Al hombre que dirigió la investigación policial del caso Osasuna le quedan pocas dudas, o más bien ninguna, de que Xavi Torres y Antonio Amaya se reunieron en Madrid con Ángel Vizcay y Txuma Peralta para entre los cuatro negociar una prima al Betis por ganar al Valladolid y otra por dejarse perder en Pamplona y de que hubo otra reunión en Sevilla para efectuar el pago. El instructor de las diligencias, Iñaki Arbea, lo dejó claro en su declaración de ayer, como también queda patente en el informe que elaboró durante la instrucción del caso.

Para contextualizar el asunto, precisó que la primera de las citas se concretó el 9 de mayo de 2014 (era el viernes anterior a que se disputara la jornada 37 entre el Betis y el Valladolid) en el hotel Los Galgos de Madrid, adonde acudieron Txuma Peralta, Ángel Vizcay y Antonio Amaya (el exdirectivo, el exgerente y el exbético lo confirmaron la pasada semana en sus respectivas declaraciones de la vista oral) y también Xavi Torres, al que Arbea ubicó en ese lugar por la geolocalización del teléfono móvil con tarjeta prepago adquirido de forma fraudulenta. Dicho teléfono viajó por la mañana desde Sevilla a Madrid, donde llegó al mediodía y contactó con Amaya, y por la noche vuelve a ser geolocalizado en una estación del AVE en Ciudad Real, de regreso a Sevilla.

Dicho móvil levanta todas las sospechas de los investigadores, al igual que el que Txuma Peralta adquirió en Tarragona en fechas próximas a los hechos a nombre de la también investigada y amiga personal, Cristina Valencia. Todas las comunicaciones telefónicas de Peralta, a través de ese móvil adquirido a nombre de una tercera persona, resulta llamativo que se produzcan en el mes de mayo, precisamente en el final de Liga, en concreto entre el 6 y el 20 de mayo. El tráfico de llamadas entre esos teléfonos opacos (el que adquirieron presuntamente los futbolistas del Betis y el que manejaba Peralta), y que los policías han creído desenmarañar, es fluido entre las jornadas 37 y 38. También se llaman durante la reunión de Madrid. Pero si algo destacan los instructores son los contactos que se establecen en las fechas señaladas, tanto el 9 de mayo ya citado, como el 16 de mayo, fecha de la reunión en Sevilla para efectuar el pago en el garaje privado y oscuro por la victoria ante el Valladolid. En los gráficos de la investigación policial se observa que el teléfono que usaba Txuma Peralta contactó durante el viernes y el sábado anterior a que el Betis jugara en Pamplona con los futbolistas del Betis y también con Ángel Vizcay. Esos días fueron puro ajetreo.

Los investigadores relacionan por varias vías el teléfono 611 en primer lugar con el mundo del fútbol y luego como contacto encubierto para los jugadores del Betis (en especial para Torres, que hay que recordar que no estaba inscrito en la Liga por lesión y que, como declaró Amaya, que estaba lesionado, eran los dos futbolistas que podían desplazarse a Madrid, por ejemplo, para reunirse con Vizcay y Peralta). El tráfico de llamadas de dicho 611 a una firma de inversiones de la que es titular Nuria Aganzo, hermana de David Aganzo; al padre del exportero del Rayo, David Cobeño; a un jugador del Betis de fútbol sala, Adrián Rosado, cuyo padre compró un teléfono a Antonio Amaya en fechas próximas a los hechos, y al exjugador Kiko Lacasa, usuario de un número que estaba a nombre de otra persona y que dijo conocer a todos los investigados del Betis, remataron la investigación policial de que ese 611 lo usaba un futbolista de los vinculados en los presuntos amaños. - E.C./J.L.