Pamplona - El portero italiano Salvatore Sirigu (Nuoro, 12/1/1987) llegó a Pamplona ayer por la tarde y se ha ejercitado este jueves en Tajonar después de que el pasado martes por la tarde se concretara su cesión al equipo navarro hasta el final de esta temporada. Sirigu, que pertenece al PSG francés, estaba a préstamo en el Sevilla desde el pasado verano, pero ayer se desvinculó del conjunto hispalense para enrolarse en las filas rojillas en busca de más minutos. Y los tendrá, principalmente porque Osasuna llevaba tiempo anunciado sus intenciones de reforzarse con un portero, pero también porque los otros dos guardametas rojillos con ficha profesional se encuentran lesionados en la actualidad.

Sirigu, en su presentación, ha recalcado que Osasuna le ha hecho "sentir importante". Tengo muchas ganas de jugar, la sensación que me dejaron los rojillos ante el Sevilla no es la de un equipo que va último, es combativo y ya he podido ver que el ambiente aquí es muy bueno".

"En Sevilla no estaba jugando y tenía ganas de jugar, de volver a sentir la sensación del campo, lo que me ha faltado en estos meses", ha afirmado en rueda de prensa después de realizar su primer entrenamiento con Osasuna en Tajonar.

Ha añadido que también fue importante para fichar por Osasuna la "sensación de que un club te quiera" y que te da "un poco de consideración". "Eso te hace estar bien a nivel humano", ha dicho.

Sirigu ha comentado que quiere sentirse "importante", lo que no pudo en el Sevilla, aunque no ha buscado culpables a su situación durante los últimos meses en el club hispalense.

"No es culpa de nadie. Son así las situaciones. No es un problema del Sevilla ni mío. Son cosas que se crean. Aquí tengo la posibilidad de volver a jugar y ser considerado jugador de campo", ha apuntado.

El internacional italiano ha recordado que llegó al Sevilla "con muchas ganas de jugar", procedente de un "equipo muy ambicioso como el París Saint-Germain". "Me quería el técnico, el director deportivo. Empezamos muy bien pero el fútbol es así y la verdad es que también Sergio Rico jugó muy bien", ha subrayado.

"¿Cómo sacas a un jugador que está jugando bien y es importante para el equipo? Podemos hablar de lo que pasó atrás, pero a nivel deportivo no se puede decir nada", ha añadido sobre su paso por el Sevilla.

Sirigu ha desmentido que no quisiera venir en un primer momento a Osasuna y ha precisado que tuvo que decidir en "poco tiempo", así como que influyó en su llegada a Pamplona la ambición de Osasuna de pelear por la permanencia, a pesar de su situación en la clasificación.

"Osasuna tiene la obligación hasta el final de intentar quedarse en Primera", ha dicho el guardameta italiano, quien ha indicado que presenció por televisión el partido Osasuna-Sevilla del pasado 22 de enero (3-4), del que valoró la "combatividad" del equipo navarro.

"En este partido no me dio la impresión de que Osasuna fuera el último. Me dio una impresión más positiva que otros equipos que están en la zona media", ha comentado.

Sirigu ha señalado que espera aportar su "experiencia" a Osasuna y ha dicho que está preparado para debutar en el partido del próximo domingo contra la Real Sociedad en Anoeta, donde el portero italiano jugará con toda probabilidad ya que tanto Nauzet Pérez como Mario Fernández están lesionados.

Ha declarado que la falta de entrenamientos con sus nuevos compañeros no será un problema para debutar el domingo, ya que "lo principal son las ganas".

"No soy ni el primer ni el último jugador que va a jugar con pocos entrenamientos con su nuevo equipo. Tengo muchas ganas", ha manifestado.

el hombro y la pierna Mientras que Nauzet Pérez es baja desde mediados de enero por una luxación acromioclavicular, Mario Fernández no se ha ejercitado esta semana por una lesión muscular de grado I en el recto anterior derecho, según informó ayer el club. El cancerbero cántabro podría forzar su recuperación para llegar a tiempo al partido que el próximo domingo disputa Osasuna en Anoeta, pero en el club están valorando seriamente la posibilidad de apostar por un tratamiento conservador para evitar una recaída, sobre todo después de haber conseguido la cesión de Sirigu, que será titular el domingo contra la Real Sociedad, con Juan Pérez como suplente.

¡CIAO, SIRIGU! Once futbolistas nacidos en territorio de la vieja Yugoslavia, ocho argentinos, seis franceses..., además de notas exóticas como un finlandés y un ghanés, y así hasta completar una relación de unos noventa jugadores extranjeros que han vestido la camiseta roja. Pero hasta hoy, y después de 96 años de vida, ningún italiano de nacimiento ha formado parte de la plantilla de Osasuna. Por aquí pasó Christian Manfredini -natural de Costa de Marfil pero adoptado por un matrimonio de Battipaglia cuando tenía 4 años- y dos jugadores acogidos a la doble nacionalidad gracias a sus ancestros: el italoargentino Mariano Armentano y el italoaustraliano John Aloisi. Salvatore Sirigu será, sin embargo, el primer italiano puro y llega para actuar en una demarcación que tradicionalmente ha sido feudo de guardametas locales o nacidos en otros lugares del Estado, casi ninguno extranjero. En este extremo, el ya exsevillista solo tiene un antecedente, el africano (nació en Santo Tomé y Príncipe) de nacionalidad portuguesa Nuno Herlander. Aunque retorciendo un poco más las partidas de nacimiento hay que rescatar a Pedro Oyaga, natural de Ribadavia (Argentina), de padres navarros; a José Antonio Illumbe Idarreta, nacido en Filipinas, y a Vicente Biurrun, natural de Sao Paulo, aunque ambos hijos de emigrantes guipuzcoanos.

