- De uno en uno, desde muy temprano, para no coincidir así con casi nadie por la amplitud entre los turnos, los jugadores de Osasuna iniciaron en Tajonar el periodo de entrenamientos individuales con el que se consuma el retorno a la actividad después de casi dos meses de parón por culpa de la pandemia y sus consecuencias.

El COVID-19 ha ido ganando sus batallas y estableciendo nuevos normas y entre ellas ha logrado que los equipos de fútbol sean, en estos momentos y en esta Liga, una peculiar reunión de tipos enfadados, que llegan con la ropa de trabajo puesta, no comparten vestuario, prácticamente no se dirigen la palabra y se dedican a entrenarse en soledad en zonas restringidas de trabajo, en cada punta uno de otro en campos de fútbol que son más anchos que nunca. Troceando un equipo, manteniendo la distancia social, así están las cosas por ahora en el primer día de la aproximación al retorno de la competición en el tramo final del mes de junio -en el penúltimo fin de semana del mes-.

Los equipos comparten rutinas y en Tajonar no fue muy distinto a lo que sucedió en otros clubes, en otras instalaciones de entrenamiento. Los jugadores del primer turno de Osasuna comenzaron a llegar a Tajonar para antes de las ocho de la mañana y, tras pasar el control de acceso montado por el servicio de seguridad del club -todo el mundo que vaya a entrar a Tajonar debe estar acreditado y si no, ahí está la puerta-, los futbolistas cumplimentaron el resto de requisitos antes de comenzar la preparación individual e individualizada. El último grupo de futbolistas llegó a las instalaciones a las 12.40. La primera jornada de entrenamientos concluyó a las 13.40 horas. El primero en salir a entrenar ha sido el meta Rubén Martínez. En la sesión inaugural del nuevo ciclo han estado los canteranos Iñaki Álvarez, Jorge Herrando y Javi Martínez.

Tras 56 días alejados de Tajonar, y pese al esmero de cada uno en su domicilio, a los futbolistas les tocó ayer recuperar parte de las sensaciones que ofrece el trabajo en el césped, aunque fuese en esa cierta soledad que supone entrenar solo, bajo la visión de los preparadores. Según indicó el club, el único cauce que hay para saber lo que ocurre en el interior de Tajonar, en el entrenamiento los jugadores completaron "un circuito de trabajo de activación, prevención, técnica, cambios de dirección y resistencia física".

Jagoba Arrasate y Bittor Alkiza, los dos máximos responsables de la plantilla, siguieron de cerca las evoluciones de los jugadores.

En este primer día de trabajo, los futbolistas tuvieron que pesarse y se les tomó los pliegues de grasa. Después se dirigieron a los campos de hierba artificia, donde se realizó el entrenamiento de activación y prevención. El circuito proseguía por los campos de hierba natural. La plantilla se vuelve a citar troceada en Tajonar, con los mismos protocolos. Todos los jugadores han accedido a las instalaciones en sus vehículos particulares. Han llegado vestidos con la ropa de entrenamiento desde sus domicilios y, terminada la sesión, se han dirigido directamente a sus vehículos sin pasar por los coches. Se marcharon con una bolsa biodegradable con su indumentaria de entrenamiento de hoy. Esa misma bolsa, con la ropa usada de la jornada de ayer, deberán depositarla hoy en un contenedor a su llegada a las instalaciones.