Oviedo, tierra de oportunidades
El precedente Osasuna ganó en 2001 en su última visita al Carlos Tartiere, con remontada incluida
Supervivientes Alfredo y Esteban, 15 años después
De los jugadores que disputaron aquel partido, solo dos estarán hoy en el Tartiere: el portero Esteban, del Oviedo, que en la ida fue titular en El Sadar y hoy estará en el banquillo, y Alfredo, ahora ayudante de Martín.
Hinchada unos 500 rojillos en las gradas del Tartiere
En el partido que disputaron hace ya más de 15 años Oviedo y Osasuna en el Tartiere, fueron aproximadamente medio millar los seguidores rojillos que acompañaron al equipo y que luego recibieron un regalo del club.
Oviedo2
Osasuna3
OVIEDO Esteban; Keita (Raúl, m. 70), Danjou, Gaspar, Boris (González, m. 77); Paunovic, Onopko, Tomic, Iván Ania; Geni y Oli.
OSASUNA Nuno; Alfonso, Iban Pérez, Cruchaga, Vidakovic (Yanguas, m. 46), Llorens; Alfredo, Gancedo, Álex Fernández; Sabino (Ziganda, m. 92) e Iván Rosado (Lekunberri, m. 85).
Goles 1-0, m. 14: Oli aprovecha una cesión de cabeza de Geni. 2-0, m. 45: Tomic, de penalti. 2-1, m. 53: Álex Fernández, de falta directa desde fuera del área. 2-2, m. 69: Álex Fernández, de penalti. 2-3, m. 71: Iván Rosado remata de tacón una jugada de Sabino.
Árbitro Rodríguez Santiago. Amonestó a Alfredo, Keita, Iván Ania, Paunovic y Gaspar.
Estadio Carlos Tartiere. 22.000 espectadores. 24ª jornada de Liga (25/2/2001).
Pamplona - Oviedo le trae buenos recuerdos a Osasuna. De hecho, los rojillos ganaron en su última visita al estadio Carlos Tartiere. Ocurrió el 25 de febrero de 2001, con ambos equipos en Primera División, aunque al bloque dirigido por aquel entonces por Miguel Ángel Lotina no le resultó nada sencillo conquistar tres puntos que le pusieron en el camino correcto para, al término del curso, mantener la categoría en la última jornada del campeonato. Y es que el conjunto navarro tuvo que remontar en la segunda parte el 2-0 adverso con el que se retiró a los vestuarios prácticamente desahuciado.
El último enfrentamiento oficial entre Oviedo y Osasuna en tierras asturianas se produjo en la jornada 24ª del campeonato liguero de Primera de la campaña 2000/2001. Los rojillos se presentaban en el Carlos Tartiere, un estadio nuevo que había sido inaugurado unos meses antes (el antiguo, con el mismo nombre, se ubicaba en otra zona), como colistas. El bloque navarro había sumado solo 17 puntos en las 20 primeras jornadas del torneo, en las que solo había sido capaz de ganar tres partidos y presentaba el peor registro goleador de la categoría con únicamente 22 dianas anotadas. Así que Osasuna acudía a la cita con la imperiosa necesidad de ganar para no descolgarse de la pelea por la permanencia, y lo hacía contra un rival al que las cosas tampoco le iban demasiado bien, aunque su situación clasificatoria resultaba algo más desahogada, ya que el Oviedo ocupaba la 16ª plaza con 27 puntos, 10 más que su rival y con una renta de 6 con respecto a los puestos de descenso.
La cuestión es que de salida no pintaban bien las cosas para Osasuna y la situación empeoró después de unos desastrosos 45 minutos iniciales en los que el Oviedo de Radomir Antic pasó por encima del colista con una facilidad abrumadora. Los locales certificaron su superioridad con un gol de Oli al cuarto de hora de partido y otro de Tomic desde el punto de penalti instantes antes de que concluyera el primer acto. En definitiva, un 2-0 que hundía aún más a los rojillos en el fondo de la clasificación y dejaba a su técnico al borde del despido.
Goles de álex y rosado Cuentan que la charla de Lotina en el vestuario tuvo mucho que ver con la milagrosa reacción de su equipo. Aseguran que les dijo a sus jugadores que con aquel resultado estaba en la calle y que a él ya no le quedaba nada por hacer. Debió de calar aquel dramático mensaje, porque Osasuna se rehizo y logró en apenas media hora lo que no había sido capaz en todo el curso. Álex Fernández, con un gol de falta directa y otro de penalti, fue el principal artífice del empate en una espectacular reacción del equipo rojillo, que certificó la victoria a a 20 minutos de la conclusión con un gol de tacón de Iván Rosado que provocó una voltereta en el marcador y en el devenir de Osasuna.
Los rojillos salieron colistas de Oviedo, pero con la moral reforzada. Pusieron los cimientos para su posterior permanencia, sellada en la última jornada del campeonato merced a una recordada victoria por la mínima en Anoeta (ganaron 0-1 a una Real Sociedad que ya no se jugaba nada). Recordada por Osasuna y su fiel hinchada, pero también por el Oviedo, que fue uno de los tres equipos que finalmente perdieron la categoría al término de una campaña en la que los ovetenses, tras su dolorosa derrota contra los rojillos, fueron dilapidando su renta con respecto a los puestos de descenso hasta una última jornada en la que bajó a Segunda tras perder en Mallorca (4-2) cuando el equipo asturiano dependía de sí mismo para salvarse. Sin embargo, Osasuna siguió en Primera. En gran medida, gracias a su triunfo en Oviedo, tierra de oportunidades que hoy visita. También con la obligación de ganar. Como hace tres lustros.