Pamplona - Joaquín Caparrós (Utrera, Sevilla, 1955) afronta esta noche su estreno como entrenador de Osasuna en partido oficial. Lo hace en el Estadio Municipal de Butarque, en Leganés, escenario en el que volverá a sentarse en el banquillo de un equipo de Primera División casi dos años después de su última experiencia profesional como técnico, ya que no ejerce desde que salió del Granada en enero de 2015. El preparador andaluz confesó ayer en la sala de prensa de las instalaciones de Tajonar que se encuentra “ilusionado” con su regreso a la actividad y con muchas ganas de ver en acción a sus jugadores. “Vamos a competir y vamos a ver si conseguimos un resultado positivo para reforzar todo eso que llevamos trabajando”, deseó Caparrós.
El entrenador utrerano confesó su satisfacción con el trabajo de sus futbolistas desde que tanto él como su ayudante, Luci Martín, iniciaran hace ya casi dos semanas su labor como técnicos de Osasuna, pero admitió que lo de esta noche en Leganés es otra cosa. “Nos ha venido bien que no haya habido competición porque hemos podido meter mucha carga de trabajo, con entrenamientos por la mañana y por la tarde, y porque necesitamos conocer a los futbolistas y que ellos nos conozcan a nosotros. Pero ahora llega la hora de la verdad, la de los puntos”, explicó. “Nos enfrentamos dos equipos con objetivos muy parejos y queremos competir”, añadió.
Fue ésta una primera aproximación al choque de esta noche contra el Leganés, un encuentro en el que Caparrós tiene claro que el objetivo son los puntos, pero también otras muchas cosas más. “Vamos a intentar que se vea un Osasuna intenso y que saque muchas de las cosas buenas que este equipo ha tenido y tiene”. Y en este punto el utrerano hizo referencia al trabajo de su antecesor en el cargo, Enrique Martín Monreal: “Este equipo tiene una buena cultura de su etapa con Enrique y de lo que ha trabajado en pretemporada y lo que también queremos es sacar todo lo bueno que tiene”. Pero no solo eso. El nuevo preparador de Osasuna añadió sus prioridades. “El fútbol es colectividad y asociación y, por lo tanto, lo que tenemos que hacer es atacar casi todos y defender casi todos. Tenemos que ser un bloque porque es tan importante atacar como defender. De nada nos vale ser muy buenos ofensivamente si luego defensivamente somos un equipo con muchas dudas, y viceversa. Tenemos que buscar un mayor equilibrio entre estas dos facetas. Es lo que buscamos todos los entrenadores y es lo que les he intentado hacer ver a los futbolistas: jugar con equilibrio y mucha colectividad”, analizó Caparrós.
Para conseguir que Osasuna funcione como él desea, el entrenador utrerano reveló que durante sus primeros días de trabajo ha hecho hincapié en varios aspectos: el físico, el táctico y el psicológico. “La suma de todo”, resumió, aunque matizó que su mayor ambición es tener a todos los jugadores preparados para cuando necesite echar mano de cualquiera de ellos: “Hemos trabajado para que todo el mundo esté activo. Por ejemplo, los que no van convocados a Leganés se tienen que quedar aquí para hacer un entrenamiento fuerte porque son futbolistas a los que vamos a necesitar. Todos son importantes”.
“Futbolistas motivados” Caparrós reconoció sentirse ilusionado por la cercanía de su estreno como entrenador de Osasuna en partido oficial y también reveló que sus jugadores se encuentran “muy motivados”. “Suele ser lo habitual cuando se produce un cambio de este tipo”, explicó. Sin embargo, incidió en que lo importante es la colectividad, el grupo: “Pasará que el futbolista que no juegue estará más cabreado, pero hemos insistido en ese matiz de que todo el mundo tiene que apretar porque aquí no hay un objetivo individual, sino objetivos colectivos”. No obstante, el preparador utrerano matizó que “a los futbolistas les he visto motivados y deseosos de que llegue el partido contra el Leganés porque ha sido un periodo muy largo sin competición”.
Caparrós repitió ayer lo mismo que dijo el día en el que fue presentado como nuevo entrenador del conjunto navarro. “Quiero ver la seña de identidad de Osasuna que he visto siempre”, dijo para reclamar intensidad a sus jugadores, algo que no le preocupa en exceso porque “cada entrenador se debe adaptar al grupo y a la idiosincrasia de lo que es el club, pero hay mucha similitud entre el ADN de estos futbolistas con mi forma de pensar y en este sentido no va a haber ningún tipo de problema”, aseguró.
Un rival a tiro El primer contrincante oficial de Joaquín Caparrós como entrenador rojillo va a ser el Leganés, un adversario que tiene tres puntos más que Osasuna y al que, de lograr el triunfo, el conjunto navarro superará en la clasificación. Por eso, el técnico andaluz destacó que el de esta noche es un “partido importante”. ¿Por qué? “Porque ya se trata de la posibilidad de sumar y también porque es contra un equipo con objetivos muy parejos a los nuestros”. Caparrós, con 490 partidos de experiencia como técnico en diferentes equipos de Primera División, insistió en que el objetivo de Osasuna no es solo el de sumar puntos, sino que existen unos cuantos más. Lo hizo con una didáctica reflexión. “Tengo la suerte de llevar muchos años en el fútbol y a veces he empezado bien y he terminado mal, y viceversa, pero lo importante son las sensaciones y que vayamos creciendo como equipo”, dijo, aunque matizó que “lo que vale en la competición es sumar puntos y lo demás es engañarnos”.
Nuevo sistema El nuevo entrenador de Osasuna también habló sobre su esquema de juego, que cambia con respecto al que habitualmente empleaba su antecesor, Enrique Martín Monreal. Mientras que el técnico de Campanas apostaba casi de continuo por un sistema con cinco defensas (1-5-3-2), Caparrós ha ensayado desde que llegó con una línea de cuatro defensas (1-4-2-3-1), variación que, según explicó el entrenador utrerano, no debe influir en exceso en los automatismos adquiridos por sus jugadores. “Hemos trabajado eso durante esta semana”, dijo, “pero el futbolista tiene una gran cultura táctica y, aunque es cierto que estos chicos han conseguido objetivos importantes con el sistema de Enrique (Martín Monreal), también es cierto que he pedido y recopilado información de cómo jugaban en las categorías inferiores y la mayoría lo hacían con una línea de cuatro defensas. Eso ha facilitado nuestro trabajo”, analizó.
De lo visto en sus primeros días como entrenador de Osasuna, Caparrós destacó “el grupo”. “Me habían hablado muy bien de este vestuario y es espectacular. He comprobado que son amigos y esto lo tenemos que rentabilizar, debemos manejar ese plus que tenemos”, explicó antes de pronosticar que el de esta noche va a ser “un partido abierto, muy intenso y en el que cualquier descuido te puede llevar a no ganar”. “Jugué en el Leganés hace tiempo y quién lo ha visto y quién lo ve. Eso es señal de que alguien ha hecho una gran gestión y me alegro”. Para concluir, Caparrós reconoció que el partido de hoy va a ser especial por el reciente fallecimiento de su madre, aunque no se explayó demasiado. “No me toquéis la fibra”, se justificó antes de despedirse de todos.