pamplona - El primer partido de fútbol retransmitido por televisión tiene fecha de abril de 1937. El operador fue la BBC británica y los protagonistas el equipo titular y el reserva del Arsenal. La Copa del Mundo registró su primera presencia en pantalla el 16 de junio de 1954 con el Yugoslavia-Francia que abría el torneo en Suiza. En España hay dos referencias: la primera, en pruebas y solo para Madrid y sus inmediaciones, el 24 de octubre de 1954 (Real Madrid-Racing de Santander), y la segunda, ya para todo el país, el 15 de febrero de 1959 (Real Madrid-Barcelona).

El fútbol entró en la parrilla de televisión y se hizo tan cotidiano como los Telediario. Durante los años sesenta, la franja de emisión era la tarde-noche del domingo. La cobertura solo alcanzaba a la Primera División. Pero aquel domingo 8 de febrero de 1970 no había jornada en la máxima categoría ya que la selección española tenía partido contra Alemania tres días después. Y Televisión Española decidió llenar la programación a las 19.30 horas, entre la serie Animalia, de Félix Rodríguez de la Fuente, y el Telediario, con el Sporting-Osasuna. ¿Por qué este partido? Posiblemente por dos motivos: el primero porque el Real Gijón (esa era entonces su denominación) lideraba la categoría y, el segundo, porque ese fin de semana también estaba concertada la retransmisión desde la ciudad asturiana de un España-Suiza de balonmano y así el equipo de TVE desplazado mataba dos pájaros de un tiro.

Osasuna ya tenía un antecedente con el fútbol en blanco y negro: en mayo de 1967 debutó en la tele en un Elche-Osasuna de Copa. Habría que esperar hasta abril de 1982 para que las cámaras de televisión entraran por primera vez en El Sadar, ya entonces con imágenes a color.

Sporting-Osasuna (1970)

La imagen es lo que importa

Tan importante como ganar era quedar bien, dar buena imagen, porque "toda España", enfatizaba la prensa, iba a ver a Osasuna y no era cuestión de hacer "un ridículo a escala nacional" -como presumía un cronista local- ante los millones de espectadores que, intuía, iban a presenciar el partido de El Molinón por la llamada Primera cadena. Porque había poca elección: o fútbol o Disneylandia y Perry Mason que era lo programado a esas horas en la UHF (ahora La 2). En Gijón observaban el escaparate en el que se mostraban con un sentimiento similar: "Todos los gijoneses tenemos un compromiso de honor: que no se vea un metro de cemento en las gradas. Lo contrario nos dejaría en mal lugar ante la España futbolística".

Con un Osasuna que no andaba muy fino (y que acabaría descendiendo a Tercera), la batalla por la imagen iba asociada a los puntos en juego. La prensa pamplonesa insistía en esta idea: "Ya no se trata de ganar o perder. Se trata de quedar como mandan los cánones ante la tertulia de rigor. Y esta vez la tertulia va a ser toda España. La televisión va a llevar los lances de nuestros jugadores en El Molinón de un punto cardinal a otro de la Península. No va a haber cristiano, se entiende aficionado al balompié, pocos o muchos en todas partes de la nación, que dejen de ver el encuentro. Sacarán sus consecuencias. Y conviene que sean buenas".

Tanto comentario había incrementado la expectación en Pamplona por seguir el partido. La Hoja del Lunes, en la programación semanal de televisión, anunció así el evento: "Encuentro de Segunda División entre el Gijón y nuestro OSASUNA". Ante la novedad de ver a los rojillos en casas y bares, alguno se felicitaba "por la comodidad" con la que iba a seguir el encuentro: "Ni estaremos teniendo como techo el cielo, ni pasaremos frío, ni tendremos cuidado por la gripe. Y hasta nos permitiremos de vez en cuando tomar algo". No eran pocos los que pensaron como él en la capital, ya que según recogía una gacetilla, "a las siete y media de la tarde no había demasiadas personas en la calle, al menos por lo que respecta a los aficionados al fútbol". Luego vendría la decepción.

"La Televisión Española no tuvo la culpa", afirmaba la crónica de Arriba España, que atribuía a Osasuna el papel de "un personaje secundario" en la representación, a tono con el popular Estudio 1 (emitía obras de teatro) de la época. El entrenador, Juanito Ochoa, quien en la víspera había manifestado su esperanza de que las cámaras de televisión motivaran a sus jugadores, terminado el encuentro y al ser abordado por un periodista tuvo este arranque: "No tengo nada de qué hablar, todo el mundo lo ha visto por televisión...". Lo que habían visto era un Sporting muy superior, que venció por 3-0 con dos goles del olitense Rafa Marañón y otro de Herrero II. Osasuna jugó con: Luquin; Santamaría, Roldán, Mañú; Mantecón, Arroyabe; Ucín (Senarriaga), Lasa, Fanjul, Duñabeitia (Solarrieta) y Serafín.

