PAMPLONA. Oier Sanjurjo ha vuelto a ser sincero y ha explicado públicamente cómo ha sido la evolución de las diferentes situaciones que les ha tocado vivir: “No ha sido fácil; ha sido un año duro. Hemos intentado desconectar durante las vacaciones, pero no es fácil, porque deportivamente el descenso ha sido un palo y económicamente el Club está tocado. Ha sido complicado lidiar con las dos situaciones. Además, en la primera semana de entrenamientos continúa la incertidumbre de la nueva categoría y de quienes van a quedarse”.

El capitán también ha trasladado en rueda de prensa el punto en el que ahora se encuentran: “Estoy contento. Estamos trabajando bien, tenemos un entrenador fenomenal y veo que la cosa marcha. Las cosas funcionan y funcionan correctamente. El hecho de descender puede haber servido para dar un paso atrás, pero dos adelante. Ya se puede fichar y confío plenamente en Vasi (Petar Vasiljevic) y en su capacidad para traer buenos jugadores. Las cosas van tomando forma”. Tanto él como sus compañeros en la capitanía han tenido que trabajar duro fuera de los terrenos de juego: “Hemos hecho un curso acelerado de capitanía. Hemos tenido que hablar con los de arriba, con los de abajo y con los del medio, pero es lo que toca”.

Y Oier tiene muy claro el papel que debe de jugar este año: “Tengo contrato con Osasuna y me toca partirme los cuernos con el equipo y hacerlo lo mejor posible por el bien de todos”. Y en este sentido tampoco ha ocultado sus intenciones: “Voy a hablar con Urban para que me aclare en qué posición voy a partir o quiere que parta. Quiero tener las ideas claras en ese aspecto”.

Y en el objetivo global también es sincero: “Hay que ser realistas y ver qué plantilla se hace. El punto de partida es ascender, pero la mayoría conocemos la segunda división y sabemos que es muy competitiva”.