Pamplona. Pese a que Osasuna se aseguró el pasado lunes el ascenso matemático, ayer demostró que quiere más. El conjunto navarro batió a Las Palmas (2-0) para acercarse un poco más al título liguero de Segunda y para seguir siendo el único equipo de la categoría que no conoce la derrota en su estadio en lo que va de Liga ha saldado sus 20 compromisos en El Sadar con 18 triunfos y 2 empates. Y no queda ahí la cosa, ya que la victoria de ayer es la 16ª consecutiva en casa en lo que va de ejercicio liguero incluyendo el partido no jugado contra el Reus del pasado fin de semana, registro que iguala la mejor racha histórica de victorias como local de Osasuna en una Liga, que data de la campaña 1974/1975, con el equipo por aquel entonces en Tercera División y dirigido desde el banquillo por el malogrado Luis Ciáurriz. Aunque con escasos días de entrenamiento tras las celebraciones del ascenso, Osasuna salió a por todas. La mejor prueba de ello, los mensajes del entrenador, Jagoba Arrasate, en la víspera del encuentro y su alineación inicial, en la que no hubo variaciones notables con respecto a jornadas anteriores. También el apoyo de la grada de El Sadar, que registró su tercera mejor entrada del curso con 16.682 espectadores. Así siguió celebrando el ascenso un Osasuna que lleva 16 victorias ligueras consecutivas en casa y que está a una, que podría conseguir en la última jornada contra el Oviedo, de batir un récord histórico.