Había miedo al efecto negativo que la televisión podía tener en la asistencia al campo. El Ayuntamiento de Gijón, que facilitó a TVE toda la infraestructura a su alcance, regaló también cientos de entradas en los colegios y hasta arregló los aparcamientos con unas obras de urgencia. En una nota, el Sporting calificó el evento como "fecha histórica para el club". Finalmente, El Molinón acogió a cerca de 30.000 espectadores. Atendiendo a las recomendaciones, los aficionados dieron colorido al evento con carteles, pancartas y banderas, "proporcionando a las gradas la alegría, la gracia y el color deseado", destacaba la prensa. El honor había quedado a salvo. También la taquilla: el Sporting ingresó 300.000 pesetas (unos 1.800 euros) en concepto de taquillaje y otras 250.000 pesetas que pagaba la televisión.

Pese al desenlace positivo, y al hilo del fútbol televisado -entonces un partido de liga por semana-, en Gijón ponían el acento en que "el fútbol hay que disfrutarlo en el estadio, en su salsa, y no a través de la asepsia de la pequeña pantalla (?). Las cámaras ofrecen detalles con toda precisión, pero no se alcanza a una visión conjunta del juego".

Elche-Osasuna (1967)

¿Engaña la televisión?

Uno de los mejores planteles que ha tenido el Elche a lo largo de su historia (Lezcano, Lico, Romero, Vavá...) caída derrotado en San Juan ante un Osasuna de Segunda División (2-0). Corría el torneo de Copa por la ronda de dieciseisavos y ese partido de ida sería, a la postre, el último que disputarían los rojillos en su vetusto campo. Era mayo de 1967 y en otra esquina de la ciudad, entre brazos de grúas, asomaban ya las gradas del futuro estadio, que abriría sus puertas cuatro meses después.

El triunfo de Osasuna fue recibido como una pequeña hazaña. La presumible diferencia de categoría y calidad entre los contendientes llevó a un periodista local a cuestionarse tras el partido si "ese Elche que se comía crudos a los rivales, según parecía por televisión, resulta que? ¿O es que la TV engaña?". En breve saldría de dudas.

"Los aficionados rojillos están algo revolucionados a causa del rumor que se ha extendido por el mundillo deportivo local sobre la posibilidad de que Televisión Española retransmitiese el domingo el partido con el Elche", recogía Arriba España en referencia al encuentro de vuelta señalado para el 7 de mayo. El periódico matizaba, sin embargo, que no había podido confirmar la noticia con el Departamento de Programación. Fue cuestión de horas. El mismo diario avanzaría la "definitiva confirmación", lo que representaba que "por primera vez los jugadores osasunistas serán protagonistas directos de un encuentro completo".

La novedad que suponía ver a Osasuna por televisión alteraba la vida de la ciudad. O eso decían los periódicos: "Qué duda cabe que la ciudad va a sufrir una completa paralización (?). Las circunstancias son sumamente especiales (?). La camiseta rojilla va a ser protagonista durante noventa minutos de un programa de televisión en el que se juega mucho para los intereses deportivos y económicos".

Así las cosas, no resultó nada extraño que a la hora del partido (19.45) "los establecimientos públicos se vieran abarrotados de 'mirones' ante la pequeña pantalla". Pero "tanta expectación", como destacaba la gacetilla "quedó defraudada". ¿Por qué? Lo resumía en pocas líneas el mismo gacetillero: "Ya lo vieron ustedes: Fanjul, lesionado poco después de comenzado el partido, viéndose obligado a abandonar el campo; Pita, tocado seriamente; y ante estas fatales contrariedades no hubo más remedio que resignarse con la derrota".

Así fue. Osasuna tuvo que pelear la mayor parte del encuentro con nueve futbolistas sanos (solo estaba admitido el cambio de portero) y, según las crónicas, lo hizo con bravura y dignidad. Demasiada ventaja para el Elche, que dio la vuelta a la eliminatoria (3-0) con dos goles de Lezcano y uno de Vavá. Osasuna jugó con: Luquin, Santamaría, Ederra, Not, Aguirre, Astráin, Pita, Fanjul, Zabalza, Escolá y Beci.

