Síguenos en redes sociales:

“Con Osasuna tendré mi debut soñado”

El mediocampista gallego se estrenará en Segunda División con la camiseta roja tras jugar seis temporadas en la categoría de bronce

“Con Osasuna tendré mi debut soñado”

pamplona - Compartió equipo con Maikel Mesa en Ferrol y sus palabras le convencieron para convertirse en uno de los, hasta ahora, tres fichajes de Osasuna. Adrián Cruz llega a Pamplona con ganas y confiado en sus opciones de asentarse como titular pese a la competencia.

¿Cómo están siendo sus primeros momentos en Osasuna?

-Después de romperme una costilla estuve tres meses sin entrenar apenas, hice algo por mi cuenta, pero no es lo mismo, y se nota el cansancio porque las piernas pesan.

¿Vino con alguna impresión previa acerca de su nuevo club?

-Sí, por lo que me comentó Maikel Mesa. Pero ha sido una grata sorpresa en todos los sentidos: en cuanto a las instalaciones, a la forma de llevar el grupo, la intensidad que se mete... Pienso que es donde se nota el cambio de Segunda B a Segunda.

¿Hay algo que le haya impactado?

-Las instalaciones, que son muy buenas. Luego se ve el equipo y todo lo que conlleva este club, como la gente que viene a ver los entrenamientos, la prensa... Esas cosas que no suceden en todos los equipos de Segunda B y, sobre todo, la profesionalidad que existe. Te das cuenta de que das un salto en tu carrera deportiva. Eso es lo que trato de asimilar para estar todavía con más ganas e intentar hacerlo bien.

¿Considera que ha encajado entre sus nuevos compañeros?

-Sí, aunque al principio todo es un poco raro porque, hasta que no coges confianza, estás un poco a la expectativa. Todo depende de la personalidad de cada uno, hay gente que se involucra más y es más sociable y hay otros que son más parados, y al principio se hace complicado tener trato con todos. Pero estoy entrando bien y poco a poco irá todo a más, conoceré a más gente e intercambiaré más palabras.

Sin embargo, entre los nuevos ha habido una muy buena conexión.

-Sí, suele pasar. Como la gente es nueva, concuerda más entre ella por el tema de que estás en la misma situación. Son muy buena gente.

¿Les conocía?

-De oídas sí, pero personalmente no.

¿Qué le parece su nueva ciudad? ¿Había estado antes?

-No, no había venido antes. Ni a Pamplona, ni a Navarra, ni tampoco al País Vasco. Es una ciudad muy bien construida por lo que tengo escuchado y por lo que he podido ver. Hay mucha distancia entre edificio y edificio, está muy bien formada y pienso que es una ciudad espléndida para vivir y pasar una buena temporada haciendo las cosas bien.

En el tiempo que lleva, ¿ha notado ya el calor de la afición?

-Todavía es pronto, aquí hay que ganarse el cariño. La afición siempre se muestra muy receptiva con las personas que llegan y sé que les va a costar mucho abuchear y, sin embargo, muy poco animar.

Por su trayectoria deportiva, será una de las temporadas que a más distancia esté de casa...

-Cuando jugué en el Polideportivo Ejido estuve viviendo en Almería y fue la primera vez que estuve alejado. Ahora estaré alejado por las seis horas y media que separan mi casa de aquí. Eso tiene su parte buena y mala, la buena es que sabes que hasta Navidad no vas a poder irte y estás centrado únicamente aquí. La mala, que si tienes una noticia como la de Dani (piloto de motociclismo recientemente fallecido), no puedes regresar a casa.

¿Cómo lo va a llevar?

-Esta profesión va ligada a eso. Estos últimos años si jugué en Galicia no fue por quedarme allí, en casa, sino porque las condiciones eran mejores o iguales que las que podría tener en un sitio de fuera y por esa regla de tres prefería quedarme. Nunca he tenido problema ni reparo para salir y me apaño muy bien.

Ahora que ha mencionado a Daniel Rivas, hace unos días subió una foto suya a las redes sociales en la que le dedicó unas bonitas palabras. ¿Eran amigos?

-Sí. No era de mi misma pandilla, pero éramos amigos. De hecho, tres semanas antes de empezar la pretemporada fuimos a un cumpleaños juntos.

¿Cómo recibió la noticia?

-Me acuerdo que me levanté a las 08.00 horas para venir a entrenar. Tenemos un grupo de Whatsapp de amigos y uno de ellos puso la noticia. Me impactó mucho enterarme así y llegué un poco cabizbajo a Tajonar. Además, mi padre conoce a sus padres y es una familia bien considerada en el pueblo, son muy buena gente. Pero son gajes del oficio y sabemos que pueden suceder esas cosas. Se dan pocos casos, pero a alguien le puede tocar y él ha tenido mala suerte.

En caso de marcar algún gol con su nueva camiseta, ¿tiene pensado hacerle alguna dedicatoria?

-Aún queda tiempo para el primer partido, pero sí que he pensado homenajearle. Un gesto más para mí que por la gente, para que Dani lo pueda ver desde ahí arriba.

Dejemos a un lado ese tema tan delicado. ¿Ha tenido tiempo de visitar Pamplona y sus alrededores?

-El domingo pasado fui a conocer San Sebastián. Y de Pamplona he visto la zona céntrica, la plaza de toros... y pude estar el último día de San Fermín. Me dio tiempo de ver los fuegos y ver algo de cómo eran estas fiestas tan famosas.

No se perdió San Fermín...

