Pamplona - El reglamento de la sociedad deportiva ‘Club Osasuna’ presentado al Gobernador civil de Navarra para su visto bueno el 15 de noviembre de 1920 recoge en el artículo 1º del capítulo I que la naciente entidad “tiene por objeto dedicarse a toda clase de deportes, especialmente a los de fútbol y atletismo”. En noviembre de 1941, un periodista le recriminaba al entonces presidente Antonio Lizarza: “Es lamentable que titulándose Osasuna club atlético no hagáis más que fútbol y de mediana calidad... Ten presente que hay que responder a la denominación que tiene el club”. Cuarenta años después, en 1981, Fermín Ezcurra no contestaba a la propuesta del Pamplona Atlético para que incorporara a este equipo al organigrama rojillo atendiendo así a sus orígenes.

Hoy se cumplen 98 años de la fundación de Osasuna que, como expresaron los reglamentos del club durante al menos dos décadas, tenía en “el fomento y propaganda” (1925) de la práctica del atletismo una de sus dos piedras angulares. Y así se mantuvo, de forma bastante activa y con buenos resultados, en los primeros seis años de vida. Después llegó una larga zona de sombra, unos tímidos intentos entre 1941 y 1943, un amago de reaparición en 1964 y luego, nada. Se veía venir; el artículo 1 del Capítulo I del reglamento actualizado a 8 de septiembre de 1955 ya omitía una parte sustancial: “El Club Atlético Osasuna es una entidad que se halla constituida para fomentar la práctica de los deportes y de modo principal el conocido con el nombre de fútbol”. Así las cosas, la denominación de Atlético quedó en adelante solo como un vestigio en el sello oficial del club.

A lo largo de estos casi cien años, Osasuna ha acogido otras disciplinas como ciclismo, excursionismo, pelota, natación y hockey sobre patines (las tres últimas en el entorno de las desaparecidas instalaciones deportivas anexas a El Sadar); y ahora ha ligado su nombre al fútbol sala. ¿Ocurrirá alguna vez lo mismo con el atletismo?

LOS ORÍGENES

Desde enero de 1921

En enero de 1921, tres meses después de su fundación, aparecen en prensa las primeras referencias a Osasuna como Club Atlético, con el nombre compuesto que ostenta en la actualidad. En el acta fundacional del 24 de octubre de 1920 queda constancia del cambio de nombre de Sportiva Foot-Ball Club por Osasuna, sin más añadidos. De ahí que en los inicios también se le mencionara como “la” Osasuna a imitación de su rival “la” Deportiva.

Es el anuncio de la organización de tres carreras para preparar el VI cross nacional que tendría por escenario Santander el primer acercamiento de Osasuna al atletismo. En marzo, en una prueba local, compiten ya representando a la entidad Román Goizueta, José Arrieta y Pacho Lusarreta, una de las figuras entonces del equipo de fútbol y deportista polifacético. De este medio izquierda, que jugó ocho temporadas consecutivas en el equipo de fútbol, cuentan un hecho sin parangón: jugó por la mañana un partido de remonte en el Euskal; por la tarde, se alineó con Osasuna contra la Real Sociedad; y después ganó una apuesta corriendo entre Pamplona e Irurtzun (20 kilómetros).

El joven club, fiel a su idea fundacional, enfocó con seriedad y planificación la actividad atlética. Así, en enero de 1925, el club constituye diferentes comisiones para atender otras especialidades deportivas, entre ellas la de pedestrismo, que tiene como directivo delegado a Mariano López Selles y como vocales, a Ramón Bengaray y a Néstor Aldave (que un año después aparece desempeñando este mismo cargo en la junta directiva y en 1927 es presidente de la comisión de pedestrismo, última referencia que existe de la misma). En 1926 se estrena también la vocalía de atletismo, que recae en Alberto Lamas.

PRIMERAS COMPETICIONES

Campeonato navarro de cross

En 1923 Osasuna organiza (el 20 de mayo) la primera competición importante. Es el I Campeonato navarro de cross y en el que, sobre un recorrido de 5.000 metros, participaron unos 90 corredores de los que 68 terminaron la prueba. Venció el atleta rojillo Joaquín Iguzquiaguirre, natural de Igantzi, con un tiempo de 16 minutos y 26 segundos. Osasuna lideró la clasificación por equipos por delante de Vasconia, Lagun Artea, Villavés y Rápid. Además del vencedor, competían como rojillos Leandro Zabalza, Juan Zabalza, Modesto Zabalza y Santos Liras. De Iguzquiaguirre cuentan que después de este éxito fue captado por una sociedad de Lekunberri para participar en apuestas, que es donde se movía el dinero, pero no le fue bien.

Entre 1925 y 1926 queda constancia (al menos por lo que recoge la prensa de la época) de la actividad más prolífica, tanto en competición como en organización. La participación de atletas del Club Atlético Osasuna hay que enmarcarla fundamentalmente, en esos inicios, en el pedestrismo: carreras que por lo general comenzaban y terminaban en el campo de San Juan y discurrían por campos y calles de la ciudad. En este contexto, había también pruebas para los más jóvenes.

