Pamplona - El entrenador de Osasuna, Enrique Martín Monreal, ha pasado la noche en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) de la Clínica San Miguel de Pamplona después de sufrir unos problemas cardiacos durante la jornada de ayer. Según informó el club a través de su página de Internet, el técnico de Campanas “presentaba desde hacía varios meses un dolor torácico de carácter progresivo, por lo que, en el día de hoy (por ayer y después de dirigir el entrenamiento matinal del equipo sin aparentes problemas), se ha decidido realizar pruebas cardiológicas en la Clínica San Miguel”. Según el parte emitido por el club, los resultados del citado examen invitaron a los doctores a “realizar un cateterismo cardiaco, objetivando una lesión de una arteria coronaria, sobre la que se actúa de forma exitosa”, aunque, según pudo saber este periódico, esta intervención se le practicó en la Clínica Universidad de Navarra, desde donde luego fue trasladado a la Clínica San Miguel, donde posteriormente quedó ingresado. El entrenador de Osasuna ha pasado la noche en observación y permanecerá vigilado al menos durante el día de hoy para comprobar su evolución.

Los problemas cardiacos de Enrique Martín Monreal (Campanas, 1956) vienen de lejos. Al parecer, el técnico, que el pasado 9 de marzo cumplió 59 años, arrastraba un dolor en el pecho desde hacía varios meses, un problema que se había agravado levemente desde que el pasado martes estrenó su cargo de entrenador de Osasuna en sustitución del cesado José Manuel Mateo. El veterano preparador había confesado a su entorno más íntimo que había terminado los primeros entrenamientos muy fatigado, aunque su preocupación creció tras la sesión de ayer. El técnico se hizo una prueba de esfuerzo por su cuenta tras la que decidió ponerse en manos de los médicos para someterse a todo tipo de pruebas que finalmente determinaron que sufría “un síndrome coronario agudo”.

factores de riesgo De esta forma, Enrique Martín Monreal no podrá debutar mañana como nuevo entrenador de Osasuna, aunque su evolución es buena, según las declaraciones del presidente del club, Luis Sabalza, que reveló a este periódico haber dialogado por teléfono con el técnico y confirmó que se encuentra en buen estado. Pese a que el entrenador permanece ingresado y bajo vigilancia médica, se encuentra tremendamente animado y con muchas ganas de hablar y de reincorporarse al trabajo cuanto antes, según confirmó el propio Sabalza. Su edad y la intensidad que pone a los entrenamientos aparecen como factores de riesgo, fruto de una personalidad indomable que invita a no descartar la opción de que mañana se deje ver por El Sadar para presenciar el choque de su equipo con el Mirandés, aunque sea lejos del banquillo. Tanto él como los médicos tienen la última palabra.