Pamplona - Entre una primera votación en la que la asamblea de socios compromisarios aprobó que las elecciones a la presidencia de Osasuna se celebren el último domingo de septiembre que haya partido en El Sadar y una segunda en la que los mismos votantes eligieron una junta gestora comandada por Javier Zabaleta para hacerse cargo del club hasta la celebración de los comicios, el gerente del club, Ángel Vizcay, oficializó y desgranó la penosa situación económica por la que atraviesa Osasuna.
Osasuna arrastra una deuda global de 74,2 millones de euros, de los que casi 6,3 responden a sueldos de los componentes de la plantilla de jugadores, con la que la entidad navarra tiene que satisfacer o acordar pagos de un valor aproximado de 5,2 millones de euros antes del próximo 31 de julio con el fin de evitar el descenso a Segunda División B, según desveló el propio Ángel Vizcay. El gerente del club rojillo añadió que los pagos o acuerdos con la plantilla, la Hacienda Foral y con la Seguridad Social, por valor de unos 6,1 millones de euros, según los datos facilitados por el propio Vizcay, son de obligatorio cumplimiento antes del próximo 31 de julio, ya que es la condición que exige la Liga de Fútbol Profesional para que Osasuna pueda inscribirse en la próxima edición de la Liga de Segunda División.
Vizcay, en la asamblea general extraordinaria del club, señaló que consta en Osasuna que "la mayoría de jugadores han preparado denuncias", por lo que destacó como necesario estar al día o acordar formas de pago para evitarlas. Señaló a este respecto que ve necesario ingresar dinero por ventas de jugadores de forma urgente y, en este sentido, desveló que existen negociaciones "bastante avanzadas".
El gerente osasunista también alertó de la merma de ingresos la próxima temporada, al reducir de 23,5 a menos de 3 millones de euros el cobro por derechos de televisión (amén de avisar de que el club tendrá que negociar esta cantidad), si bien apuntó que el club paliará este descenso con entre 8 o 9 millones de euros que recibirá de la ayuda al descenso de la Liga de Fútbol Profesional. Vizcay concretó que Osasuna recibirá un pago de esta cantidad en octubre y otro en febrero.
Vizcay, que desveló que el presente curso podría arrojar arrojar un balance positivo, desgranó la deuda del club, que tiene como principal acreedor a la Hacienda Foral (47 millones de euros). El club adeuda a los bancos 12,8 millones de euros; 6,2 millones a los jugadores, de los que 5,2 deben abonarse antes del 31 de julio; 2,8 millones a diferentes proveedores; 2,1 a varios clubes; 1,7 a agentes; 690.000 euros a la Seguridad Social (de los que 400.000 euros son inaplazables); y 420.000 euros a clubes convenidos.