-Queríamos venir un poco antes para ver la ciudad y justo me cuadró el segundo martes de las fiestas. Pensaba que acababan por la tarde, pero vimos los fuegos y dimos una vuelta.

¿Qué le parecieron?

-Espectaculares. Nunca había estado. Me dijeron que eran unas de las mejores fiestas de España y lo comprobé en primera persona.

Ha llegado a un equipo nuevo, pero conocía a Maikel Mesa. ¿Le ha ayudado en su adaptación?

-Sí. Ya en Ferrol hice buenas migas con él y me parece un buen compañero. Hace por mí todo lo que está en su mano y es un gran apoyo tener a alguien así cerca.

¿Le dijo algo antes de venir?

-Sí, y lo que hablé con él fueron todo palabras buenas. Me dijo que estuviera tranquilo porque iba a vivir genial en esta ciudad y en este equipo, y que se come muy bien. Me aconsejó que no me preocupara por nada y que me dedicara a jugar.

¿Fueron claves esas palabras en su decisión final?

-Sí, porque su testimonio ya te dice que estás en un club de Primera. Tenía muchísimas ganas de dar un salto de categoría. Llevaba unos años estando a punto, pero nunca se cerraba el paso y una vez que se da y es para estar en un equipo como Osasuna, estoy triplemente contento.

Ya se han puesto a las órdenes de Martín. ¿Cómo están siendo esas primeras sesiones?

-Lo que estoy viendo de Martín es que basa su entrenamiento en la intensidad. Y pienso que eso es fundamental para que un equipo esté enchufado, que todos estén a una y que nadie se relaje. Es una forma de motivar y de que la gente esté al 100%. Estos primeros entrenamientos son de bastante carga porque después de un mes, las piernas no están acostumbradas y ese proceso de volver a meterse en la rutina deportiva es un poco complicado.

¿Qué ambiente se respira?

-Muy bueno. El ambiente es muy sano. Metiendo el pie en todas las acciones, pero sin maldad alguna. Se nota que hay mucha gente ganándose el puesto y eso es importante, tener un equipo con hambre, con muchísimas ganas de hacer las cosas bien y un entrenador y un cuerpo técnico que te exigen al máximo.

¿Conocía a Martín?

-Le conozco de verlo, pero no sabía cuál era su forma de entrenar. Pedí opinión y lo que me dijeron cuadra bastante con lo que he visto. Es muy intenso y tienes que estar al 100% en todo momento.

¿Se ve dentro de sus planes?

-Ahora es prácticamente imposible visualizar eso. Vengo a aportar, a intentar ganarme un puesto en el once y haré todo lo posible para ello. Luego le tocará decidir a él y hay gente muy competitiva, de calidad, que pondrá las cosas difíciles, pero yo vengo para intentar ser titular.

Precisamente llega a un puesto donde hay muchos efectivos...

-Eso tiene su parte buena y mala. La buena, que te hace implicarte al máximo en todo momento porque sabes que si te relajas, estás fuera. Y la mala, que tienes que trabajar el doble para poder ser titular.

¿Lo considera una competencia sana o una complicación?

-Sana completamente. Todos venimos a sacar las castañas del fuego, pero siempre respetando y sabiendo que estamos todos a lo mismo.

¿La salida de Nekounam puede abrirle una puerta?

-Tampoco lo veo así. Cuando firmé, no vi lo complicado ni lo sencillo que podía ser jugar, simplemente quería esta oportunidad y ahora me toca responder esté quien esté.

¿Cómo se definiría?

-Como compañero pienso que soy buen compañero. Nunca he tenido ningún rifirrafe con nadie, pues me considero una persona fiel y leal al compañero que merece la pena. Como futbolista diría que soy un jugador completo, que abarca varias facetas en el centro del campo y que tiene llegada.

¿Qué puede aportar?

-Sobre todo ganas. Y esa garra y fuerza que hace falta en algunos partidos, esa pequeña pizca de calidad para jugar determinados balones y llegadas con buenos disparos.

En su presentación, Vasiljevic le definió, entre otras cosas, como un futbolista con “agresividad”. ¿Puede ser usted uno de los hombres que hagan resurgir el histórico Osasuna de garra y de carácter?

-No conozco muy de dentro esa etapa de Osasuna, pero, si estoy bien físicamente, creo que puedo aportar eso. Intento llegar a todos los balones, soy un poco guerrillero y puedo aportar calidad.

Ha jugado seis temporadas en Segunda B, pero ninguna en Segunda. ¿Será el debut soñado?

-Sí. Osasuna está en un momento que, si salen bien las cosas, en la postura que está el club, volver a levantarlo sería algo impresionante. El día de mañana poder ascender con este club no es lo mismo que lograrlo con otro.

¿Pudo seguir el agónico final de temporada de Osasuna?

-Sí. El partido de Sabadell fue impresionante porque nadie lo esperaba. Después de un 2-0 abajo, de que el Racing fuese ganando... Es un gol lo que cambia estar aquí o allá, pero no es lo mismo salvarse como lo hizo Osasuna que hacerlo tres jornadas antes. Eso a la larga te puede dar muchas alas y saber que no puedes cometer los mismos errores.

¿Le asusta este reto?

-No, para nada. Simplemente tengo respeto por lo que conlleva esta categoría, este club con tanta historia detrás y esta afición.

¿Se marca algún objetivo?

-De momento no. En lo personal intentaré jugar lo máximo posible y hacerme un hueco en el equipo, porque después ya vendrá todo de carrerilla. Colectivamente hay que ir con cautela y calma y conseguir los máximos puntos posibles. Si nos marcamos la meta de ascender o de ser primeros, nos perjudicará.