito. Osasunaalcanzó las semifinales de la competición y sólo pudo ser superadopor el Sevilla, que a la postre resultó ser el campeón del torneo.En la primera eliminatoria, los navarros dejaron en la cunetaal Trabzonspor, de Turquía. En la fase de grupos, junto al Parma,Lens, Odense y Heerenveen, el equipo finalizó segundo por detrásde los italianos y los siguientes en caer fueron el Girondins(Francia), el Glasgow Rangers (Escocia) y el Bayer LeverkusenAlemán. Pero en las semifinales, el Sevilla se cruzó en el caminode los rojillos y dijeron adiós a una participación histórica.La final de la Copa de la UEFA se quedó a un solo paso.

En Burdeos se sintió a Osasuna, porque en sus calles el protagonismofue para los rojos, representado en los más de 7.000 aficionadosque viajaron hasta la ciudad francesa para vivir en directo laeliminatoria contra el Girondins. Hasta ahora el mayor desplazamientode la marea roja en Europa. La afición no quiso dejar sólo asu equipo una vez más y este apoyo se trasladó a las gradas delChabam Delmas.

El siguiente paso fue Escocia, aunque esta vez fueron menos,no por ello pocos, los seguidores que acompañaron al equipo ensu tour europeo. Cerca del millar de personas volaron a Glasgowpara presenciar el encuentro contra los Rangers (1-1).

De vuelta a Alemania. Esta vez a Leverkusen. Destino que trasladóa 1.200 rojillos hasta las gradas del BayArena. Último paso antesde llegar a Andalucía para disputar la vuelta de las semifinalesde la Copa de la UEFA contra el Sevilla. Cerca de 1.800 seguidoresde Osasuna se dieron cita en el Sánchez Pizjuán para presenciarun hecho histórico que desembocó en un mar de lágrimas rojaspor no poder alcanzar la ansiada final.

Un desenlace que la afición rojilla no quiere que se vuelva arepetir hoy en Barcelona, los 1.000 aficionados lucharán desdelas gradas de Cornellá-El Prat como un jugador más para traersea casa tres puntos que darán un gran aliento para afrontar encasa el último partido frente al Real Betis y certificar asíla salvación.