PAMPLONA. Rubén García y Rober Ibáñez. Esos son los dos nombres prioritarios en Osasuna antes de acudir al mercado. El futuro de ambos jugadores está en el aire y la entidad rojilla quiere que estén vinculados a la suya, pero son operaciones complicadas, aunque no imposibles.

Rubén García llegó a finales del mercado de verano, con el curso ya iniciado, y ha completado una fenomenal temporada. El centrocampista se ha convertido en pieza capital para Jagoba Arrasate y ha sabido encajar a la perfección con los otros talentos del centro del campo. El jugador ha disputado 33 encuentros, con siete goles y ocho asistencias. Él está encantado y tiene dos años más de contrato con una cláusula de siete millones de euros. Eso sí, como es público y notorio, el Levante puede llevárselo gratis. El jugador, criado en la cantera granota, está a la espera. "Mi futuro no depende de mí", repitió privadamente hasta la saciedad en una celebración en la que escuchó cánticos para que siga en Pamplona: "Rubén, quédate".

En Osasuna están convencidos de que el Levante hará efectiva la cláusula. Tan claro como que, de momento, nadie de la entidad levantinista ha comentado nada definitivo ni al club rojillo ni al jugador o su entorno. La idea del club es que es un jugador que ya ha demostrado que puede rendir en Primera y que a las órdenes de Arrasate es su mejor oportunidad para explotar en la élite. En caso de que el Levante se haga de nuevo con sus servicios, los rojillos tratarán de traerlo de vuelta y no se descarta ninguna fórmula, pero lo que tienen claro es que será una operación complicada y larga, pero en las oficinas rojillas hay ilusión por ver a Rubén con la zamarra rojilla en Primera.

El segundo caso es el de Rober Ibáñez. El extremo podría recalar en la entidad rojilla si estos pagan su opción de compra de 3,6 millones. Esta cifra es alta para un recién ascendido (sería el fichaje más caro de la historia de Osasuna), pero el club quiere entablar negociaciones con el Getafe. El equipo madrileño se ha clasificado para la Liga Europa y buscará reforzar el equipo, por lo que puede que busque otra cesión para el extremo o que se plantee dejarlo salir con un precio más barato. Osasuna quiere que Ibáñez juegue el año que viene aquí y esta vez tiene más posibilidades que la temporada pasada ya que se unen las dos opciones que le gustan al jugador: estar en Primera y en Osasuna, donde se encuentra muy a gusto y considera que su juego ha ido creciendo exponencialmente. La presencia de Ángel Martín González en la dirección deportiva del club azulón debería ayudar a que las relaciones entre ambos clubes, bastante buenas, mejoren aún más. J.G.U.