pamplona - Llega como nueva incorporación y como tal fue presentado en El Sadar, pero su condición de exosasunista ilustre le otorga un plus de responsabilidad tan grande como la ilusión que ha generado con su retorno al club donde militó durante seis temporadas y con el que compartió sus momentos más gloriosos tanto en la Liga como en competición europea.

Pero las expectativas que ha generado no asustan a Nekounam. Ni mucho menos. El iraní es plenamente consciente de que en esta segunda etapa vestido de rojo se encuentra a un vestuario muy distinto y con muchas caras nuevas y procedentes de la cantera. Y eso le motiva: “Me gusta trabajar con la gente joven porque tienen unas ganas de mejorar que se contagian”, declaró el centrocampista, que recordó que “en la selección me ha ocurrido lo mismo, han cambiado mucho las cosas y como capitán me encanta trabajar con nuevas incorporaciones”.

Y, aunque en Osasuna no ocupará el cargo de capitán, de él se espera que actué casi como si lo fuera. Nekounam no ha perdido el contacto con el club navarro en los dos años que ha estado fuera. Y quiso dejarlo claro revelando que ha seguido todos los partidos que sus obligaciones le han permitido. Incluido el que enfrentó a los rojillos con el Betis y que supuso el descenso a Segunda División en mayo.

“Vi el partido del descenso y lo pasé fatal, como todos los osasunistas. Pero no solo yo, también mi familia, sobre todo mi padre que es un enfermo del fútbol”, confesó. Y añadió que “me dio muchísima pena no poder hacer nada por ayudar al equipo, y desde la distancia creo que sufrí incluso más que si hubiera estado jugando ese partido”.

Un partido que se convirtió en el principio de la gestación de su regreso a Pamplona. Nada más conocer que su exequipo perdía la categoría, el iraní se puso en contacto con varios miembros del club a los que hizo saber su deseo de retornar para ayudar a Osasuna a ascender lo antes posible. Aunque eso le hace perder dinero.

Y es que a Javad Nekounam no le han faltado las ofertas. Más aún después de su destacado papel en el Mundial de Brasil. Ayer confesó que ha recibido llamadas “de dos clubes españoles, uno de Primera y otro de Segunda División”. Llamadas a las que se unió otra desde Qatar y que realizó precisamente otro exrojillo, Miguel Ángel Lotina. La cantidad que estaba dispuesto a pagarle el conjunto árabe sextuplicaba el sueldo que va a cobrar en Osasuna. Pero el mediocampista tenía claro cuál era su deseo.

“No me mueve el dinero. Ni ahora ni antes”, aseguró Neko. Aclara que, como profesional “miro por mi futuro, por supuesto”, pero asegura que hay condiciones que pesan más en él a la hora de elegir destino. Una de ellas es el deseo de su familia. Y en ese aspecto no hubo dudas: tanto el futbolista como su entorno más cercano quería regresar a Pamplona. Y así lo ha hecho. El capitán de la selección iraní ha regresado en Pamplona junto a su mujer y convertido en padre. Las dos personas más importantes para él y que ayer no quisieron dejarle solo en su puesta de largo como rojillo.

Ni siquiera la complicada situación que ha atravesado el club desde el descenso le hizo perder las ganas de volver. “Estaba al tanto de todo a través de amigos y gente del club y sufrí muchísimo. He vivido de forma muy intensa tantos las alegrías como las penas en estos dos años”, aseguró.

Y es que si hay un motivo que le ha empujado a refichar por Osasuna ha sido el sentimental. Ante la pregunta de porqué ha vuelto, el persa lo tiene claro: “Este club es mi familia. No soy de aquí pero me siento un pamplonés más. Gran parte de mis mejores recuerdos los tengo vestido de rojo y desde que acabó el Mundial no he pensado en otra cosa que no sea jugar en este equipo”.

seguirá cuando se retire El vínculo que ha creado con Osasuna es tal que no tiene duda de que la rojilla será la última camiseta que vestirá. “Voy a retirarme en Pamplona”, aseveró con rotundidad. Y fue en ese momento cuando Javier Zabaleta reveló que el acuerdo con Nekounam incluye una cláusula por la que se le ofrece seguir trabajando en el club cuando cuelgue las botas. La función es algo que aun está por definir, pero la dirección del conjunto tiene claro que el perfil del centrocampista se adecúa a la filosofía del club y que su presencia en cualquier estamento será beneficiosa.

Pero ese tema aún no le preocupa. De momento, Nekounam asegura que no ha pactado una duración determinada en su contrato como jugador. El persa seguirá jugando “hasta que vea que no doy más de mí o que ya no quieren que esté”. Y parece que ese día todavía se ve lejano porque, aunque se muestra cauto y prefiere esperar para valorar su estado, asegura que “puedo ser el mismo jugador de antes”.

Volver a ver al Nekounam que maravilló en su llegada hace ocho años es lo que quieren tanto sus compañeros como la afición. Y es uno de los elementos que animan a los rojillos a afrontar con optimismo el arranque de la temporada. Un optimismo que el persa comparte.

“Sabemos que nos espera un camino muy duro, pero hay que tener ambición para motivarnos. Estoy seguro de que hablando de ascenso y de ser primeros jugaremos y entrenaremos con más ganas”, dijo un Javad Nekounam que no podía disimular la ilusión que le supone su retorno. “Cuando llegué hace seis años estaba contento, pero no voy a negar que ahora las cosas son distintas y estoy mucho más feliz”.