El osasunismo dice ciao (hola, en italiano) a Sirigu, cuarto portero con galones de internacional absoluto -los anteriores fueron Ignacio Eizaguirre, Nuno y Ricardo- que defenderá una de las áreas más vapuleadas de la Liga.

referencias

Un portero como Zenga, pero que admira a Buffon

Sirigu firma por Osasuna con 30 años recién cumplidos y una brillante hoja de servicios en clubes de la Primera División italiana (Palermo) y francesa (París Saint-Germain), además de la selección azzurra, con la que ha disputado 17 encuentros. De su sorprendente fichaje hay indicios que encajan en un equipo con las necesidades de Osasuna y otros que no. Empezando por el final, la prensa deportiva de Sevilla publicó que cobra una ficha de tres millones de euros, algo fuera del alcance del club pamplonés. Los dirigentes rojillos no han informado del montante económico de la operación. Por otro lado, cuando se presentó en la ciudad hispalense, el guardameta dijo que una de las cuestiones que le decidieron a cambiar de aires fue que allí hace sol y en París, no. Vaya, como en Pamplona...

En el lado positivo hay que apuntar que es un portero que juega bien con los pies (uno de los hándicaps más relevantes esta temporada en el marco rojillo) y que sale con fuerza y decisión del marco, amparado en sus 190 centímetros de estatura.

Por lo demás, Sirigu, como otros muchos niños, se colocó entre los palos porque tenía limitaciones como jugador de campo. Comenzó de delantero pero sufría de asma y su entrenador vio una buena oportunidad de cubrir con él la carencia de porteros. Además, sus grandes manos eran una buena herramienta.

En Palermo, a donde llegó en edad juvenil, le apodaron Walterino por su parecido con Walter Zenga, aunque Sirigu ha declarado que su modelo y referencia es Buffon. Quienes le conocen dicen que es un gran imitador, le gustan los libros de historia y los documentales sobre el mundo marino.

manfredini

Un misionero encarriló su adopción

Aunque de nacionalidad italiana y con una carrera profesional labrada, entre otros equipos, en Juventus, Torino, Génova, Chievo, Lazio y Peruggia, Christian José Manfredini Sisostri vino al mundo en Costa de Marfil, tierra también de relevantes futbolistas. Según contaba el periodista Julio Maldonado, Maldini, un misionero medió para facilitar la adopción por parte de un matrimonio italiano cuando tenía 4 años.

Como Sirigu, Manfredini fue un refuerzo invernal para Osasuna. Cedido por el Lazio, debutó en Riazor el 9 de febrero de 2003 (1-1) y siete días después saltaba a la fama al marcar, en una jugada personal por la banda izquierda, el gol que derrotaba al Real Madrid en El Sadar (1-0). Participó en otros nueve partidos más sin que llegara a tener el mismo papel estelar, pero el osasunismo no ha olvidado aquel gol en la portería de Graderío Sur. Se retiró en 2014 en un equipo de la quinta categoría italiana, del que ahora es entrenador.

armentano y aloisi

La doble nacionalidad evita la plaza de extranjero

Desde los tiempos de los oriundos, los jugadores foráneos han hecho del papeleo y de las partidas de nacimiento su mejor pasaporte para pasar las fronteras burocráticas que el fútbol ha puesto a la libre circulación de personas. Así que echar mano del árbol genealógico siempre ha sido un recurso muy útil.

Mariano Armentano, apodado el Tiburón, no engaña por el trazo de su apellido. Aunque originario de Buenos Aires, disfrutaba de la doble nacionalidad, lo que en el año 2000 le evitaba ocupar plaza de extranjero. Eso y sus goles en el Elche animaron a que Osasuna le incorporara para el nuevo proyecto en Primera División de la mano de Lotina y Miranda. El club tiró la casa por la ventana y desembolsó 180 millones de pesetas (1,08 millones de euros), lo que en ese momento le colocaba en cabeza del ranking de los fichajes más caros en la historia del club.

Armentano respondió al esfuerzo económico con sus goles (8) y un comportamiento combativo muy del gusto de la afición local. Pero se hizo de rogar, alegando que, además de Osasuna, tenía una buena oferta del Peruggia, y ya se sabe lo que tira la tierra... Hoy, Armentano es gerente del Vélez Sarsfield.

También Aloisi tiene un pasado italiano, país desde el que sus padres emigraron a Australia. Pero el Canguro hizo muy joven el viaje de retorno, pasando antes por el Standard de Lieja. Aloisi fichó por el Cremonese, equipo en el que también jugó como cedido el portero Sirigu.

Tras su paso por el Coventry, Osasuna pagó 300 millones de pesetas (1,8 millones de euros) para que fuera su atacante de referencia. Aloisi se marchó cuatro años después y dejó una estela de 121 partidos de Liga y 29 goles, uno de ellos el inolvidable de la final de Copa del Rey contra el Betis. Por Navidades, acudía a Italia.

Aloisi, que ha seguido ligado al fútbol en su país como comentarista de una cadena de deportes y como entrenador, es en la actualidad el responsable técnico del Brisbane Roar, que disputa la Champions de Asia.

Italianos de origen, de adopción o con doble nacionalidad, esos futbolistas no han pasado desapercibidos; ojalá que el recuerdo que deje Sirigu en la afición no sea solo el de un dato curioso en la estadística: el del primer italiano que jugó en Osasuna.