Osasuna-Barcelona (1982)

En rojo, azul y amarillo

La televisión a color cumplía cuatro años de implantación en España. El Sadar ya había celebrado su catorce cumpleaños. La suma de las dos cosas provocó que Osasuna tuviera que mejorar el sistema de iluminación. La circunstancia merecía el desembolso: el primer partido ofrecido por TVE desde el estadio. Ya se sabe, la imagen debe llegar lo mejor posible.

La presencia del Barcelona, líder de la Liga y que vestía de amarillo, le dio más entidad al acontecimiento. Esta vez no hubo soflamas sobre el orgullo, el honor, etc., etc. etc. Esas virtudes del equipo ya eran de dominio público después del retorno a Primera. Eso sí, las calles volvieron a quedar desiertas: "Entre las ocho y media y las diez y media se podía aparcar tranquilamente en la Plaza del Castillo, y eso que era sábado" remarcaba un periódico, soledad urbana compartida por los bares -quien no fue al estadio lo vio en casa-, los taxis -que circulaban en menor número- y los cines -en una sesión de tarde sin clientela-. Afirmaba un diario que ese paisaje era común en toda Navarra dado el interés que había despertado el partido.

Pese a que el club mantuvo los precios de las entradas, el campo albergó uno más de aquellos llenos de los ochenta en el que entraba gente a mansalva. Como es corriente en Pamplona, el público reclamó su cuota de protagonismo: lanzó al campo una liebre con un pañuelo rojo al cuello, colgó pancartas pidiendo amnistía, sembró las áreas con miles de papelitos? Osasuna estuvo a la altura y ganó 3-2 con dos goles de Iriguíbel y el definitivo, de Lumbreras, en el último minuto. Los protagonistas fueron: Basauri; Macua (Teixidó), Mina, Bayona, Castañeda, Dioni, Echeverría (Lecumberri), Lumbreras, Iriguíbel, Iriarte y Martín.

Mañana, 50 años después, Osasuna sale en la tele. En HD, por cable, por parabólica, con abono de temporada, en la plataforma con la mejor oferta, con tarjeta pirata o por internet. Pero lo importante, no lo olvidemos es dar buena imagen: habrá millones en todo el mundo mirando el receptor.

El primero fuera, en el desaparecido Sarrià. Tras el estreno con el Barcelona, cada temporada hubo al menos un partido de Osasuna por televisión. El primer encuentro fuera fue retransmitido desde el desaparecido Estadio de Sarrià y Osasuna ganó 0-1 al Espanyol.

En los ochenta

Osasuna, 0-R. Sociedad, 1 1982-83

Osasuna, 1- Betis, 01983-84

Espanyol, 0-Osasuna, 11985-86

Osasuna, 1- Zaragoza, 01986-87

Osasuna, 1- R. Sociedad, 21987-88

84-85

En esa temporada no se emitió ningún partido de Osasuna en Liga.

Un Real Madrid-Osasuna, para China. Dio mucho que hablar el Real Madrid-Osasuna disputado el 6 de noviembre de 2011. El motivo era el señalamiento: un domingo a las doce del mediodía. Hacía 16 años que el Madrid no jugaba a esa hora. La Liga, se dijo, pretendía captar audiencia en el mercado asiático, particularmente en la emergente China. Con un optimismo exagerado, circularon cifras cercanas a los 60 millones de telespectadores. Tiempo después, un empresa especializada en audimetrías cifró el número en poco más de un millón. Ahí quedó la guerra de cifras. Tampoco merece ser recordada la goleada que sufrió Osasuna en esa fecha: 7-1.

Uno de los equipos favoritos de Gol. El reciente paso de Osasuna por Segunda División señaló a los rojillos como uno de los cuatro equipos que acaparaba más audiencias en la retransmisiones de Gol. La plataforma elegía habitualmente para su programación los encuentros de Osasuna.

La eliminatoria de UEFA con el Sevilla. Los datos de audiencia, de los dos encuentros de semifinales de Copa de la UEFA que protagonizaron Osasuna y Sevilla en abril y mayo de 2007 resultan todavía espectaculares a día de hoy. Lo más llamativo son los casi 14 millones de telespectadores que en algún momento vieron el encuentro de vuelta en el Sánchez Pizjuán.

Telespectadores

13.723.000(vieron el Sevilla-Osasuna)

7.381.000(minuto de oro Sevilla-Osasuna)

4.821.000(media del Sevilla-Osasuna)

4.482.000(media del Osasuna -Sevilla)