LOS PIONEROS

La época dorada de Victoriano Amigot

El salto adelante llega para Osasuna con la aparición en escena de Victoriano Amigot, el crossmen más destacado a mediados de los años veinte y en torno al cual quedó configurado un equipo imbatible en Navarra y con alto nivel competitivo cuando salía a otras regiones.

Durante dos años, Amigot impuso su mano de hierro en todas las carreras locales. De él escribió Jokintxo: “Amigot era un dechado de tipo y de cualidades propicias para el pedestrismo. Bien preparado, hubiera llegado a ser un verdadero campeón nacional. Tenía una zancada sumamente estilizada y una resistencia indomable”.

Se retiró en 1926 y dejó huérfano de una figura y herido de muerte al pedestrismo navarro. “El pedestrismo navarro fue flor de un día”, lamentaba Jokintxo en 1931 después de recordar el más alto éxito de esta disciplina, que fue el tercer puesto de Navarra por equipos (con mayoría de osasunistas) en el campeonato de España de 1926 celebrado en Lasarte.

El buen rendimiento de los corredores de Osasuna en pruebas celebradas en el País Vasco es elogiado por un periódico bilbaíno: “El trío de corredores con el que cuenta el Club Atlético Osasuna (Ángel Aldave, Amigot y Baldomero Gil) es excelente”. También formaban parte del equipo Carpizu y Ambrona.

FUTBOLISTAS Y ATLETAS

Los rojillos acaparan títulos

Mientras el pedestrismo quedaba acotado para especialistas, en las pruebas de atletismo -que tenían como escenario el campo de fútbol- era mayoritaria la participación de los futbolistas. Algunos de ellos como el defensa Pepito Ilundáin o el extremo Martín José Muguiro exhibían la capacidad de un decatleta ya que eran imbatibles en pruebas de velocidad, salto o lanzamiento. En los descansos de los partidos de fútbol era habitual celebrar alguna prueba atlética. Esta práctica no era nueva, ya que se remonta a los inicios del fútbol en Pamplona donde ambas disciplinas, fútbol y atletismo (carreras), eran complementarias.

En una recopilación de los diferentes campeones navarros de atletismo que dejó el año 1925, la supremacía rojilla es aplastante en el duelo que sus representantes protagonizaron mano a mano con los del club La Navarra. José Gurucharri ganó el título de 100 metros; Pepito Ilundáin, los de 110 vallas, 200 metros, 400 metros y pértiga; Félix Bolico Ilundáin, el de disco; Muguiro, los de peso, jabalina y saltos; por último, el relevo de 4 x 200 de Osasuna cerró el palmarés.

REAPARICIÓN FUGAZ

La promesa de Lizarza

Sin pista de pedestrismo o atletismo en Osasuna desde 1927, nada más llegar a la presidencia del club en mayo de 1941, Antonio Lizarza hizo público su compromiso de reactivar otras disciplinas, entre ellas el atletismo, además de la natación y el ciclismo. Sin embargo, todo quedó en buenas intenciones. En septiembre de ese año, tras un partido con la Real Sociedad en San Juan hubo carreras de 100 y 200 metros, y relevos. No queda constancia de ningún participante que estuviera encuadrado en Osasuna. Esa experiencia se repitió en otros encuentros, siempre en pruebas de velocidad.

En enero de 1943, El Pensamiento Navarro apadrina la 1ª Prueba Pamplona que había de medir a equipos de Osasuna y Real Sociedad. El intento por insuflar vigor al atletismo, no cuajó.

La última asociación del club rojillo es de finales de 1963 cuando la prensa publica que Osasuna “prepara un club de atletismo”. Unos meses después aparecen nombres de atletas como Legarreta o Muñoz Garde compitiendo bajo el nombre de Osasuna. Eran los últimos estertores.

úLTIMO INTENTO

La oferta del Pamplona Atlético

Joaquín Iribarren Cía, exatleta y en la actualidad miembro de la junta directiva del Pamplona Atlético, recuerda que en el año 1981 su club y Osasuna mantuvieron una reunión para hablar de una posible colaboración. Por entonces, la economía rojilla ya había recuperado el pulso con la política de pragmatismo de Fermín Ezcurra, reforzada con el reciente ascenso a Primera División. Por contra, el equipo de atletismo estaba en una situación económica precaria.

Según recuerda Iribarren, quedaron citados en la sede de la Plaza del Castillo. Por parte de Osasuna asistieron Ezcurra y el entonces gerente, Javier Zabaleta. El Pamplona Atlético presentó un dosier con un proyecto que contemplaba cómo canalizar su incorporación como una sección mas a la estructura de Osasuna, que por entonces apadrinaba equipos de hockey, pelota y natación. Como una de las contraprestaciones a la ayuda económica, el Pamplona Atlético ofrecía destinar algunos especialistas a la preparación física de los equipos de la cantera. “A Ezcurra le cogió todo por sorpresa”, señala Iribarren, quien subraya que la respuesta nunca llegó. Hoy el Grupompleo Pamplona Atlético cuenta con unos 400 atletas, unos trescientos en los equipos de base. El presupuesto anual ronda los 600.000 euros. Y Osasuna sigue luciendo el nombre de Club Atlético...